La deuda se llama Guindos
El vicepresidente del BCE no debe aplicar distintas varas de medir al ministro que fue y a los rivales pol¨ªticos que lo sucedieron, ser¨ªa hacer partidismo desde el banco central
La Comisi¨®n opina que el nivel de la deuda p¨²blica espa?ola baja ¡°de forma lenta¡±. El BCE y el FMI tambi¨¦n alertan. No gritan, pero reclaman prudencia. Con razones. En caso de recesi¨®n repentina, los m¨¢s endeudados disponen de menor ¡°espacio fiscal¡±: para emitir m¨¢s deuda y afrontarla con inversiones reactivadoras. Y los mercados son vol¨¢tiles, los especuladores contagian sus miedos en manada, como en la ¨²ltima gran crisis.
Pero conviene guardar ponderaci¨®n. Y evitar el conflicto de inter¨¦s ideol¨®gico. El exministro de Econom¨ªa con Mariano Rajoy y actual vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, enfatiza las alertas. Un d¨ªa reclama ¡°colchones fiscales para preparar la siguiente crisis¡± pues suelen ser ¡°particularmente importantes en pa¨ªses con elevada deuda p¨²blica¡± (5/10).
Otro, que ¡°los tipos de inter¨¦s no van a ser siempre tan favorables¡± (13/12). Deber¨ªa cuidar la coherencia, pues no hace tanto, a¨²n ministro, ensalzaba la calidad de la deuda espa?ola: ¡°Es tan relevante, que l¨®gicamente no necesita pagar a ning¨²n agencia de r¨¢ting¡± (23/1/2018).
La credibilidad requiere recordar que una cosa es predicar (por ejemplo, hoy) y otra dar trigo (ayer). El disparo exponencial de la deuda p¨²blica se produjo bajo el mandato de Guindos. La triplic¨® desde su nivel m¨¢s bajo (35,8% del PIB en 2007, con Zapatero) y le a?adi¨® 30 puntos: recibi¨® la correcta herencia de una deuda situada en el 69,9% (final de 2011) y la entreg¨® deteriorada (hasta la cima hist¨®rica del 99,2%) a su sucesor en el primer trimestre de 2018.
Es verdad que aquel Gobierno debi¨® afrontar pagos retenidos a proveedores y culminar el rescate bancario iniciado por sus antecesores: pero no pide benevolencia quien no la otorga a quien le antecedi¨® en los peores momentos, las dos puntas de la Gran Recesi¨®n (2008 y 2011).
As¨ª que Guindos apellida al nivel m¨¢s alto de la deuda espa?ola en este siglo. Desde el supervisor europeo, no debe aplicar distintas varas de medir al ministro que fue y a los rivales pol¨ªticos que le antecedieron o sucedieron, ser¨ªa hacer partidismo desde el banco central. El pecado de poca independencia es mortal, seg¨²n sus Estatutos.
Sobre el fondo de la cuesti¨®n, lean a un economista ortodoxo, como Kenneth Rogoff: ¡°Hay buenas razones para invertir ahora en proyectos de infraestructura y educativos; mientras los Gobiernos sigan criterios de gesti¨®n razonables, los baj¨ªsimos tipos de inter¨¦s actuales ofrecen grandes oportunidades¡± (PS, 6/12). Si no se exagera.
Discutamos qu¨¦ parte del enorme ahorro en la factura (media) de la deuda (que se ha reducido en ocho a?os del 4,07% al suelo r¨¦cord del 2,19%) debe aplicarse a reducir su cuant¨ªa, y cu¨¢l al relanzamiento.
Los superrigoristas ordoliberales alemanes reclaman que todo a sanear; los expansionistas, que a acelerar la econom¨ªa, como pretende desesperadamente Jap¨®n. Su ¨²ltimo e ingente plan de est¨ªmulos recargar¨¢ a¨²n m¨¢s su abultada deuda (238% del PIB en 2018), aunque est¨¢ en manos nacionales, menos proclives a especular. Habr¨¢ alg¨²n punto medio sensato, ?no?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.