La Autoridad Fiscal pide un cambio radical del sistema p¨²blico de empleo para colocar m¨¢s parados
El organismo encargado de velar por las cuentas p¨²blicas propone integrar en una sola ventanilla las prestaciones de paro, las pol¨ªticas de reinserci¨®n y las ayudas sociales
La Autoridad Fiscal propone una revoluci¨®n de los servicios p¨²blicos de empleo para que coloquen m¨¢s parados. Presionado por Bruselas, el Gobierno de Rajoy encomend¨® al organismo que analizase el gasto en pol¨ªticas de empleo, aquellas dise?adas para mejorar la empleabilidad y que suponen un desembolso anual de 6.500 millones. En sus conclusiones, pide fusionar en una ventanilla ¨²nica estas pol¨ªticas, el control de la prestaci¨®n y las ayudas sociales; autonom¨ªa e incentivos para los funcionarios; un reparto de fondos seg¨²n resultados; la estandarizaci¨®n de datos para evaluarlos y extender las pr¨¢cticas m¨¢s eficaces; establecer m¨¦todos de clasificaci¨®n de parados e itinerarios para formarlos, y obligar a las empresas a comunicar sus vacantes.
Las Administraciones destinan unos 6.500 millones al a?o a pol¨ªticas activas de empleo. La Intervenci¨®n o el Tribunal de Cuentas ejercen de auditores y certifican que se cumpla con todos los requisitos legales al desembolsarlos. Sin embargo, no existe un an¨¢lisis detallado de sus costes y beneficios, de hasta qu¨¦ punto esos recursos se gastan de forma eficaz. Los expertos siempre han denunciado este hecho, que lleva a elaborar los presupuestos por pura inercia, sin que se reorienten los fondos hacia aquellas pr¨¢cticas que mejores resultados brinden. Seg¨²n el INE, ahora mismo solo un 2,1% de los asalariados dice haber encontrado su trabajo gracias a una oficina p¨²blica de empleo.
Con el objetivo de cambiarlo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ultima su informe sobre pol¨ªticas de empleo, conocido en la jerga como spending review. Aunque el organismo ha rehusado hacer comentarios, ya ha adelantado a las Administraciones afectadas sus conclusiones, a las que ha tenido acceso EL PA?S. Entre ellas, destaca el problema que han tenido en la Airef para poder evaluar de verdad lo que hacen las autonom¨ªas.
ASALARIADOS SEG?N EL PROMOTOR DE SU EMPLEO
En este ejercicio, la Autoridad Fiscal pod¨ªa cruzar los datos con el historial de los trabajadores en la Seguridad Social, de forma que se pudiese comprobar c¨®mo hab¨ªa mejorado su empleabilidad tras el paso por los servicios p¨²blicos de empleo. Sin embargo, a pesar de la colaboraci¨®n de las comunidades, faltaban datos homog¨¦neos y comparables. No hab¨ªa trazabilidad de los gastos y en muchas ocasiones se desconoc¨ªa en qu¨¦ se hab¨ªan empleado exactamente. Al estar dividido entre 17 autonom¨ªas, con unos sistemas inform¨¢ticos muy distintos, la informaci¨®n sobre los cursos o los itinerarios es parcial y de una calidad que var¨ªa mucho, se?ala el documento de presentaci¨®n de la Airef. Y se complica todav¨ªa m¨¢s cuando entran en juego lo que hacen las entidades locales o las entregas de fondos europeos. Todo ello ha impedido elaborar lo que en verdad se pretend¨ªa: una evaluaci¨®n exhaustiva de lo que funcionaba y de lo que no.
¡°No es posible tener identificado todo el dinero que se destina a pol¨ªticas activas de empleo en nuestro pa¨ªs¡±, dice el organismo que preside Jos¨¦ Luis Escriv¨¢. Por eso, ante todo, la Autoridad Fiscal subraya en sus conclusiones la necesidad de homogeneizar las bases de datos, avanzar en la digitalizaci¨®n e, incluso, marca una gu¨ªa de c¨®mo se deber¨ªa hacer. En definitiva, reclama crear una arquitectura com¨²n que permita saber qu¨¦ se hace y cu¨¢nto cuesta. Al poder comparar entre las pr¨¢cticas de distintas regiones y localidades, se puede ver qu¨¦ iniciativas resultan m¨¢s eficaces.
