La OCDE urge a impulsar la participaci¨®n laboral de la mujer en Am¨¦rica Latina

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La mujer latina sigue a la cola del mercado laboral

?Por qu¨¦ las mujeres siguen conciliando m¨¢s que los hombres?

La informalidad y la baja participaci¨®n de la mujer en los mercados de trabajo son dos losas para los principales pa¨ªses latinoamericanos. La primera se traduce en la ausencia total de coberturas para el trabajador y en una menor recaudaci¨®n para el sostenimiento de los servicios p¨²blicos; la segunda, en un rasgo de desigualdad que lastra un crecimiento de por s¨ª m¨¢s bajo que en otros pa¨ªses emergentes. En este caldo de cultivo, la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) ha urgido este viernes a los Gobiernos de la regi¨®n a poner en marcha medidas que cierren la brecha de g¨¦nero y a atajar de una vez por todas los elevados ratios de trabajo informal, una disfunci¨®n com¨²n ¡ªcon distintos grados¡ª de Tijuana a Ushuaia.

Las cifras hablan por s¨ª solas. La tasa de participaci¨®n laboral de la mujer en Am¨¦rica Latina es en promedio 20 puntos porcentuales inferior a la de sus pares hombres, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT): solo una de cada dos mujeres participan en los mercados de trabajo regionales, frente a una ratio de tres de cada cuatro en el caso de los hombres. Las cifras mejoran, como reconoc¨ªa la propia OIT en su ¨²ltimo informe anual, pero a¨²n queda un largo trecho por recorrer hasta que se nivele la participaci¨®n de ambos sexos. Y esa menor participaci¨®n se traduce, a su vez, en menor ocupaci¨®n femenina: del 45% frente al 69% de los hombres.

La informalidad es igualmente preocupante: m¨¢s de la mitad de los trabajadores latinoamericanos acude cada d¨ªa a su puesto sin ning¨²n tipo de cobertura ni garant¨ªas, de las que s¨ª gozan los trabajadores registrados, como el acceso a la sanidad o la cotizaci¨®n para una futura pensi¨®n de retiro. Y ejerce de freno sobre la productividad en una regi¨®n que no est¨¢ ni mucho menos para tirar cohetes.

De ah¨ª el inter¨¦s de la OCDE en su ¨²ltima edici¨®n del informe anual Going for Growth, un libreto de recomendaciones a todos los pa¨ªses miembros de la organizaci¨®n ¡ªque re¨²ne en su seno a las econom¨ªas m¨¢s industrializadas del mundo, entre ellas M¨¦xico, Colombia y Chile¡ª y a un ramillete de naciones que, pese a no formar parte, son analizadas ¡ªcon Brasil, Argentina y Costa Rica como grandes exponentes latinoamericanos¡ª. Los consejos de pol¨ªtica p¨²blica son individuales y distan mucho entre unos y otros, pero la preocupaci¨®n por la equidad del mercado laboral regional y la informalidad son una constante.

M¨¦xico, la segunda econom¨ªa de la regi¨®n y la cuarta m¨¢s grande del continente americano ¡ªa pesar de que las condiciones de su mercado laboral (formalidad, salarios y derechos laborales, como vacaciones), distan mucho de lo que cabr¨ªa esperar para su nivel de renta¡ª centra buena parte de la zozobra regional. Tanto en lo tocante a la incorporaci¨®n femenina al trabajo ¡ª"la media de horas trabajadas est¨¢ entre las m¨¢s altas de la OCDE, pero la baja participaci¨®n de la mujer reducen la contribuci¨®n del empleo sobre el crecimiento"¡ª como en lo referente a la informalidad ¡ª"que persiste y arrastra consigo a la productividad y el crecimiento econ¨®mico, y constituye una fuente de desigualdades en el ingreso y en el acceso a los servicios p¨²blicos"¡ª.

Para poner coto a la galopante tasa de empleo informal en M¨¦xico (que roza el 60%, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles), los t¨¦cnicos de la organizaci¨®n llaman al Gobierno a reducir las contribuciones a la seguridad social de los trabajadores de menor cualificaci¨®n, y a mejorar los servicios p¨²blicos de cuidado de los m¨¢s peque?os. Tambi¨¦n a la simplificaci¨®n de las regulaciones fiscales y regulatorias, y a aumentar el n¨²mero de inspectores que velan por su cumplimiento.

