Los verdaderos gobiernos del EE UU dem¨®crata
En algunos Estados, los pol¨ªticos realmente intentan hacer su trabajo
Oficialmente, gran parte de la administraci¨®n p¨²blica federal sufri¨® un cierre el mes pasado. En aspectos importantes, sin embargo, se paraliz¨® casi dos a?os antes, cuando Donald Trump fue investido como presidente. Al fin y al cabo, se supone que los pol¨ªticos intentan conseguir un cargo para hacer cosas, para atajar problemas reales y aplicar soluciones. Pero ni Trump, que malgasta su energ¨ªa inventando crisis en la frontera, ni los republicanos que controlaron el Congreso durante dos a?os han hecho nada de eso. Su ¨²nico gran logro legislativo ha sido una rebaja fiscal que ha disparado el d¨¦ficit sin hacer, que se sepa, nada que mejore las perspectivas de crecimiento de la econom¨ªa a largo plazo.
Por otra parte, no hay se?ales del plan de infraestructuras que Trump prometi¨® emprender. Y tras muchos a?os denunciando el Obamacare y prometiendo proporcionar un sustituto mucho mejor, resulta que los republicanos no tienen ni idea de c¨®mo hacerlo y, en concreto, no tienen ning¨²n plan para proteger a los estadounidenses con afecciones previas.
?Por qu¨¦ son incapaces de gobernar los republicanos? No es solo que su partido profese una ideolog¨ªa que afirma que el Gobierno siempre es el problema, nunca la soluci¨®n. Es que, adem¨¢s, se han privado sistem¨¢ticamente de la capacidad de analizar pol¨ªticas y aprender de la evidencia, porque una reflexi¨®n profunda podr¨ªa llevar a alguien a cuestionar la doctrina recibida. Y los republicanos siguen controlando el Senado y la Casa Blanca. De modo que cuando acabe el cierre de la administraci¨®n p¨²blica (si es que acaba), faltar¨¢n al menos dos a?os para tener en Washington a un Gobierno verdaderamente capaz de gobernar, o al que le interese siquiera hacerlo. Pero no todo est¨¢ paralizado. Porque Estados Unidos tiene un sistema federal, y las elecciones de 2018 han allanado el camino para una oleada de gobernanza real ¨Cde esfuerzos reales por resolver problemas reales¨C en los planos estatal y local.
Hasta hace poco, los republicanos hab¨ªan impuesto un cierre virtual de las administraciones p¨²blicas estatales. Casi la mitad de la poblaci¨®n viv¨ªa en Estados con ¡°trifectas¡± republicanas, es decir, control de ambas c¨¢maras y gobernador republicanos. Los dem¨®cratas ten¨ªan un control comparable en California, y pr¨¢cticamente en ning¨²n otro sitio.
Pero las elecciones han transformado el panorama. Nueva Jersey y Washington se volvieron completamente dem¨®cratas en 2017, y otros seis Estados, como Nueva York, lo hicieron en noviembre. En este momento, m¨¢s de un tercio de los estadounidenses vive bajo pleno control dem¨®crata.
Estas mayor¨ªas recientemente empoderadas est¨¢n tomando r¨¢pidamente medidas para empezar a gobernar otra vez. Y la experiencia de los Estados que ya han tenido ¡°trifectas¡± dem¨®cratas da a entender que podr¨ªan conseguir muchas cosas.
Piensen en la experiencia de California, donde los dem¨®cratas se hicieron con el control pleno en 2011. Los conservadores arremetieron contra las subidas de impuestos, gastos y salario m¨ªnimo establecidas por Jerry Brown y declararon que el Estado estaba cometiendo un suicidio econ¨®mico. El hecho es que la econom¨ªa experiment¨® una expansi¨®n, mientras que la aplicaci¨®n entusiasta en el Estado de la reforma sanitaria redujo el porcentaje de poblaci¨®n no asegurada del 18% en 2011 a solo un 7% en 2017, una reducci¨®n que casi duplica la del total de Estados Unidos.
O f¨ªjense en Nueva Jersey, donde los dem¨®cratas asumieron el control el a?o pasado y lo han empleado para aplicar una serie de medidas ¡ªcomo la reimplantaci¨®n de la exigencia de que los ciudadanos adquieran un seguro sanitario¡ª que revirtieron muchos de los esfuerzos del Gobierno de Trump por sabotear la sanidad. El resultado ha sido una dr¨¢stica ca¨ªda de las primas sanitarias, que se encuentran ahora entre las m¨¢s bajas del pa¨ªs.
Ahora que el control dem¨®crata se ha extendido, podemos esperar ver m¨¢s activismo de este tipo.
Gavin Newsom, el nuevo gobernador de California, ha propuesto medidas adicionales en el ¨¢mbito de la sanidad, entre ellas la obligatoriedad del seguro m¨¦dico en todo el Estado como ha hecho Nueva Jersey y un aumento de las subvenciones a las clases medias. El gobernador de Washington propone crear una opci¨®n p¨²blica, un seguro estatal al que puedan afiliarse los residentes. Y el alcalde de Nueva York propone medidas que, seg¨²n afirma, garantizar¨¢n la cobertura a todos los neoyorquinos, incluidos los inmigrantes ilegales.
Y la sanidad no es el ¨²nico frente para nuevas acciones. Newsom, por ejemplo, propone tambi¨¦n un importante aumento del gasto en educaci¨®n y en accesibilidad de la vivienda. Esto ¨²ltimo es muy importante: la enorme subida de los precios inmobiliarios es uno de los mayores problemas de una California por lo dem¨¢s incre¨ªblemente pr¨®spera.
Ahora bien, seamos claros: no todas las nuevas propuestas pol¨ªticas de los dem¨®cratas se llevar¨¢n realmente a la pr¨¢ctica, y no todas las que entren en vigor cumplir¨¢n las expectativas. La perfecci¨®n no existe, ni en la pol¨ªtica ni en la vida, y si los l¨ªderes nunca experimentan fracasos y contratiempos es que no asumen suficientes riesgos. Lo importante, sin embargo, es que los pol¨ªticos estatales y locales que acaban de llegar al poder parecen dispuestos a asumir riesgos y probar cosas nuevas en un esfuerzo por lograr avances frente a los problemas del pa¨ªs. Y esa es una se?al muy esperanzadora para Estados Unidos, porque su ejemplo puede resultar contagioso.
Como es sabido, el juez Louis Brandeis describi¨® los Estados como los laboratorios de la democracia; ahora mismo son los lugares en los que vemos qu¨¦ sucede cuando las autoridades elegidas intentan hacer aquello para lo que las eligieron, y gobiernan de hecho. Si tenemos suerte, es posible que dentro de dos a?os esa actitud se restablezca en la capital del pa¨ªs.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2018. Traducci¨®n de News Clips.
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