En esta l¨ªnea, tambi¨¦n pide que un mismo desempleado pueda ser atendido en varios sitios distintos de manera coordinada, gracias a la existencia de un expediente ¨²nico por demandante.
Pese a no poder llegar hasta donde quer¨ªa, la Airef s¨ª que esboza varias recomendaciones que implican cambios de calado en la manera en que trabajan las oficinas de empleo. Sobre todo al cotejarlas con los pa¨ªses que tienen un historial de mejores pr¨¢cticas y que, siendo comparables, han conseguido mejorar mucho sus servicios de recolocaci¨®n. Si bien estos pa¨ªses dedican m¨¢s recursos por parado que Espa?a, apunta la Airef.
Una de las principales recomendaciones va en la misma l¨ªnea que han instado organismos como el FMI. El Fondo habla de alinear los incentivos de las comunidades y la Administraci¨®n central. Es decir, las autonom¨ªas son las encargadas de controlar a los parados, pero no tienen ning¨²n inter¨¦s en vigilarlos porque no se gasta su dinero. En cambio, la Administraci¨®n central pone los fondos, pero no puede supervisar a los parados. Y esa separaci¨®n lastra el correcto funcionamiento del sistema. La Airef va un paso m¨¢s all¨¢ y defiende que todo ello se fusione en una misma ventanilla, en la que se gestione la prestaci¨®n social, las pol¨ªticas para reactivar al parado y, adem¨¢s, como una novedad, incluye las pol¨ªticas sociales. De manera que en un solo punto se dilucide qu¨¦ hacer con una persona desocupada: si en realidad lo que precisa es una ayuda social y no la recolocaci¨®n. En la actualidad, solo unas pocas comunidades integran las pol¨ªticas sociales con las de empleo.
Seg¨²n los hallazgos de la Autoridad Fiscal, semejante articulaci¨®n debe reforzarse con un sistema com¨²n que clasifique r¨¢pida y autom¨¢ticamente a los parados en funci¨®n de su empleabilidad, el llamado perfilado. Y a partir de ah¨ª que los orientadores traten con ellos y que se establezcan itinerarios de formaci¨®n. Debe haber un diagn¨®stico, un registro de las acciones que se toman, una tutor¨ªa continua y una comprobaci¨®n de lo que al final ha pasado con el desempleado.
M¨¢s efectivos y autonom¨ªa local
Para ello, la Airef observa que hace falta m¨¢s plantilla y con una mayor estabilidad. Debido a la elevada tasa de paro, hay menos funcionarios por desocupado, lo que congestiona el servicio e impide la atenci¨®n ¨®ptima. Sobre todo pide que se empleen m¨¢s orientadores y menos administrativos.?
Tambi¨¦n anima a que los orientadores visiten m¨¢s las empresas de la zona con el fin de ver cu¨¢les son sus necesidades de mano de obra y el perfil que requieren. Una pr¨¢ctica que ahora se hace pero no lo suficiente. En muchas ocasiones, existe por ejemplo la demanda de un curso de formaci¨®n, pero este no se recoge en un cat¨¢logo o cuesta convalidarlo.
La Airef considera necesario que las empresas obligatoriamente comuniquen a las oficinas p¨²blicas las vacantes que tengan, una exigencia que existe en otros pa¨ªses como Alemania y que en Espa?a se daba hace a?os.
El estudio avala la distribuci¨®n de los fondos entre comunidades por objetivos. Sin embargo, recalca que se deber¨ªan definir mejor. El reparto, concluye, no se encuentra bastante ligado a las tasas de reinserci¨®n, al gasto ejecutado o a la participaci¨®n de mujeres. El propio ciclo presupuestario hace que los recursos tarden en llegar. Y critica que se gaste una proporci¨®n elevada en bonificaciones a la contrataci¨®n.
Una idea revolucionaria que lanza la Airef es que se dote de autonom¨ªa a las oficinas de empleo. Que estas puedan gestionar su presupuesto, y dise?ar y agilizar sus propias estrategias e itinerarios. Incluso, recomienda que puedan innovar. Es m¨¢s, aboga por que los funcionarios puedan hasta cobrar incentivos por resultados, un modelo implantado en otros pa¨ªses. Por ¨²ltimo, sugiere que se aproveche la colaboraci¨®n p¨²blico-privada para reforzar la operativa de las oficinas locales formando y recolocando parados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.