El campo espa?ol pierde 200 millones en siete meses por los aranceles de EE UU

Estados Unidos anunci¨® la noche de este mi¨¦rcoles que mantendr¨¢ los aranceles a los productos espa?oles, en vigor desde octubre. El sector ve con alivio que Washington no haya aumentado el n¨²mero de productos afectados, aunque ten¨ªa la esperanza de que se eliminasen. Solo de esta forma se cortar¨ªa el ¡°impacto devastador¡± que tienen para el sector agroalimentario, como lo ha definido este jueves la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Las p¨¦rdidas reales, si se comparan las exportaciones entre noviembre y mayo con el a?o anterior, est¨¢n ya en torno a los 200 millones de euros. Y la cuenta sigue creciendo.

Portavoces del Ministerio de Agricultura explican que Estados Unidos es el segundo destino principal de los productos agroalimentarios espa?oles, solo superado por la UE, con alimentos exportados en 2019 por valor de 2.175,21 millones. Seg¨²n el ministerio, los m¨¢s golpeados hasta mayo por los aranceles son el aceite de oliva (124 millones menos exportados, un -49,23%), vinos (52 millones menos, un -52%), aceitunas (cinco millones menos, -6,68%) y quesos (6,5 millones menos, un -13,82%). Todos estos productos suman 187 millones por debajo de lo exportado. A esta lista habr¨ªa que a?adir las p¨¦rdidas de otros productos con un menor volumen de exportaci¨®n. Un desastre que ir¨¢ a m¨¢s para un sector muy mermado.

Las organizaciones agrarias mencionan los datos de la Plataforma contra los Aranceles, con informaci¨®n proporcionada por FIAB (Federaci¨®n Espa?ola de Industrias de Alimentaci¨®n y Bebidas), que al final beben de los mismos datos de Comercio Exterior. En su ¨²ltima actualizaci¨®n, desde noviembre a abril se ha exportado a Estados Unidos 193,57 millones menos de los productos sancionados. En este caso solo cuenta seis meses, a falta de incluir mayo, pero tiene en cuenta todos los alimentos con arancel, de ah¨ª las peque?as variaciones.

El impuesto decretado a productos de Espa?a por la Administraci¨®n de Donald Trump est¨¢ dentro de los aranceles a mercanc¨ªas de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Esta represalia se justifica por la disputa que mantienen ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) sobre las ayudas que Espa?a, Francia, Alemania y el Reino Unido dieron a Airbus hace m¨¢s de 15 a?os. El gravamen afecta principalmente a Alemania, Reino Unido, Francia y Espa?a, especialmente al sector del vino y el aceite.

¡°El Gobierno de Espa?a rechaza esta decisi¨®n y conf¨ªa en que se alcance un acuerdo que revierta la actual din¨¢mica en las relaciones comerciales entre ambos pa¨ªses¡±, ha asegurado el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en un comunicado. Maroto ha reconocido en la cadena SER que esperaba un resultado distinto: ¡°Consideramos que Estados Unidos ten¨ªa que retirar los aranceles¡±. A lo que ha a?adido de forma categ¨®rica que el golpe sobre el campo es catastr¨®fico: ¡°Han tenido un impacto devastador en el sector agroalimentario. Si se mantienen los aranceles, va a seguir teniendo un impacto muy negativo en nuestras exportaciones¡±.

Situaci¨®n insostenible

La preocupaci¨®n por la situaci¨®n en las principales organizaciones agrarias es evidente. Todas coinciden en que la tesitura pod¨ªa empeorar incluso, en parte por un calendario endiablado con elecciones en Estados Unidos en noviembre. La decisi¨®n de mantener los aranceles como estaba es un alivio, aunque resulte duro decirlo con empresas y cooperativas al l¨ªmite. ¡°No es lo que dese¨¢bamos, pero pod¨ªa haber sido peor¡±, dice Pedro Barato, presidente de Asaja.

Esta parte favorable no esconde que el da?o provocado es irreparable. Algo en lo que todos est¨¢n de acuerdo, incluida la Administraci¨®n, al alcanzar unas p¨¦rdidas reales de unos 200 millones en solo siete meses. ¡°El mercado de algunos sectores, especialmente el de la aceituna de mesa, se ha perdido. Muchas cooperativas vend¨ªan a EE UU el 80% o 90% de su producci¨®n, por lo que se han quedado sin nada¡±, explican portavoces de Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA). El resto de organizaciones agrarias coinciden en que la aceituna de mesa ha recibido un jaque mate.

Los productores ven muy dif¨ªcil asumir estos aranceles. En Estados Unidos han visto incrementar su precio de mercado, por lo que el consumidor los ha sustituido por otros similares de otros pa¨ªses. En algunos casos, como el vino, ¡°el sobrecoste lo asume de momento la industria espa?ola, lo que repercute en los viticultores. Pero no es sostenible en el tiempo¡±, reconoce Miguel Blanco, secretario general de COAG. La alternativa para las mercanc¨ªas que han perdido su sitio en EE UU es entrar en nuevos destinos, aunque esto se hace a costa de la rentabilidad. ¡°Se ha bajado el precio para entrar en nuevos mercados de Asia o la UE, en algunos casos incluso por debajo de coste. Pero esto no se puede soportar en el tiempo porque arruinar¨¢ al productor y la industria¡±, a?ade Blanco.

Ante esta situaci¨®n, todo queda a la espera de lo que ocurra con el panel de la OMC sobre ayudas de Estados Unidos a Boeing. Con esto, la situaci¨®n podr¨ªa cambiar con un reequilibrio de fuerzas por parte de Europa si impone aranceles a productos norteamericanos. Todos los consultados prefieren evitar la guerra comercial, aunque nadie la descarta. ¡°Estas guerras comerciales no se sabe nunca si ayudan o empeoran la situaci¨®n. Hay que negociar, pero si no reducen o eliminan los aranceles no quedar¨¢ otra que entrar en la guerra arancelaria¡±, sostienen las principales organizaciones agrarias.

Pese a todo, tanto el sector agroalimentario como el Gobierno reclaman que no se mezcle al sector con otras batallas. ¡°Es una barbaridad que los productores de alimentos tengamos que pagar las guerras de otros sectores. Los productos alimentarios tienen que quedar fuera de cualquier guerra comercial¡±, argumenta Lorenzo Ramos, secretario general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA). En l¨ªnea con el argumento que expone el ministro de Agricultura, Luis Planas: ¡°Es un error estrat¨¦gico incluir la alimentaci¨®n en las represalias comerciales¡±.