El amo espa?ol del pl¨¢stico
La empresa valenciana Caiba produce 1.500 millones de envases para alimentaci¨®n y factura casi 90 millones
Jos¨¦ Luis Ba?os est¨¢ muy enfadado porque, dice, el pl¨¢stico es el enemigo p¨²blico n¨²mero uno, ¡°pero a nadie le interesan las explicaciones t¨¦cnicas sobre el asunto¡±. Hijo del fundador de la empresa valenciana Caiba y actual consejero delegado, Ba?os lleva las riendas de un grupo que produce 1.500 millones de botellas pl¨¢sticas cada a?o para la industria alimenticia ¡ªlo que se traduce en 89 millones de euros en ventas¡ª y es el segundo mayor fabricante de Espa?a en su clase tras la estadounidense Plastipak.
Ba?os se encuentra en una situaci¨®n compleja, igual que todo su sector: su empresa va bien, con clientes estables y una producci¨®n avalada por a?os de historia, pero el cerco al odiado material puede depararle un futuro que quiz¨¢ no espera. Sentado en una gran mesa de reuniones en sus impecables oficinas de Valencia, Ba?os sostiene una botella vac¨ªa y repite que ¡°vale mucho dinero¡±, y cree que la soluci¨®n pasa por f¨®rmulas para mejorar el reciclaje. ¡°Hay sistemas para todos los gustos. En Alemania, por ejemplo, el consumidor paga el envase cuando lo compra y le reembolsan su importe al devolverlo¡±. Tambi¨¦n habla de bonificaciones en impuestos aplicadas por otros pa¨ªses a ciudadanos concienciados.
As¨¦pticas como un laboratorio, sus instalaciones son la base de un negocio que naci¨® en 1955 como distribuidora de carb¨®n. Jos¨¦ Luis, su padre, pronto oli¨® el rastro de los nuevos tiempos en la fabricaci¨®n de pol¨ªmeros y en 1967 Caiba fue la primera empresa en sacar al mercado una botella para envasar aceite ¡ªtodav¨ªa conservan a su primer cliente, Aceites del Bajo Arag¨®n y Coloniales (Abaco)¡ª. A partir de entonces el desarrollo de estos productos fue explosivo, igual que el crecimiento de Caiba. Ahora, con un mundo inundado de residuos y el cambio clim¨¢tico enviando alertas dram¨¢ticas, Ba?os dice que hoy por hoy, el pl¨¢stico PET (polietilentereftalato) que ellos fabrican, ¡°es la opci¨®n m¨¢s ecol¨®gica del mercado¡±.
Seg¨²n ANEP, el lobby de los productores de este tipo de material, se duda de su reciclabilidad, pero ¡°por su condici¨®n de termopl¨¢stico es totalmente reciclable y es utilizado en diversas aplicaciones¡±. Puede volver a la vida como materia prima para nuevos envases, prendas textiles, calzado o bases de pinturas de poliuretano. Pero, volviendo al inicio, la industria tiene un problema formidable: que el sistema funcione sin aumentar los residuos. ¡°Para 2020 estaremos usando 3.500 toneladas de [materia prima para] PET recicladas en la fabricaci¨®n, este a?o ya son 1.200 toneladas¡±, explica el consejero delegado de Caiba. Para su producci¨®n actual necesitan 40.000 toneladas de materia prima, de modo que ahora solo el 4% procede de material reutilizado. ¡°El problema es que no hay, no podemos conseguir PET reciclado en grado alimentario. El 90% lo importamos, la demanda duplica a la oferta y es un 40% m¨¢s caro¡±.
El reloj avanza y pronto el sector tendr¨¢ que cumplir con una directiva europea que obligar¨¢ a que, a partir de 2025, los envases tengan un porcentaje de material reutilizado del 25%. La industria europea tiene unos desaf¨ªos muy grandes, cree Ba?os. ¡°Hay que trabajar para una econom¨ªa circular. No se pueden plantear soluciones para contentar a la opini¨®n p¨²blica con pol¨ªticas de gestos¡±. Para ¨¦l uno de esos gestos ser¨ªa prohibir las botellas de pl¨¢stico. ¡°El debate est¨¢ mal enfocado: no es un problema de materiales, sino de residuos, de su gesti¨®n. Una botella no es un envase de un solo uso, y eso hay que trasladarlo a la gente. La industria europea pl¨¢stica emplea a 1,5 millones de personas y factura 350.000 millones¡±.
