Tengo un nivel B2 de ingl¨¦s, pero¡ ?eso qu¨¦ significa?
El aprendizaje de idiomas en Europa se rige por el Marco Com¨²n Europeo de Referencia. La herramienta, b¨¢sica para los profesores, tambi¨¦n puede ser muy ¨²til para los estudiantes
Lo usamos a diario: al leer los requisitos de una oferta de trabajo que exige saber ingl¨¦s, cuando examinamos la convocatoria de becas Erasmus para la que hace falta acreditar que hablamos el idioma del pa¨ªs al que uno se quiere ir e incluso en esa conversaci¨®n informal en la que te preguntan: ¡°Y t¨², ?qu¨¦ ingl¨¦s hablas?¡±. Hemos pasado de responder a ese interrogante con los cl¨¢sicos b¨¢sico, intermedio o avanzado para afinar m¨¢s el tiro y decir que tenemos un nivel de franc¨¦s B2 o que nuestro ingl¨¦s es un C1. Pero, ?qu¨¦ significa ese juego de letras y n¨²meros? Y m¨¢s importante a¨²n, ?en qu¨¦ nos puede ayudar cuando estudiamos otro idioma?
La respuesta a esas preguntas se esconde en el Marco Com¨²n Europeo de Referencia para las lenguas (MCER). Una herramienta de nombre endiablado que, tras una d¨¦cada de investigaciones, el Consejo de Europa puso en marcha en 2001 para que sirviera como est¨¢ndar en la ense?anza, evaluaci¨®n y aprendizaje de idiomas en toda Europa; este a?o se ha actualizado para adaptarse a los cambios en el uso del lenguaje que ha provocado Internet. El documento, de casi 300 p¨¢ginas y traducido a 40 idiomas, se ha convertido en una herramienta b¨¢sica para profesores y centros educativos, aunque los estudiantes apenas aprovechan todo su potencial. Los profesionales de la ense?anza de idiomas lo resumen, sin embargo, con una frase: un antes y un despu¨¦s.
En el antes, cada sistema educativo defin¨ªa sus propios niveles para as¨ª dar forma al camino que hab¨ªa que recorrer si quer¨ªa aprender una segunda lengua. ¡°No hab¨ªa ning¨²n tipo de distinci¨®n fiable¡±, explica David Bradshaw, responsable de evaluaci¨®n de Cambridge Assessment English en Espa?a y Portugal. ¡°Si preguntabas a un sueco por su nivel de ingl¨¦s, te dir¨ªa que pre-intermedio. Si preguntabas en otro pa¨ªs m¨¢s optimista, te dir¨ªan que intermedio-alto¡ La realidad es que seguramente el sueco tuviera un nivel m¨¢s alto¡±. Esta disparidad supon¨ªa que cualquier intento de equiparaci¨®n ¡ªde sistemas, cursos, t¨ªtulos¡¡ª fuera una tarea imposible.
En el despu¨¦s, el Marco ha construido un ¨²nico escenario de aprendizaje para cualquier alumno, en cualquier pa¨ªs europeo, que quiera estudiar pr¨¢cticamente cualquier idioma distinto de su lengua materna. La indefinici¨®n y la terminolog¨ªa cl¨¢sica (elemental, intermedio, avanzado¡) se han transformado en un sistema de seis niveles ¡ªtres b¨¢sicos, A, B y C, subdivididos cada uno en 1 y 2¡ª que sirve como diccionario com¨²n para el aprendizaje y la ense?anza de idiomas. El objetivo es doble: por un lado, identificar las diferentes etapas que construyen el camino hacia el aprendizaje de un idioma extranjero; y por otro, describir con el mayor detalle posible qu¨¦ es lo que debe saber hacer un estudiante en cada una de esas etapas.
