Bruselas investiga a Volkswagen, BMW y Daimler por frenar el desarrollo de coches menos contaminantes

La industria alemana del autom¨®vil vuelve a estar bajo sospecha. La Comisi¨®n Europea ha anunciado este martes la apertura de una investigaci¨®n a BMW, Daimler?¡ªfabricante de Mercedes¡ª y Volkswagen ¡ªincluidas sus marcas Audi y Porsche¡ª. Bruselas quiere saber si tras la fachada de buenas intenciones ambientales y prop¨®sitos de enmienda que han seguido a los esc¨¢ndalos de los ¨²ltimos a?os, los grandes fabricantes alemanes escond¨ªan un acuerdo com¨²n para no competir en el desarrollo de tecnolog¨ªas que permitieran reducir las emisiones. "Si se prueba, esta confabulaci¨®n puede haber privado a los consumidores de la posibilidad de comprar coches menos contaminantes, a pesar de que la tecnolog¨ªa estaba disponible para los fabricantes", ha afirmado en un comunicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.

El Ejecutivo comunitario ha puesto el foco en dos tecnolog¨ªas en torno a las que pudo haber pactos secretos: un sistema que permite reducir las emisiones nocivas de ¨®xido de nitr¨®geno en veh¨ªculos di¨¦sel, y un filtro que har¨ªa descender las de part¨ªculas contaminantes en coches de gasolina. En octubre de 2017, los inspectores comunitarios irrumpieron por sorpresa en las sedes de los cinco grandes fabricantes alemanes para buscar pruebas de esa maquinaci¨®n conjunta para no acelerar en la evoluci¨®n de sistemas que hicieran los veh¨ªculos m¨¢s limpios, aunque de momento no hay una acusaci¨®n firme, solo indicios.

En el punto de mira est¨¢n varias reuniones. En ellas, los responsables de las compa?¨ªas abordaron la cuesti¨®n de las emisiones de gases nocivos a la atm¨®sfera, el gran dolor de cabeza de los fabricantes desde que hace tres a?os se demostrara que Volkswagen utiliz¨® dispositivos ilegales para falsear los datos de part¨ªculas reales que sal¨ªan del tubo de escape. Por ahora, Bruselas afirma que las nuevas pesquisas no muestran que haya habido coordinaci¨®n para emplear mecanismos ilegales similares. Pero de demostrarse que esos encuentros sirvieron para pisar el freno en la inversi¨®n de tecnolog¨ªas limpias o en su aplicaci¨®n en los veh¨ªculos, las marcas se arriesgan a una sanci¨®n econ¨®mica. La mayor multa de este tipo lleg¨® en 2016, cuando Bruselas castig¨® a cinco fabricantes de camiones con 2.900 millones de euros en total por pactar precios y est¨¢ndares de emisiones durante m¨¢s de una d¨¦cada.

Volkswagen, BMW y Daimler se han mostrado dispuestas a colaborar con la investigaci¨®n. El montante final a desembolsar en caso de que sean culpables depende en gran medida de su implicaci¨®n en esclarecer los hechos. Las compa?¨ªas que desvelan las irregularidades suelen evitar las multas o verlas reducirse respecto al resto. Con ese objetivo, Daimler, autora del chivatazo, ha asumido en este caso el papel de revelar a Bruselas toda la informaci¨®n sobre la actividad del presunto c¨¢rtel para librarse de pagar.

Las reglas de Competencia europeas proh¨ªben la creaci¨®n de cualquier c¨¢rtel que perjudique a los consumidores, no solo en el ¨¢mbito de la fijaci¨®n de precios, sino tambi¨¦n en el de la manipulaci¨®n de herramientas tecnol¨®gicas para beneficio de las empresas. No solo eso. En un sector en el que llueve sobre mojado, las malas pr¨¢cticas volver¨ªan a colocar al anta?o orgullo empresarial de Alemania en una posici¨®n complicada de cara a la opini¨®n p¨²blica, justo en un momento en el que las Administraciones agilizan las leyes para poner fecha de caducidad a la circulaci¨®n de autom¨®viles di¨¦sel por las carreteras europeas.