Revoluci¨®n solar

Los humanos siempre hemos resuelto la escasez con m¨¢s inteligencia e innovaci¨®n. Especialmente en el uso de la energ¨ªa desde que descubrimos c¨®mo hacer fuego. Durante la burbuja, el sector el¨¦ctrico espa?ol sobreinvirti¨® hasta que pinch¨® y la mitad de la inversi¨®n qued¨® ociosa sin producir rendimiento y con deuda. En cualquier sector muchas empresas habr¨ªan quebrado, se habr¨ªa destruido mucho empleo y habr¨ªan bajado los salarios para digerir los excesos. El sector el¨¦ctrico es un sector regulado y con la excusa de ser un sector estrat¨¦gico ha podido evitar ese ajuste.

Para ello se busc¨® un enemigo externo que fueron las energ¨ªas renovables y las empresas del sector tuvieron la colaboraci¨®n inestimable del Gobierno del PP. Los mayores excesos se cometieron en el gas, donde se invirti¨® cinco veces m¨¢s que en fotovoltaica y el 90% de las inversiones se quedaron ociosas cuando pinch¨® la burbuja y se hundi¨® la demanda de electricidad. Pero nadie habla de ello y solo se habla de los excesos en renovables, que los hubo.

La ley del PP para frenar el desarrollo de autoconsumo fotovoltaico ha sido la m¨¢s proteccionista en Espa?a desde que pusimos un ancho de v¨ªa diferente al europeo para proteger a nuestras empresas de la competencia internacional. Le pusieron un impuesto que afectaba a las instalaciones m¨¢s grandes. Y barreras burocr¨¢ticas a las peque?as para frenarlas. Y lo consiguieron.

El desarrollo tecnol¨®gico y la competencia internacional, principalmente china, ha conseguido que el coste de una placa hoy sea un 75% m¨¢s barato que hace 10 a?os. Y la producci¨®n por placa se ha triplicado. La inversi¨®n privada en autoconsumo fotovoltaico es competitiva sin necesidad de subvenciones, especialmente para las familias en sus viviendas tanto individuales como en comunidades. Cargar una bater¨ªa de un coche el¨¦ctrico cuesta 10 veces menos que un coche de gasolina y puedes poner un cargador en tu vivienda por 500 euros. En poco tiempo, la oferta de coches el¨¦ctricos aumentar¨¢, los precios caer¨¢n como ha pasado con las placas y la demanda explotar¨¢.

Espa?a tiene el doble de horas de sol que nuestros socios europeos y la tecnolog¨ªa y los precios relativos de mercado soplan a nuestro favor. Igual que hay una industria del petr¨®leo en Houston deber¨ªa haber una industria solar en Espa?a. Para ello es necesario un Gobierno que desmonte toda la estructura proteccionista que desarroll¨® el anterior. Hay que permitir nuevos entrantes en el sector que aumenten la competencia e incentiven la inversi¨®n y la innovaci¨®n sin temor a que algunas de las empresas actuales que no sepa adaptarse al cambio tecnol¨®gico quiebre y desaparezca. Y necesitamos una pol¨ªtica industrial y tecnol¨®gica para que la tecnolog¨ªa y el empleo se cree en Espa?a.

Esta revoluci¨®n nos permitir¨¢ ahorrarnos buena parte de los 40.000 millones que pagamos en importaciones de petr¨®leo y gas (3,5% del PIB), y convertirlos en nuevos empleos, salarios y m¨¢s beneficios empresariales para aumentar la inversi¨®n y crear m¨¢s empleo y mejorar los salarios. El Gobierno tiene el relato. Ahora falta concretar la estrategia y ejecutarla con ¨¦xito.