Carta a los siete Reyes Magos
Es absolutamente necesaria una fuerte se?al de cooperaci¨®n de los miembros del G7 para restablecer la calma en los mercados
Desde que el brote de coronavirus se convirti¨® en una pandemia, los mercados se han desplomado. La aversi¨®n al riesgo global se ha disparado y los activos seguros, d¨®lar incluido, se han vuelto enormemente caros. En este contexto, los bancos centrales se han apresurado a reaccionar lo m¨¢s r¨¢pido posible ante el batacazo de los mercados financieros y las enormes consecuencias que esta pandemia ya est¨¢ teniendo sobre la econom¨ªa mundial. Los datos de China en enero y febrero son el mejor indicador de lo que se nos avecina: en un pa¨ªs que creci¨® m¨¢s de un 6% el a?o pasado, los dos primeros meses de 2020 muestran fuertes ca¨ªdas en la inversi¨®n y el consumo.
El problema es que las acciones de los bancos centrales hasta la fecha, a pesar de las bajadas de la Reserva Federal (Fed) por un total de 150 puntos b¨¢sicos y un conjunto de medidas cuantitativas en los principales institutos emisores del mundo, no parecen ser suficientes. Todos los ojos est¨¢n puestos en una posible reuni¨®n del G7.
Hoy, la cooperaci¨®n internacional es a¨²n m¨¢s necesaria que en 2008 por varias razones. Primero, porque el impacto en la econom¨ªa real seguramente ser¨¢ mayor: la pandemia de coronavirus no solo afecta la demanda sino tambi¨¦n la oferta. Segundo, porque la inmediata reducci¨®n de los flujos de caja de las empresas, as¨ª como de los ingresos de los hogares, da?ar¨¢ la calidad de los activos y la solvencia de los bancos en un contexto regulatorio mucho m¨¢s complejo que hace 12 a?os. Tercero, porque m¨¢s all¨¢ de los bancos la parte no bancaria del sistema financiero se ha duplicado en tama?o y complejidad, pero sigue sin acceso directo a la liquidez del banco central. Cuarto, porque el sistema financiero global est¨¢ a¨²n m¨¢s interrelacionado que en el pasado, con un stock de inversi¨®n extranjera directa y unos flujos de cartera que no han dejado de aumentar a escala mundial, un cap¨ªtulo en el que ahora estamos viendo enormes salidas de las econom¨ªas emergentes. Y quinto, porque los activos de riesgo son mucho m¨¢s importantes que en el pasado, no solo en el mundo desarrollado sino tambi¨¦n en las econom¨ªas emergentes.
El mercado espera que el G7 se re¨²na cuanto antes. Es absolutamente necesaria una fuerte se?al de cooperaci¨®n de ese organismo para restablecer la calma en los mercados. Ning¨²n banco central o Gobierno por separado, ni siquiera la Fed, como bien se ha demostrado en los ¨²ltimos d¨ªas, puede pacificar los mercados y controlar la crisis. De hecho, los miembros del G7 deben entender que si contin¨²an actuando de manera individual, como ha sido el caso durante las ¨²ltimas dos semanas, el coste de salir de esta crisis solo puede aumentar, con riesgos adicionales. Nuestra carta a los 7 Reyes Magos es simple y clara: deben poner en com¨²n una acci¨®n antes de que el coste aumente para todos.
Adem¨¢s de lo evidente -cooperar para detener un pandemia- deben colaborar en las medidas econ¨®micas a tomar. El primer deseo es que la coordinaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria vaya m¨¢s all¨¢ de recortar tipos: la falta de liquidez en d¨®lares es m¨¢s aguda fuera de los Estados Unidos que dentro, pero los instrumentos para inyectar liquidez son nacionales. Y el coste de financiaci¨®n se ha disparado en muchas monedas, lo que puede llevar a riesgos financieros similares a los que vivimos con Lehman. Con ese fin, las l¨ªneas de cr¨¦dito que la Fed ha mantenido con los principales bancos centrales desde la crisis financiera mundial deber¨ªan ampliarse y abaratarse a¨²n m¨¢s. Adem¨¢s, los bancos centrales en el mundo emergente necesitan desesperadamente liquidez en d¨®lares que la Fed tendr¨¢ que extender. Como en 2008, pero probablemente con un mayor n¨²mero de pa¨ªses implicados. El FMI tambi¨¦n tiene l¨ªneas bilaterales que puede utilizar.
El segundo deseo es la intervenci¨®n coordinada en el mercado de cambios para evitar la excesiva volatilidad en los mercados de divisas, especialmente peligroso porque se a?ade a la enorme volatilidad del precio del petr¨®leo, sobre el que el mercado mantiene elevadas posiciones abiertas. Y nuestro ¨²ltimo deseo se refiere a la pol¨ªtica fiscal: esta crisis conducir¨¢ a p¨¦rdidas reales en las empresas. Y a medida que se acumulen estas p¨¦rdidas se producir¨¢n incumplimientos que dejar¨¢n da?os duraderos: es crucial que las autoridades fiscales ofrezcan soluciones inmediatas para reducir los impagos de empresas y familias y de manera coordinada, especialmente en el ¨¢mbito europeo dado el grado de integraci¨®n de nuestros mercados. El costo de ese seguro m¨¢s adelante se transferir¨¢ de una forma u otra a todos los contribuyentes. Ojal¨¢ los siete Reyes Magos se re¨²nan y den un gran ejemplo de cooperaci¨®n internacional
Alicia Garc¨ªa Herrero y Guntram Wolff son, respectivamente, investigadora y director del think tank Bruegel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.