El pulso judicial entre Orcel y el Santander: muchas inc¨®gnitas y 110 millones en juego
El conflicto con el ejecutivo que iba a dirigir el banco se centran en la validez del precontrato y las condiciones del fichaje
A finales de julio, el Banco Santander entregar¨¢ al juzgado de la Plaza de Castilla de Madrid la voluminosa documentaci¨®n con sus respuestas a las acusaciones que ha lanzando Andrea Orcel. El directivo de UBS iba a ser consejero delegado de la entidad c¨¢ntabra, su fichaje se frustr¨® cuatro meses despu¨¦s de anunciarse y ha demandado al banco. Con la respuesta del Santander, dar¨¢ comienzo uno de los juicios bancarios llamado a convertirse en un polo de atracci¨®n medi¨¢tica: uno de los ejecutivos estrella de la banca de inversi¨®n europea luchar¨¢ contra el banco espa?ol m¨¢s grande y, en medio, 110 millones de euros reclamaci¨®n.
La tormenta empez¨® el pasado 15 de enero, cuando el Santander dijo que Orcel (Roma, 1963), ya no ser¨ªa consejero delegado del grupo ¡°por su coste inaceptable¡±. Con estas palabras, el Santander rectific¨® su anuncio oficial del 25 de septiembre de 2018 donde lo proclam¨® a bombo y platillo. Lo que pas¨® en aquellos casi cinco meses de negociaci¨®n todav¨ªa es un misterio. Fue un viaje desde el entusiasmo, ¡ªque se reflejaba hasta en el rostro de la presidenta Ana Bot¨ªn, fotografiada para la presentaci¨®n¡ª, hasta la frustraci¨®n que supone iniciar un pleito que desgastar¨¢ a ambas partes.
Lo cierto es que tras el fallido fichaje, las dos partes iniciaron unas negociaciones que terminaron el 24 de mayo, cuando Orcel present¨® una demanda contra al Santander y le reclam¨® 110 millones de euros por da?os y perjuicios, el doble de lo que hubiera costado su fichaje.
Demandar al Santander y cobrar de UBS
A la vez que demandaba al Santander, Orcel reclam¨® a UBS su bonus diferido de unos 52 millones, un cobro al que ten¨ªa derecho al dejar de trabajar en esa firma suiza si no iba a un banco competidor. UBS ha accedido a pag¨¢rselo, como public¨® El Confidencial. Pero si lo cobra, Orcel tendr¨¢ que estar siete a?os sin trabajar. A los 56 a?os, deber¨ªa aparcar su carrera.
Los 52 millones que ten¨ªa Orcel acumulados en bonus en UBS, donde trabaj¨® entre 2012 y 2018, son precisamente el caballo de batalla con el que arranc¨® toda la disputa: el Santander sostiene que accedi¨® a ficharle con la condici¨®n de que la mitad de ese importe lo pagara UBS, algo que la firma suiza se neg¨® a hacer. Tambi¨¦n deb¨ªa contar con el placet del Banco Central Europeo (BCE) y la aprobaci¨®n del consejo de administraci¨®n y de la junta de accionistas para que el fichaje fuera firme. Pero a medida que la negativa de UBS a pagar parte del bonus se hac¨ªa m¨¢s firme, las negociaciones se torcieron hasta llegar a un punto irreconciliable.
Sin embargo, ah¨ª las versiones difieren. Orcel afirma que el Santander se ofreci¨® pagarle un paquete de hasta 52 millones en su abortado intento de reclutarlo. Sostiene que el banco tendr¨ªa que abonarle el importe de todo el bonus si UBS se negaba a hacerlo, con un pago de 35 millones en acciones y de 17 millones como bonus de incorporaci¨®n. El directivo asegura que esta oferta est¨¢ en un documento, firmado por el secretario general del banco, Jaime P¨¦rez Renovales, como public¨® Vozp¨®puli.
La carta, fechada el 24 de septiembre, ser¨¢ un escrito clave en la causa. Para la entidad es una carta-oferta condicionado, sin valor contractual, y para el italiano tiene la fuerza de un contrato oficial. Orcel nunca dej¨® de ser empleado de UBS ya que durante seis meses se le aplic¨® el garden leave, periodo en el que un empleado deja de trabajar para la entidad en la que estaba contratado tras anunciar que se marcha, pero tampoco puede ir a la nueva empresa.
Una prueba de riesgo para el Santander
El juicio pondr¨¢ a prueba el funcionamiento interno del Santander. Y el mercado estar¨¢ atento. El banco deber¨¢ demostrar que realiz¨® todo el procedimiento con las cautelas debidas, es decir, los condicionantes de la contrataci¨®n que supuestamente Orcel acept¨®, o si fue un intento de fichaje voluntarioso que se envenen¨®. El banco asegura que podr¨¢ demostrar que tras el contacto inicial de Ana Bot¨ªn con Orcel, este se entrevist¨® con todos los consejeros implicados en su llegada (toda la comisi¨®n de Nombramientos) y as¨ª deber¨¢ estar reflejado en las actas de los consejos de septiembre y diciembre de 2018 y en la de enero de 2019.
Orcel tambi¨¦n tendr¨¢ que explicar por qu¨¦ reclama 52 millones a UBS y 110 millones al Santander, lo que supone pedir dos veces el mismo dinero, ya que en los 110 millones que pide al banco de Botin se incluye el bonus que no cobr¨® en UBS. El prestigio del banquero se deteriorar¨¢ si pierde, pero la presi¨®n para Ana Bot¨ªn tambi¨¦n alta, sobre todo si es condenada a abonar una cantidad relevante por un fichaje que no ha hecho.
Del idilio al enfrentamiento, en cuatro meses
25 de septiembre de 2019. El Santander anuncia mediante un hecho relevante un nuevo n¨²mero dos para el grupo: Andrea Orcel, procedente de UBS. Jos¨¦ Antonio ?lvarez, que era el consejero delegado, pasar¨ªa a ser vicepresidente ejecutivo, seg¨²n los planes iniciales.
15 de enero de 2019. La entidad presidida por Ana Bot¨ªn anuncia la renuncia a fichar a Orcel "por su coste inaceptable" despu¨¦s de que UBS no se hiciera cargo de una parte del bonus del ejecutivo italiano, que ascend¨ªa a 52 millones de euros. ?lvarez regres¨® a su puesto de consejero delegado.
19 de marzo. Orcel contrata al bufete De Carlos Rem¨®n para demandar al Santander.
3 de mayo. El banquero italiano advierte, en una entrevista al Financial Times, que no dejar¨¢ "pasar las cosas" porque el Santander no obr¨® bien.
24 de mayo. Orcel reclama 110 millones de euros por da?os y perjuicios al Santander.
Final de julio. Esta es la fecha tope para que el Santander responda a la demanda civil ante la jueza decana de los juzgados de Plaza de Castilla, Mar¨ªa Jes¨²s del Barco.
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