Por qu¨¦ el gasto social subir¨¢ en Espa?a s¨ª o s¨ª
Ser¨¢ una dura pugna entre los n¨¢ufragos del austeritarismo y la jabata de una frugalidad sensata
El gasto p¨²blico bajar¨¢ en relaci¨®n con el PIB este cuatrienio, pero su componente de gasto social subir¨¢, prev¨¦ la Actualizaci¨®n del Programa de Estabilidad espa?ol, APE 2019-2022 presentado a Bruselas, como hemos destacado.
?Por qu¨¦? ?Por un capricho igualitarista del Gobierno? Una explicaci¨®n se halla en su capitulillo titulado ¡°Escenario a pol¨ªticas constantes¡±, es decir, si nada cambiase, an¨¢lisis que aumenta la transparencia del conjunto del ejercicio prospectivo.
Y si no se tocase nada, el d¨¦ficit en 2022 ser¨ªa de medio punto (40,2% de ingresos; 40,7% de gastos), en vez del proyectado equilibrio. Porque el grueso del gasto social viene casi obligado. Es de s¨ª o s¨ª.
En efecto, ¡°existe un gran consenso¡± en el Pacto de Toledo para ¡°retomar la revalorizaci¨®n de las pensiones con el IPC¡±, por lo que ¡°se va a producir en cualquier escenario futuro¡±. Y adem¨¢s, la retribuci¨®n de los funcionarios para 2020 est¨¢ ¡°amparada¡± por el acuerdo ya alcanzado ¡°y es previsible que se mantenga una senda¡± parecida.
De modo que las ¨²nicas medidas variables (para cuadrar el equilibrio) provendr¨¢n del ingreso. Sobre todo, de los nuevos impuestos.
Pero tambi¨¦n de la eliminaci¨®n de algunas exenciones, sobre todo en Sociedades ¡ªlos famosos agujeros del Emmental¡ª, ya proyectadas.
Es una v¨ªa practicable, quiz¨¢ m¨¢s masivamente y en varias figuras impositivas, como el IRPF o el IVA. As¨ª lo sugiri¨® el martes, ante los empresarios familiares, el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos: ¡°La existencia de elevados beneficios fiscales en nuestro sistema impositivo, derivados de la presencia de numerosas exenciones, deducciones y tipos especiales reducidos, que generan p¨¦rdidas importantes de recaudaci¨®n y distorsionan la eficiencia y la equidad del sistema¡±, ofrece ¡°m¨¢rgenes¡± para actuar, destac¨®.
Las previsiones del d¨¦ficit han recibido ya una primera visi¨®n cr¨ªtica ¡ªno demoledora, como dictan los talibanes de la caverna¡ª a cargo de la Airef. Solo una, pues el examen de la Comisi¨®n a¨²n no integra la promesa de nuevos ingresos impositivos por 5.654 millones para 2020.
La Autoridad Fiscal cree que el escenario macro del Gobierno es ¡°prudente¡±. Pero que las previsiones de ingresos ¡ªque la APE no detalla m¨¢s all¨¢ de 2.020¡ª ¡°ser¨ªan optimistas¡±. Y pues, que al final del per¨ªodo, en 2022, en vez de equilibrio presupuestario seguir¨ªamos en d¨¦ficit. Del 0,6% del PIB: un cuarto del actual, pero d¨¦ficit al cabo.
Esta va a ser una gran discusi¨®n en los pr¨®ximos meses. Y conviene que se haga con seriedad para que se estire la manga lo indispensable (socialmente) pero no m¨¢s que el brazo.
Ahora bien, el debate con Bruselas se centrar¨¢ m¨¢s sobre el d¨¦ficit estructural que sobre el nominal, al haber pasado Espa?a del brazo correctivo al preventivo del procedimiento.
Y ah¨ª se avecina una lucha t¨¦cnica de titanes, entre los economistas de la Comisi¨®n y la que fue su m¨¢s calificada t¨¦cnica en materia presupuestaria, Nadia Calvi?o. El ajuste estructural se fija en relaci¨®n con varios factores, entre ellos el output gap (brecha de producci¨®n: la diferencia entre el crecimiento actual y el m¨¢ximo potencial, a plena capacidad, de la econom¨ªa).
Pues lean: la APE desacraliza los c¨¢lculos tradicionales sobre el mismo; destaca c¨®mo var¨ªan seg¨²n sea el organismo que lo calcule (Comisi¨®n, OCDE, FMI); y subraya la volatilidad registrada por las previsiones de Bruselas en el pasado.
Ser¨¢ una dura pugna entre los n¨¢ufragos del austeritarismo y la jabata de una frugalidad sensata. Vayan comprando billete de entrada al espect¨¢culo de su propio bienestar futuro.
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