El nuevo capitalismo: crecen las empresas en p¨¦rdidas que salen a Bolsa
El debut en Wall Street de muchas tecnol¨®gicas se asocia a las altas expectativas de generar ganancias en el futuro
WeWork se sumar¨¢ a la larga lista de empresas que se estrenan en Wall Street perdiendo dinero si su accionista mayoritario, SoftBank, no retrasa su debut burs¨¢til como pretende. Uber, Lyft, Pinterest, Slack o Beyond Meat son otros unicornios (compa?¨ªas valoradas en m¨¢s de mil millones de d¨®lares, unos 900 millones de euros) que llegaron este a?o al parqu¨¦ con las cuentas en negativo. Y pese a estar lejos de ser rentables, estos valores suelen tener un rendimiento mejor que las compa?¨ªas que ganan dinero. La secuencia recuerda al frenes¨ª antes de que reventara la burbuja de las puntocom hace casi dos d¨¦cadas. Pero todo tiene un l¨ªmite.
La proporci¨®n de empresas que no son rentables crece desde el fin de la crisis. Es un reflejo de la tolerancia que tienen los inversores cuando creen que hay potencial para que un negocio crezca y haga dinero. Como si se encontraran c¨®modos dando espacio a sus gestores para que hagan aumentar los ingresos, sacrificando la rentabilidad a corto plazo por un mayor gasto en investigaci¨®n, desarrollo y marketing.
Es lo que pas¨® con Amazon. Ten¨ªa p¨¦rdidas de 240 millones de d¨®lares (217,5 millones de euros) al cierre de 2014. La compa?¨ªa de comercio electr¨®nico era t¨¦cnicamente rentable. Pero Jeff Bezos opt¨® por invertir todo lo que ganaba en ampliar su entramado log¨ªstico y la infraestructura de gesti¨®n de datos. Los accionistas le dieron un voto de confianza y en 2018 cerr¨® las cuentas con un beneficio de 10.100 millones. Algo similar sucede con Tesla. Elon Musk asegura que sus coches el¨¦ctricos podr¨ªan ser rentables si quisiera. Lo fueron en el tercer trimestre del pasado ejercicio, cuando se anot¨® casi 255 millones, despu¨¦s de perder 670 en el mismo periodo de 2017. Pero el efectivo que genera lo destina a ganar escala, innovar y lanzar nuevos modelos.
El 80% del centenar de empresas que llegaron al parqu¨¦ en 2017 registraron p¨¦rdidas en los 12 meses previos al estreno. Ese a?o se super¨® el pico de la burbuja tecnol¨®gica de 2000. Si se toman de referencia las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, cerca de cuatro de cada diez compa?¨ªas perd¨ªan dinero en el estreno burs¨¢til. Es particularmente notable en el sector tecnol¨®gico y el biotecnol¨®gico.
Esta tendencia evoca paralelismos con el fervor que se vivi¨® hace dos d¨¦cadas con las puntocom. Muchas de ellas fracasaron, como el portal Pets.com. Chewy trata ahora de afianzarse como la plataforma online de referencia para las mascotas. La diferencia entre ambas est¨¢ en los ingresos.
Las tecnol¨®gicas que llegan ahora al parqu¨¦ suelen ser m¨¢s maduras que las puntocom de entonces. Sus ventas medias son diez veces superiores. Las ofertas p¨²blicas de venta (opv) se sustentan, adem¨¢s, sobre la idea del ¡°efecto red¡±, es decir, el valor se atribuye al potencial que tienen de acumular usuarios en una fase incipiente. Cuanta m¨¢s gente usa sus servicios, m¨¢s atractiva se hace la plataforma porque en teor¨ªa tendr¨¢ m¨¢s valor para repartir entre los accionistas en un futuro. Pero es un ejercicio conceptual. Porque el valor puede esfumarse r¨¢pido si el inversor llega a la conclusi¨®n de que la plataforma no alcanza la masa cr¨ªtica que necesita para generar liquidez o competir con nuevos rivales.