Una conclusi¨®n similar se desprende del an¨¢lisis de Costa Rica, donde la informalidad sigue siendo "elevada" para los est¨¢ndares de la OCDE y donde ¡ªaunque sus autoridades acaban de tomar cartas en el asunto¡ª a diferencia de otros pa¨ªses de la regi¨®n, no ha disminuido. En el caso del pa¨ªs centroamericano, la receta pasa, seg¨²n el organismo dirigido por el mexicano ?ngel Gurr¨ªa, por "fortalecer la aplicaci¨®n de las regulaciones laborales" y, sobre todo, por "garantizar a los inspectores la facultad de imponer sanciones".

Para Colombia el mensaje es claro: debe reducir las barreras a la formalidad. Y subraya que "no se ha tomado ninguna acci¨®n" en ese sentido. "Los altos costes no laborales, en combinaci¨®n con complejos y costosos sistemas para declarar trabajadores formales promueven la informalidad, contribuyendo a altos niveles de desigualdad y baja productividad". Un duro aviso que deber¨ªa encender las alarmas en Bogot¨¢.

Una llamada a la igualdad en el cono sur

En el caso de Argentina, donde la tasa de participaci¨®n laboral de la mujer es de solo el 51%, 27 puntos menos que la masculina, el think tank de los pa¨ªses ricos llama a "facilitarla", lo que tendr¨ªa un "impacto significativo sobre el crecimiento y reducir¨ªa la desigualdad". Entre las recomendaciones sugeridas por sus especialistas al Gobierno de Mauricio Macri ¡ªque en octubre se enfrentar¨¢ a las urnas en unas elecciones en las que esta cuesti¨®n sigue fuera de la agenda¡ª destaca la promoci¨®n de un esquema que luche contra las diferencias salariales por sexos, la mejora en el acceso a las guarder¨ªas para ni?os menores de tres a?os, la reducci¨®n de los "desincentivos fiscales" que frenan la incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo, la inversi¨®n en pol¨ªticas activas de empleo especialmente dirigidas al colectivo femenino y la igualaci¨®n de los permisos de paternidad y maternidad ¡ªhoy, de solo dos d¨ªas para el padre y de tres meses para la madre¡ª. Buenos Aires, subraya la OCDE, tambi¨¦n debe "promover la diversidad de g¨¦nero en las posiciones de liderazgo, tanto en el sector p¨²blico como en las empresas, mediante la promoci¨®n de la transparencia y el establecimiento de objetivos [cuotas]".

La participaci¨®n laboral de las mujeres chilenas es a¨²n m¨¢s baja que en Argentina, con el 48,5%, y la OCDE pide a Chile que incentive su inserci¨®n en el mercado como una forma de reducir el desempleo, informa Federico Rivas. El informe destaca que hasta 2017 el Gobierno hab¨ªa sumado 38.000 ni?os de hasta cinco a?os al sistema educativo como una forma de reducir la carga horaria de las madres que deseen trabajar. Pero pide tambi¨¦n que promueva una educaci¨®n de calidad y que las instituciones extiendan su horario de apertura en los barrios m¨¢s pobres y en las poblaciones rurales. El ente con sede en Par¨ªs alerta, asimismo, sobre la necesidad de eliminar los problemas que encuentran las mujeres para ingresar a un mundo universitario dominado por hombres, base de un ¡°estereotipo de g¨¦nero¡± que pone en duda sus capacidades acad¨¦micas. En cualquier caso, tanto para Argentina como para Chile, el desaf¨ªo es igualar las posibilidades de inserci¨®n de las mujeres al mercado de trabajo, hoy lastradas por miradas relacionadas con el cuidado del hogar y problemas para acceder a una formaci¨®n de calidad, sobre todo en los segmentos m¨¢s vulnerables. Una tarea que, de no acelerar pronto, tardar¨¢ a¨²n varios a?os en ser completada.