El Marco se suele comparar con una escalera. En la parte de abajo se sit¨²a el alumno que quiere aprender un nuevo idioma y en la de arriba, el que ha conseguido dominarlo. Entremedias, los diferentes escalones (o niveles) que hay que subir para llegar a ese dominio. ?Pero qu¨¦ quiere decir que un alumno est¨¦ en el nivel A, B o C? M¨¢s all¨¢ de la nomenclatura, los estudiantes apenas conocen en qu¨¦ consiste. ¡°Es una herramienta muy ¨²til para los profesores y las instituciones educativas, pero es cierto que los alumnos no la conocen tanto. Aunque se puede utilizar como una autoevaluaci¨®n para contrastar qu¨¦ eres capaz de hacer¡±, se?ala ?lvaro Garc¨ªa Santa-Cecilia, jefe del departamento de Ordenaci¨®n y Proyectos Acad¨¦micos del Instituto Cervantes, encargado de adaptar el documento para la ense?anza del espa?ol.
A pesar de que lo ¨²nico que los estudiantes suelen conocer del Marco es la nomenclatura de los niveles, puede ser una herramienta muy ¨²til a la hora de planificar el aprendizaje. Es una especie de br¨²jula o mapa que marca el camino a seguir. Sirve para saber cu¨¢l es nuestro nivel, para identificar d¨®nde queremos llegar¡ y tambi¨¦n para averiguar qu¨¦ hay que aprender para alcanzar ese objetivo o incluso cu¨¢nto nos falta para pasar a la siguiente etapa. Esto es as¨ª porque cada nivel aparece desglosado en las cuatro destrezas b¨¢sicas que utilizamos al comunicarnos en un idioma ¡ªhablar, escuchar, leer y escribir¡ª y para cada destreza se describen en detalle las tareas que el alumno debe ser capaz de realizar con ¨¦xito. Un estudiante de ingl¨¦s que quiera alcanzar el nivel B2, el m¨¢s com¨²n, puede encontrar en el Marco la explicaci¨®n de todo lo que debe aprender para alcanzar su objetivo.
El elemento clave, seg¨²n explican los expertos, es que el peso no recae en dominar la gram¨¢tica o aprender mucho vocabulario, sino que el sistema empuja a los alumnos a la acci¨®n. ¡°El enfoque es comunicativo y funcional¡±, se?ala David Bradshaw, de Cambridge. ¡°Un idioma se utiliza para comunicar. No se trata de cu¨¢nta gram¨¢tica o vocabulario sabes, sino de qu¨¦ eres capaz de hacer con ese idioma¡±.
As¨ª, el nivel A sirve para encuadrar a los aprendices ¡°b¨¢sicos¡±, seg¨²n la terminolog¨ªa del Marco. Tanto en el escal¨®n A1 (acceso) como en el A2 (plataforma), los alumnos deben ser capaces de comunicarse de forma muy elemental, respondiendo a situaciones cotidianas que ya conocen de antemano con frases muy sencillas ¡ªel cl¨¢sico ¡°How are you?¡± ¡°I¡¯m fine, thank you¡±¡ª. El alumno todav¨ªa no sabe diferenciar los diferentes registros del idioma y su tono es siempre informal.
En el nivel B el objetivo es alcanzar la independencia. Y aqu¨ª empiezan las grandes diferencias. Mientras en el B1 (umbral) el estudiante ya empieza a manejarse en situaciones conocidas de trabajo, estudios u ocio, en el B2 (avanzado) es necesario entender y hablar de temas diversos, tanto concretos como abstractos, justificar opiniones, mantener una conversaci¨®n con un nativo... Lo que se pide es salir del ¨¢mbito cotidiano y familiar para empezar a manejarse en un entorno profesional.
Alcanzar la competencia, que es como se denominan los niveles C1 (dominio operativo eficaz) y C2 (maestr¨ªa), es el paso m¨¢s complejo. Aqu¨ª entran en juego los matices del idioma, tan dif¨ªciles de captar incluso para hablantes nativos. No solo es necesario expresarse de forma fluida y espont¨¢nea, entender pr¨¢cticamente todo y escribir o hablar de cualquier tema, por complejo que sea. Tambi¨¦n se exige captar (y dominar) los diferentes usos que una misma frase o una misma palabra pueden tener, diferenciando significados a veces incluso solo por el tono de voz.