Todo cambia r¨¢pido. El servicio de almacenamiento de datos Dropbox empez¨® a cotizar con p¨¦rdidas superiores a 110 millones. Logr¨® reducir el rojo a la mitad en un a?o y rondaba los 325 millones de beneficio en 2015. Pero las p¨¦rdidas volvieron a dispararse a 485 millones en 2018 con unos ingresos de 1.390 millones.
Nunca antes el mercado fue tan tolerante con las empresas que pierden dinero. El mejor ejemplo es Beyond Meat. Su acciones debutaron el pasado 2 de mayo y pasaron de 45 d¨®lares a un m¨¢ximo de 240 d¨®lares, aunque se moderaron en 165 d¨®lares. Hay una docena de nuevas cotizadas, como Zoom Video Communications, que se apreciaron m¨¢s de un 85%.
Decepciones
Y aunque el mercado de las opv este a?o est¨¢ siendo bueno y alimentando el alza de Wall Street, tambi¨¦n hubo notables decepciones. Uber y Lyft son las m¨¢s sonadas. Arrastran ca¨ªdas pr¨®ximas al 30% en su etapa como cotizadas, precisamente por las dudas sobre su rentabilidad futura. Tambi¨¦n tiene problemas Slack, que cotiza por debajo de la oferta. ¡°Crecer es la prioridad¡±, insiste Stewart Butterfield, su consejero delegado. Para ello debe gastar m¨¢s para crear nuevas funciones para sus clientes y atraer negocios al servicio del chat. Los analistas recuerdan, sin embargo, que como compa?¨ªa privada puede crecer a cualquier coste. Pero una vez que cotiza, ese crecimiento debe hacerse a un ¡°coste razonable¡±.
Las ofertas burs¨¢tiles eran tradicionalmente una v¨ªa para captar dinero fresco para financiar la expansi¨®n y dar visibilidad a los negocios, como est¨¢ haciendo Beyond Meat. Ahora, sin embargo, las opv son m¨¢s bien una transacci¨®n que utilizan los primeros propietarios para hacer caja y recuperar la inversi¨®n inicial.
John Foley, el consejero delegado de las bicicletas est¨¢ticas Peloton, es otros de los ejecutivos que proclama que su compa?¨ªa es rentable. La informaci¨®n entregada a los reguladores en su oferta p¨²blica, sin embargo, revela que acumula p¨¦rdidas de 450 millones en los tres ¨²ltimos ejercicios. Es m¨¢s, el folleto muestra que nunca gan¨® dinero desde su creaci¨®n en 2012.
Es posible, como en el caso de Tesla, que una compa?¨ªa emergente pueda ganar dinero durante unos meses. Otra cosa distinta es que esa rentabilidad pueda sostenerse. Si la rentabilidad futura de Peloton no est¨¢ clara, mucho menos la de WeWork y eso crea escepticismo. Sus cuentas muestran que pierde el equivalente a 5.200 d¨®lares por cliente (1.900 millones de d¨®lares en 2018).
Dudas con WeWork
El modelo de negocio de WeWork no es tan complicado como el de Uber o Lyft. La compa?¨ªa de alquiler de espacios de oficinas gestiona 528 edificios que generaron ingresos por valor de 1.800 millones. Es el doble que hace un a?o y este ritmo de crecimiento suele gustar a los inversores. Pero por cada d¨®lar que ingresa, gasta dos para operar. El folleto no explica c¨®mo va a revertir la tendencia. A diferencia de otras firmas emergentes, WeWork tiene un competidor con negocio similar que cotiza: la suiza IWG, con una valoraci¨®n de mercado diez veces inferior y siendo rentable desde hace a?os.
Como dicen los expertos, la oportunidad de poner pie en la pr¨®xima Amazon, Google o Facebook es algo muy tentador para los inversores. Pero no todos los valores que llegan al parqu¨¦ est¨¢n a la altura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.