Caiba es, en ese contexto, un actor mediano que ha ido creciendo centrada en la alimentaci¨®n, creando productos para sustituir otros menos eficientes. En 1998 inauguraron la planta de Alcal¨¢ la Real, en Ja¨¦n, porque quer¨ªan estar cerca de las empresas aceiteras a las que serv¨ªan. En 2016 dieron entrada a un socio financiero, el fondo de capital riesgo Nazca que, a trav¨¦s de la empresa Pack New Co, compr¨® el 76% del capital. La gesti¨®n sigue en manos de la familia. ¡°Entendemos que una sociedad de capital riesgo tiene una vida limitada, de entre cinco y siete a?os, dentro de una empresa como la nuestra¡±, admite Ba?os. Nazca lleva en el consejo tres ejercicios, pero el directivo cree que no se ir¨¢n de inmediato. ¡°Tenemos un proyecto: llegar a 100 millones en ventas en 2021 y a 15 millones de resultado de explotaci¨®n¡±. Cuando entr¨® Nazca, Caiba facturaba 72 millones.
M¨¢s que f¨¢bricas
No solo tienen esas dos f¨¢bricas: una decena de clientes, como empresas de bebidas, tienen l¨ªneas de maquinaria de Caiba en sus propias instalaciones para transformar lo que llaman las ¡°preformas¡± de las botellas (una especie de cilindros de peque?o tama?o) en el envase final. De este modo se ahorran el coste del transporte. Con 210 trabajadores, han incorporado a 21 personas este a?o y esperan crecer un 5% en facturaci¨®n. En un sector muy competitivo, creen que su ventaja sobre los rivales est¨¢ en el conocimiento que les da su larga trayectoria. ¡°Hemos sido pioneros en el estudio de retirada de aditivos; trabajamos con los clientes para mejorar lo que llamamos el ecodise?o, de modo que el envase sea lo m¨¢s ecol¨®gico posible¡±. Y para crecer no se plantean salir a Bolsa ¡ªcomo acaba de hacer otra empresa de su sector, Kompuestos¡ªsino que tantean la posibilidad de comprar empresas que les complementen, pero siempre siguiendo una regla comercial: que ninguno de sus clientes, ahora 800, suponga m¨¢s de un 5% de la facturaci¨®n, algo que les obliga a trabajar con vol¨²menes m¨¢s peque?os y tecnolog¨ªas distintas.
Por ahora, las im¨¢genes de mares de pl¨¢stico no contradicen su cuenta de resultados. Preguntado por si no ser¨¢ insostenible su empresa si el material que genera no vuelve a la cadena, Ba?os contesta escuetamente: ¡°Correcto¡±. E insiste: ¡°Hay que pensar y actuar de una manera distinta. Hoy no hay ninguna alternativa m¨¢s ecol¨®gica que el pl¨¢stico¡±.
Las diez compa?¨ªas de Nazca
Carlos Carb¨® y ?lvaro Mariategui fundaron Nazca en 2001 como un fondo de capital riesgo orientado a invertir en empresas medianas y peque?as. Tras entrar y salir de firmas como Rodilla o Lizarr¨¢n, contabilizan ya 29 inversiones directas en compa?¨ªas, 17 adquisiciones de empresas desde sus participadas y 19 desinversiones. El dinero procede de varios fondos que est¨¢n en manos principalmente de inversores institucionales internacionales. Ahora, su cartera de participadas est¨¢ formada por Caiba y otras nueve compa?¨ªas: Cinelux (de iluminaci¨®n en cine y TV), Grupo OM (comunicaci¨®n visual y merchandising), FoodBox (restauraci¨®n), Distribuciones Juan Luna (alimentaci¨®n), McBath (platos de ducha), Phibo (implantes dentales), Herbex (hierbas arom¨¢ticas), Terratest (construcci¨®n) y Diater (biofarmacia).
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