Espa?a logra recuperar al inversor m¨¢s conservador en plena ralentizaci¨®n europea
Asi¨¢ticos y fondos de pensiones y aseguradoras con perfil de bajo riesgo vuelven a demandar bonos del Tesoro espa?ol
Lejos se encuentran los momentos con primas de riesgo disparadas, en los que salvar una emisi¨®n de deuda p¨²blica se antojaba una tarea ingente. En medio de la desaceleraci¨®n europea, Espa?a vuelve a situarse en el radar de los inversores que tienen m¨¢s aversi¨®n al riesgo, como los asi¨¢ticos o los fondos de pensiones y aseguradoras con un perfil m¨¢s conservador. Una conjunci¨®n de factores contribuye al retorno: Alemania no ofrece rentabilidad; Italia causa incertidumbre y Espa?a arroja un mayor crecimiento y poco a poco corrige su d¨¦ficit, obteniendo mejoras del rating. Adem¨¢s, la ralentizaci¨®n europea pinta un horizonte de tipos bajos que hace m¨¢s atractivo el bono espa?ol.
Vuelven los inversores con una menor inclinaci¨®n al riesgo. En las dos ¨²ltimas emisiones sindicadas de bonos del Tesoro espa?ol, la demanda alcanz¨® cantidades r¨¦cords en la historia de la zona euro para sus respectivos plazos. En enero, super¨® los 46.500 millones para el papel a diez a?os. Y en febrero se tocaron los 43.400 millones para el de 15 a?os.
Al inicio de la Gran Recesi¨®n, estos fondos huyeron de la deuda p¨²blica espa?ola. M¨¢s adelante, seg¨²n empezaron a divisarse los primeros signos de estabilizaci¨®n, aterrizaron primero los llamados hedge funds o fondos de alto riesgo, que vislumbraban las inminentes ganancias de una recuperaci¨®n. Y conforme fue tomando cuerpo esa mejor¨ªa, aparecieron otros menos especulativos. En 2017, el regreso de capitales se interrumpi¨®, en parte por las tensiones independentistas en Catalu?a. Pero en 2018, una vez se disiparon, se dio una llegada masiva de inversores m¨¢s conservadores.
Y el ejemplo m¨¢s ilustrativo es el de los asi¨¢ticos: si en 2017 compraron 7.590 millones de deuda espa?ola, en 2018 adquirieron 24.078 millones, seg¨²n datos facilitados al Tesoro por los creadores de mercado (o entidades intermediarias). En la emisi¨®n sindicada de bonos a diez a?os, los asi¨¢ticos tomaron el 11,8% del total cuando hace apenas unos pocos a?os su presencia era casi inexistente. No volv¨ªan en esa proporci¨®n desde el a?o 2010.
La semana pasada, uno de los fondos m¨¢s importantes de Jap¨®n, Mitsubishi UFJ, public¨® su exposici¨®n a deuda p¨²blica extranjera. Y la espa?ola era la segunda tras la estadounidense con un 12,3% del total. ¡°Las rentabilidades est¨¢n cayendo en todas partes. As¨ª que no se puede invertir en bonos alemanes dados los niveles que ofrecen, pero todav¨ªa tiene sentido invertir en bonos espa?oles por la prima que brindan¡± y ¡°las robustas condiciones econ¨®micas¡±, declar¨® a Bloomberg un directivo del fondo. A pesar del riesgo cambiario, empezaron a invertir en Espa?a desde que S&P subiese la calificaci¨®n crediticia en marzo del a?o pasado, y no ven un problema en la inminencia de elecciones.
Las mejoras del rating tambi¨¦n facilitan el retorno de estos inversores. El a?o pasado, dos de las tres principales agencias calificadoras ¡ªS&P y Fitch¡ª colocaron a Espa?a en el nivel A (una calidad entre media y alta). Ya solo falta Moody's, que va con algo m¨¢s de retraso.
Cambio de perfil
En los ¨²ltimos a?os ha cambiado el tipo de comprador. Los bancos espa?oles han ido reduciendo sus carteras de bonos nacionales, que tuvieron que adquirir en masa para evitar el colapso de las subastas en medio de la crisis. Su posici¨®n ha ca¨ªdo del 30% al 16% del total. En buena medida han sido sustituidos por el BCE, que ahora posee el 22% gracias a su programa de compras de deuda. Los no residentes disminuyeron en los a?os de la recesi¨®n del 45% al 34%. Y de manera gradual han retornado hasta estabilizarse otra vez cerca del 45%. Sin embargo, el perfil es distinto. Se han marchado los m¨¢s especulativos y han regresado los m¨¢s conservadores.
Fuentes del Ministerio de Econom¨ªa subrayan que en los ¨²ltimos meses est¨¢n observando una mejora de la prima de riesgo, una mayor demanda de bonos y una progresiva recuperaci¨®n de inversores que antes no acud¨ªan. ¡°Hay una mayor diversificaci¨®n de los inversores. En medio de la desaceleraci¨®n europea destaca la situaci¨®n de Espa?a como un pa¨ªs que crece y con un mercado de bonos grande y l¨ªquido¡±, se?ala Carlos San Basilio, secretario del Tesoro.
La situaci¨®n contrasta con la de Italia, donde los bancos se lo est¨¢n quedando casi todo, como sucedi¨® en Espa?a durante la crisis, un bucle en el que el riesgo bancario y el soberano se retroalimentan.
