Atrapados en la deuda eterna de las ¡®revolving¡¯
Afectados, asociaciones y despachos de abogados auguran un alud de pleitos tras la sentencia del Supremo
Dos ni?os peque?os. Una hipoteca a inter¨¦s variable. Dos sueldos cuasimileuristas. La cosa nunca estuvo para tirar cohetes, pero Silvia Fern¨¢ndez y Manuel Sober¨®n manten¨ªan su casa en Llanes (Asturias) con cierta holgura. Ten¨ªan dos tarjetas de bancos y otra de Carrefour que usaban de vez en cuando. Pero entonces estall¨® la crisis, el eur¨ªbor se puso por las nubes y, para acabar de formar la tormenta perfecta, Manuel se qued¨® en paro. Empezaron a tirar de cr¨¦dito. ¡°Nunca gastamos en irnos de vacaciones ni nada de eso. En mi casa nunca hemos vivido por encima de nuestras posibilidades¡±, dice Silvia, pescadera en un supermercado. ¡°Lo pasamos realmente mal¡±, resume.
Casi sin darse cuenta, empezaron a usar el cr¨¦dito de una tarjeta para pagar otro cr¨¦dito, en una vor¨¢gine de la que cada vez parec¨ªa m¨¢s dif¨ªcil salir. ¡°T¨² vas pagando cuotas, pero no amortizas pr¨¢cticamente nada. Solo pagas y pagas intereses¡±. Y la bola iba creciendo. Tuvieron que vender su casa e irse de alquiler. Silvia recuerda que cuando llam¨® al abogado Celestino Garc¨ªa Carre?o en 2016 no pod¨ªa dejar de llorar. Llevaba ¡°media vida pagando¡± y la salida del pozo no se ve¨ªa m¨¢s cerca. Reconoce que ¡°fue un error no leer la letra peque?a¡±, pero sentencia: ¡°Cuando est¨¢s asfixiado y necesitas dinero, te da igual¡±. Presentaron tres demandas por las tres tarjetas (dos contra WiZink y una contra Carrefour). Recuperaron 28.000 euros.
¡°No sab¨ªa que exist¨ªa una ley contra la usura¡±, dice Silvia. Una ley promulgada en 1908 en la que se bas¨® la juez de Llanes que conden¨® a WiZink. La pareja hab¨ªa contratado una tarjeta con un TAE que lleg¨® al 27,24%, es decir, ¡°un inter¨¦s notablemente superior al normal del dinero¡± y ¡°manifiestamente desproporcionado¡±, seg¨²n la sentencia, de febrero de 2019. Esta semana el Tribunal Supremo ha zanjado la discrepancia a la hora de determinar qu¨¦ es usura. Un 27% ¡ªel caso que se dirim¨ªa tambi¨¦n era de WiZink¡ª lo es, porque supera la media de este tipo de cr¨¦ditos (ronda el 20%), que ¡°es ya muy elevado¡±. Asociaciones de usuarios y despachos de abogados prev¨¦n un alud de pleitos porque hay cientos de miles de afectados, aseguran.
Este tipo de tarjetas se conocen como revolving o de pago aplazado. Se hicieron muy populares durante la crisis porque eran gratuitas y ofrec¨ªan cr¨¦dito r¨¢pido que pod¨ªa devolverse en ¡°c¨®modos plazos¡±. Muchos desconoc¨ªan no solo los elevados intereses reales que les aplicaban, sino su perverso funcionamiento. Cuando la cuota mensual es muy baja ni siquiera se cubren los intereses, que se van sumando al principal y se genera una bola de nieve. Algunas entidades llegaron a poner un tope a esa cuota, es decir, no quer¨ªan que el cliente les devolviera el dinero demasiado pronto. El Banco de Espa?a ha alertado de que en muchos casos la deuda se vuelve indefinida.