El salto al nivel C cuesta por la complejidad, pero tambi¨¦n porque muchos alumnos no tienen incentivo para darlo o no comprenden c¨®mo hacerlo. ¡°En B2 eres capaz de comunicarte en el 80% de las situaciones que se te pueden presentar¡±, asegura David Bradshaw, de Cambridge. ¡°Se va de lo m¨¢s personal, cercano y concreto a lo m¨¢s abstracto, difuminado y complejo¡±.
Este sistema no es obligatorio, no indica qu¨¦ m¨¦todo es mejor para aprender un idioma ni tampoco hasta d¨®nde debe llegar cada alumno. Sin embargo, la herramienta ha calado desde un principio y hoy es el est¨¢ndar en toda Europa. Sirve, por ejemplo, para crear cursos de idiomas, libros y tambi¨¦n ex¨¢menes. La mayor¨ªa de los t¨ªtulos oficiales ¡ªcomo por ejemplo las certificaciones de la Escuela Oficial de Idiomas, las pruebas de la Universidad de Cambridge (First, Advanced¡) para el ingl¨¦s y los ex¨¢menes Delf, para el franc¨¦s¡ª utilizan la escala del Marco para dise?ar sus pruebas.
A pesar de su practicidad, este sistema de niveles genera a veces frustraci¨®n en los alumnos. El ascenso por la escalera puede ser muy r¨¢pido en las primeras etapas, pero se ralentiza a medida que se suben los escalones. Y las bandas son tan amplias que el paso por el nivel B puede antojarse para algunos estudiantes como una eternidad. ¡°Los saltos son muy grandes¡±, admite Cristina P¨¦rez Guillot, presidenta de la Asociaci¨®n de Centros de Lenguas en la Ense?anza Superior (ACLES), uno de los entes que ha participado en la ¨²ltima actualizaci¨®n del Marco. ¡°Pero el alumno que se siente estancado siempre en el mismo nivel en parte es porque desconoce los objetivos y lo que debe hacer para seguir avanzando¡±.
Tambi¨¦n en las ofertas de trabajo
El Marco Com¨²n Europeo de Referencia para las lenguas es una herramienta acad¨¦mica para Europa, pero ha superado ambas fronteras, la geogr¨¢fica y la de la docencia. As¨ª, mientras Jap¨®n ha dise?ado su propia versi¨®n y M¨¦xico lo ha utilizado para repensar sus programas educativos, el mundo empresarial (y sobre todo el mercado laboral) han asimilado este sistema para convertirlo tambi¨¦n en su est¨¢ndar a la hora de medir el nivel de idiomas de sus empleados y tambi¨¦n de sus candidatos. Por eso, Cristina P¨¦rez Guillot, que tambi¨¦n dirige el Centro de Lenguas de la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia (UPV), escanea en sus clases con sus alumnos ofertas de trabajo, en las que es habitual que el nivel de idiomas se identifique con esta nomenclatura.
Pero aparte de conocer los nombres de los niveles e identificarlos vagamente con la terminolog¨ªa cl¨¢sica ¡ªB2 con un intermedio y C1 con un avanzado, aunque en el Marco no sea exactamente as¨ª¡ª, el conocimiento de las empresas no suele ir mucho m¨¢s all¨¢. Y eso es fuente de problemas y malentendidos.
"Muchas compa?¨ªas llegan pidiendo un nivel B2 para sus empleados sin saber qu¨¦ significa o si eso es lo que necesitan", explica Juli¨¢n Ba?os, responsable de la divisi¨®n de Corporate de EF Education First, en la que elaboran planes de formaci¨®n en idiomas a medida para las empresas. "Hay que ayudarles a aterrizar y explicarles lo que significa. Necesitan entender qu¨¦ es cada nivel y qu¨¦ se puede hacer con ello".
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