Esta nueva llegada de inversores se antoja muy importante porque el Tesoro espa?ol todav¨ªa tiene que refinanciar unos 200.000 millones de euros al a?o. Y aunque el BCE reinvierte las compras hechas, ha dejado de hacer nuevas adquisiciones de deuda.
La actuaci¨®n de los bancos centrales
Como explica Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney, el momento decisivo fue cuando los bancos centrales apuntaron una menor dureza de la pol¨ªtica monetaria. ¡°En 2018, en el mercado existi¨® el temor a que la Reserva Federal pudiese frenar la econom¨ªa. Pero Powell ofreci¨®, primero, frenar las subidas de tipos y, en enero, dejar de reducir su balance, lo que ayud¨® a la ca¨ªda de la rentabilidad de los bonos. Muchos inversores que por la incertidumbre estaban en liquidez o en deuda a muy corto plazo volvieron a comprar. Saben que en un plazo razonable los bancos centrales jugar¨¢n a su favor y no incurrir¨¢n en p¨¦rdidas¡±, afirma Vidal.
En un contexto de liquidez muy abundante y ante la falta de activos seguros que brinden rentabilidad, el caso de Espa?a destaca en Europa. ¡°Valoran la correcci¨®n de desequilibrios y la tendencia de un crecimiento mayor por la demanda interna espa?ola. Ya no preguntan por la banca como antes. Si acaso, los m¨¢s especializados preguntan por la rentabilidad de las entidades en un entorno europeo de tipos muy bajos¡±, dice San Basilio.
Alemania est¨¢ reduciendo deuda en t¨¦rminos absolutos y solo ofrece un 0,07% a diez a?os. En Italia genera incertidumbre la coyuntura pol¨ªtica y las cuentas de los bancos. En Francia, la deuda renta menos, el conflicto de los chalecos amarillos causa preocupaci¨®n y el d¨¦ficit no se corrige. Fuera del euro, con un balance cercano al 100% del PIB, el Banco de Jap¨®n sigue brindando impulsos monetarios y, en consecuencia, rentabilidades inexistentes, lo que explica que busquen un cup¨®n en plazas como Espa?a, con una prima de unos 110 puntos b¨¢sicos respaldada adem¨¢s por el BCE.
Y la ralentizaci¨®n asegura que este panorama seguir¨¢ as¨ª durante un horizonte indefinido. ¡°No es tanto m¨¦rito de Espa?a como del contexto de japonizaci¨®n o euroesclerosis, que lleva los tipos de inter¨¦s de los bonos a niveles cero o negativos. Cada vez hay menos cup¨®n y se busca la deuda que todav¨ªa abone un cup¨®n positivo como ocurre con el de diez a?os espa?ol. Tambi¨¦n nos ayuda la mala imagen que est¨¢ transmitiendo Italia con sus compromisos de d¨¦ficit p¨²blico. As¨ª, un alumno que ha hecho los deberes a medias como Espa?a parece bueno¡±, sostiene V¨ªctor Alvargonz¨¢lez, socio fundador de Nextep.
No obstante, el inconveniente de este inversor conservador es que puede marcharse muy r¨¢pido si percibe un cambio de perspectivas, recuerdan los expertos. La abultada demanda ha logrado que la financiaci¨®n del Tesoro siga en m¨ªnimos hist¨®ricos incluso despu¨¦s de que el BCE haya dejado engordar sus adquisiciones de activos.
La inversi¨®n extranjera se dispara hasta 38.200 millones
El mayor crecimiento de Espa?a no solo se nota en las compras de deuda p¨²blica. Tambi¨¦n hay una se?al de confianza en la recuperaci¨®n de la inversi¨®n extranjera directa, seg¨²n los datos del Banco de Espa?a. Esta es aquella en la que ¡°el inversor tiene un inter¨¦s a largo plazo y una influencia significativa en la gesti¨®n de la empresa en la que participa¡±, dice la metodolog¨ªa del supervisor. De acuerdo con estas cifras, en Espa?a aument¨® desde los 6.700 millones registrados en 2017 hasta los 38.200 millones de 2018. Se trata del mejor dato desde 2008, cuando justo antes del estallido de la burbuja entraron en la econom¨ªa espa?ola unos 52.000 millones.
Las estad¨ªsticas no incluyen las inversiones meramente financieras, es decir, no recogen compras de cartera, bonos, tenencias de valor o capital riesgo. As¨ª que no se trata de un capital que salga con suma rapidez al menor atisbo de inestabilidad. Al contrario, estas inversiones constituyen inyecciones en vena destinadas a tomar una participaci¨®n, comprar una empresa, establecer una filial o inversiones inmobiliarias. Tardan m¨¢s en llegar, pero tienen unos objetivos m¨¢s a largo plazo vinculados a la marcha del PIB. En definitiva, tardan m¨¢s en irse porque representan una apuesta por una econom¨ªa que a¨²n avanza a ritmos superiores al resto de la zona euro.
Por el contrario, la inversi¨®n extranjera de cartera, aquella que es financiera y m¨¢s vol¨¢til, ha disminuido desde los 60.400 millones hasta los 36.800 millones. De hecho, en 2018 el Ibex 35 arroj¨® una ca¨ªda superior al 10%.
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