La comodidad era el principal reclamo de estas tarjetas, que han comercializado casi todas las entidades, aunque el l¨ªder del mercado es WiZink. A Alfredo S., de 50 a?os, se la ofrecieron al pagar la compra en la caja del Carrefour de su barrio, en Logro?o. ¡°Era gratis y ten¨ªas disponibles 5.000 euros de cr¨¦dito para una urgencia. Solo con llamar ten¨ªas el dinero en la cuenta, 24 horas al d¨ªa¡±, recuerda. As¨ª fue. A ¨¦l, trabajador de un taller mec¨¢nico, y a su mujer, dependienta, se les juntaron de repente varios gastos: una aver¨ªa del coche y una mudanza que requer¨ªa pagar fianza y pintar. ¡°Para no ir ahogados, llamamos. Era muy c¨®modo. Pagabas 150 euros al mes y te olvidabas. Es como la hipoteca, que vas pagando y no lo piensas¡±. Alfredo desconoc¨ªa lo que era una tarjeta revolving y solo le hab¨ªan informado del inter¨¦s mensual, que le pareci¨® razonable. ¡°Al cabo de dos a?os veo que la deuda no se reduce y que adem¨¢s me est¨¢n cobrando un seguro. De 150 euros de cuota, m¨¢s de 100 eran para pagar intereses y seguro¡±. Un abogado de Asufin le anim¨® a demandar. Carrefour no quiso llegar a juicio y le pag¨® 2.900 euros. Tambi¨¦n le perdon¨® los 4.100 euros que supuestamente todav¨ªa deb¨ªa.
Tras la sentencia del Supremo, las f¨¢bricas de pleitos engrasan m¨¢quinas. ¡°Ahora ya lo vemos totalmente seguro¡±, dice Jes¨²s Arriaga, de Arriaga Asociados, que prepara la campa?a publicitaria con la que va a lanzarse a por los afectados desde televisiones, radios y marquesinas. ¡°No hay ninguna incertidumbre. Si no es por usura, ser¨¢ por falta de transparencia. Espero que muchas entidades den el dinero a los clientes sin necesidad de ir a la justicia porque se ven perdidos¡±, a?ade. Pese a que el Supremo no entraba a evaluar la informaci¨®n que dan las entidades, s¨ª habla de ¡°comercializaci¨®n agresiva¡± y menciona la cuesti¨®n de la transparencia. En Asufin creen que esto abre otra v¨ªa de reclamaci¨®n para los casos en los que el inter¨¦s est¨¦ en la media. Aseguran que el funcionamiento es dif¨ªcil de entender para el consumidor medio.
A Pedro Darias, consultor inform¨¢tico de Tenerife, le vendieron la tarjeta de la financiera de Carrefour cuando ten¨ªa 25 a?os. Era su primera tarjeta de cr¨¦dito. Le dijeron que no ten¨ªa comisi¨®n de apertura ni de mantenimiento, pero nunca mencionaron ¡°el TAE abusivo que aplican¡±, explica. Pagaba 120 euros al mes, de los que solo 40 iban a cancelar deuda. ¡°Tras ver el agobio que supon¨ªa ver que nunca bajaba empec¨¦ a investigar¡±. Demand¨® mediante Reclama por m¨ª (consigui¨® que le devolvieran los 6.900 euros que hab¨ªa pagado de intereses durante casi una d¨¦cada) y pidi¨® un pr¨¦stamo normal en un banco para deshacerse de la revolving. ¡°Se lo recomiendo a todo el que tenga una de estas tarjetas: que cancele la deuda lo antes posible¡±.
La falta de informaci¨®n sobre los riesgos, otro punto d¨¦bil
La sentencia del Supremo ha cambiado el criterio de comparaci¨®n que us¨® en 2015, explica Jos¨¦ Carlos Gonz¨¢lez V¨¢zquez, profesor de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense. Entonces comparaba el inter¨¦s con la media de los cr¨¦ditos al consumo (8-9%) y ahora lo hace con el dato espec¨ªfico de las
El profesor asegura que el Supremo, ¡°quiz¨¢ consciente de esa 'debilidad', apunta otras ideas como la mec¨¢nica del cr¨¦dito
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