Alza de los riesgos financieros
El ant¨ªdoto para preservar la expansi¨®n es una mayor concreci¨®n en la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico
La coyuntura es resultado de dos ciclos, el econ¨®mico y el financiero. El primero evoluciona en consonancia con la previsi¨®n de crecimiento relativamente elevado (aunque en neta desaceleraci¨®n), avalada por los resultados de empleo para el tercer trimestre dados a conocer esta semana. Los indicadores de comercio internacional tambi¨¦n apuntan a que, pese a la amenaza proteccionista, las exportaciones deber¨ªan seguir apoyando la coyuntura. Los nuevos aranceles que han entrado en vigor representan el 0,56% del PIB mundial, y apenas dos d¨¦cimas m¨¢s si a eso se a?aden las medidas anunciadas en fechas recientes. De evitarse una guerra comercial, las exportaciones espa?olas todav¨ªa dispondr¨ªan de un importante margen de crecimiento durante los pr¨®ximos meses.
Diferente es el ciclo financiero, m¨¢s adverso. El cataclismo que algunos auguraban como consecuencia de la situaci¨®n en Italia no se ha producido por ahora, pero el conflicto con la Comisi¨®n Europea mantiene en vilo a los mercados. El resultado es una prima de riesgo por encima de los 300 puntos, que, de prolongarse, castigar¨ªa duramente la an¨¦mica econom¨ªa transalpina. Hasta ahora, el impacto sobre nuestro pa¨ªs ha sido limitado, como lo muestra el ligero repunte de la prima de riesgo que soporta la deuda espa?ola.
El otro punto de tensi¨®n es el ritmo de reducci¨®n del arsenal monetario del BCE. A partir de enero, el BCE cesar¨¢ sus compras de bonos y se limitar¨¢ a mantener el volumen de bonos que tiene en cartera. El giro es importante, porque en muchos casos el banco central ha adquirido la mayor¨ªa de t¨ªtulos emitidos, creando una escasez de bonos. De ah¨ª que Espa?a haya podido colocar en el mercado t¨ªtulos a dos a?os a rentabilidades bajas, incluso negativas, es decir haciendo pagar a los acreedores.
Para contener los riesgos de contagio financiero, todo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil si las promesas de reforma de la eurozona se hubieran cumplido. Sin embargo, los pasos han sido demasiado t¨ªmidos para cortar con el ¡°bucle diab¨®lico¡± entre las primas de riesgo y la solvencia de los bancos. Tampoco se ha instaurado un seguro europeo de dep¨®sitos, elemento crucial para la confianza de los ahorradores. Ni existe un presupuesto europeo anti-recesi¨®n ¨Cpese a prometedoras propuestas como el seguro europeo de desempleo que acaban de lanzar varios gobiernos, entre otros el espa?ol. A la Comisi¨®n presidida por Jean-Claude Junker se le acaba el tiempo y habr¨¢ que esperar a una nueva presidencia para avanzar en la reforma del Euro.
As¨ª pues, para prevenir las turbulencias financieras ser¨¢ necesario apoyarse en nuestros propios esfuerzos. El camino pasa necesariamente por la reducci¨®n del d¨¦ficit seg¨²n la senda convenida. El ciclo econ¨®mico, todav¨ªa favorable, permite una correcci¨®n del desequilibrio estructural. Sin embargo las proyecciones presupuestarias iniciales no parecen coherentes con ese objetivo, especialmente desde el lado de los ingresos. Se anuncia un incremento de ingresos p¨²blicos del 5,7%, es decir un 40% superior al avance previsto de la renta nacional (que crecer¨ªa un 4,1%). Esta ser¨ªa una elasticidad sin parang¨®n en la historia econ¨®mica reciente, cuatro veces m¨¢s elevada que la media observada durante el periodo de bonanza econ¨®mica 2000-2007. Un optimismo que no se puede explicar por las medidas ya anunciadas.
El potencial expansivo es el otro ant¨ªdoto a los riesgos financieros. Italia es el ¨²nico pa¨ªs europeo que ha conseguido mantener un excedente primario, es decir fuera de intereses, desde la creaci¨®n de la moneda ¨²nica (si exceptuamos el a?o 2009). La crisis italiana refleja la incapacidad de contener la deuda p¨²blica, pero tambi¨¦n la debilidad de su crecimiento.
La lecci¨®n para Espa?a es que el escaso avance realizado a?o tras a?o en la correcci¨®n del elevado endeudamiento p¨²blico, y en la adopci¨®n de medidas para mantener la onda expansiva, podr¨ªa pasar factura antes de lo que pensamos. No olvidemos que la sombre del ciclo financiero es alargada y sus impactos duraderos.
Bonos
En lo que va de a?o, el BCE compr¨® t¨ªtulos de deuda p¨²blica por un importe total de cerca de 214.000 millones de Euros (programa APP de expansi¨®n cuantitativa, con datos hasta finales de septiembre), de los cuales 26.300 millones fueron de deuda espa?ola. Gracias a ello, el BCE se ha convertido en el principal tenedor de bonos espa?oles. En otros pa¨ªses como Alemania, las compras por parte del BCE han llegado a superar las necesidades de financiaci¨®n. En enero el BCE dejar¨¢ de comprar t¨ªtulos y solo invertir¨¢ en los que vencen.
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