Nicolas Schmit, comisario europeo de Empleo: ¡°Europa no puede competir solo en base a salarios¡±
El pol¨ªtico luxemburgu¨¦s abre otra ronda de consultas para un salario m¨ªnimo comunitario y reclama ¡°mejorar la productividad¡±, tambi¨¦n en Espa?a
Bruselas sigue buscando la f¨®rmula para imprimir al proyecto europeo el car¨¢cter social que tradicionalmente ha definido al continente. La pandemia se antoja como un posible catalizador para seguir adelante con el llamado ¡°pilar social¡± de la Uni¨®n Europea, que el Ejecutivo de Jean-Claude Juncker ya se propuso reforzar como respuesta al auge del populismo. El comisario de Empleo, el luxemburgu¨¦s Nicolas Schmit (Differdange, 66 a?os), asegura que la ¡°convergencia salarial debe ser un elemento importante de la Europa social¡±, aun cuando esta ¡°no ser¨¢ inmediata¡±. Con esa idea, Schmit arranca la segunda ronda de consultas para dise?ar un salario m¨ªnimo interprofesional com¨²n para la UE. En una entrevista concedida a seis medios europeos, entre ellos EL PA?S, Schmit sostiene que ese plan ser¨ªa una ¡°se?al pol¨ªtica¡± de primer orden. ¡°Esto va incluso m¨¢s all¨¢ de la Europa social. Se trata de la Europa que crece unida. Y en este momento de crisis, esta convergencia es todav¨ªa m¨¢s importante¡±, se?ala Schmit.
Desde la salida de la crisis de la deuda soberana, en 2014, la Uni¨®n Europea cre¨® m¨¢s de 12 millones de puestos de trabajo. Sin embargo, uno de cada seis empleados ten¨ªa una retribuci¨®n muy baja. Bruselas constata que muchos de esos trabajadores con sueldos bajos mantuvieron los servicios esenciales durante el confinamiento y que, parad¨®jicamente, pueden ser los m¨¢s afectados por la depresi¨®n. ¡°No queremos interferir en los sistemas de fijaci¨®n salarial de los pa¨ªses¡±, se?ala Schmit, consciente de que seis pa¨ªses (Finlandia, Suecia, Dinamarca, Italia, Chipre y Austria) carecen de ese marcador. ¡°Queremos asegurarnos de que, en ese esp¨ªritu de convergencia, los salarios m¨¢s bajos garantizan unas condiciones de vida decentes¡±, se?ala Schmit.
La Comisi¨®n no se propone fijar un salario m¨ªnimo europeo, sino un marco para que cada pa¨ªs pueda establecer el suyo. Pocos pa¨ªses pueden permitirse fijar un salario m¨ªnimo de 2.071 euros mensuales, como Luxemburgo. Aun as¨ª, el nivel de vida de ese pa¨ªs hace que sea el segundo socio de la UE, solo por detr¨¢s de Rumania, con m¨¢s trabajadores pobres. Bruselas barrunta una remuneraci¨®n del 60% del salario medio nacional, puesto que esa proporci¨®n marca la frontera con la pobreza. ¡°No puede ser el ¨²nico indicador¡±, recuerda el comisario socialdem¨®crata. La consulta, por ahora, constata no pocos desacuerdos entre los agentes sociales. En ¨²ltima instancia, sin embargo, ser¨¢n las capitales las que deber¨¢n llegar a un pacto, ya sea porque se opte por una directiva o porque acabe imponi¨¦ndose una recomendaci¨®n del Consejo.
Schmit no se pronuncia sobre si la subida del salario m¨ªnimo en Espa?a en un 29% en dos a?os puede ser un obst¨¢culo para la creaci¨®n de empleo tras la pandemia. Y pide, en todo caso, superar la t¨®nica de ganar competitividad por la v¨ªa de la reducci¨®n salarial. ¡°El problema es c¨®mo mejoramos la productividad, incluso en un pa¨ªs que usted conoce bien y yo conozco un poco menos¡±, se?ala el comisario, en referencia a Espa?a. ¡°Y no se puede construir a largo plazo sobre sueldos bajos. China empez¨® su desarrollo econ¨®mico mediante esas brechas salariales, pero han dejado de basar su competitividad en las remuneraciones. En algunas ¨¢reas de China los sueldos ya son incluso m¨¢s altos que en algunas partes de Europa. Y ahora crean su competitividad con mejores productos, tecnolog¨ªa, innovaci¨®n¡¡±, explica. ¡°Estamos en un mercado ¨²nico. No podemos basar la competencia en las diferencias sociales¡±, remacha.
El otro revulsivo que debe impedir que muchos pa¨ªses de la UE ganen competitividad a trav¨¦s de los sueldos es el peligro de otra oleada de fuga de talento. Un informe del think tank CEPS debatido por los ministros de Finanzas de la UE el a?o pasado apuntaba que el 19,7% de los ciudadanos rumanos, el 13,9% de los croatas y el 13,8% de los portugueses trabajan fuera de su pa¨ªs. ¡°Muchos j¨®venes dejan su pa¨ªs en parte a causa de la falta de puestos de trabajo, pero tambi¨¦n por el nivel de sueldos y de condiciones de vida de otros pa¨ªses¡±, apunta el comisario. Sobre si la recepci¨®n de fondos europeos para la recuperaci¨®n podr¨ªa estar vinculada a reformas sociales para enderezar esos problemas, Schmit es tajante: ¡°S¨¦ que algunos temen que habr¨¢ alg¨²n tipo de nueva condicionalidad, pero no est¨¢ en el debate. Como dijo la presidenta, la ¨²nica condici¨®n es el Estado de derecho¡±.
Sin embargo, s¨ª admite que deben tenerse en cuenta los objetivos sociales si se pretende que el plan de recuperaci¨®n tenga un ¡°impacto adecuado¡± sobre las econom¨ªas europeas. ¡°No veo ninguna contradicci¨®n. Supongo que lo menciona [la cuesti¨®n de las reformas] porque piensa, por ejemplo, en asuntos como el mercado laboral. Bien, de acuerdo, deberemos mirarlo. El empleo es de la m¨¢xima prioridad para la Comisi¨®n, porque somos conscientes de que esta crisis puede tener un impacto muy negativo sobre el desempleo juvenil¡±, afirma el comisario. De momento, los pa¨ªses podr¨¢n acceder a los fondos del plan Sure para financiar sistemas de protecci¨®n temporal de empleo, como los ERTE. Schmit explica que en julio los pa¨ªses podr¨ªan poner los avales para que la Comisi¨®n pueda emitir deuda por 100.000 millones de euros, lo cual podr¨ªa suponer que las capitales recibieran el dinero que pidan a partir de septiembre. Para entonces, Bruselas deber¨¢ haber cerrado la segunda ronda de consultas con los agentes sociales sobre el salario m¨ªnimo.
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