Una de cada cuatro mujeres estadounidenses planea abandonar su carrera por los efectos de la covid
El agotamiento y el cuidado de los hijos forzar¨¢n a millones de empleadas a dejar de trabajar, algo que tambi¨¦n se prev¨¦ suceda en Espa?a y que tendr¨¢ importantes implicaciones para la econom¨ªa
El ¨²ltimo informe Mujeres en el lugar de trabajo 2020 de Mckinsey afirma que la covid-19 ¡°ha puesto patas arriba los centros de trabajo¡±, muchos empleados se sienten permanentemente activos, ya que la l¨ªnea entre trabajo y hogar se ha difuminado [el 93% de las compa?¨ªas realiza m¨¢s tareas en remoto], y est¨¢n preocupados por la salud y por sus finanzas. ¡°El agotamiento es un problema real¡±, asegura. M¨¢xime en el caso de las mujeres, que tienen m¨¢s posibilidades de ser despedidas, estancar sus carreras y poner en peligro su seguridad econ¨®mica. Su doble papel en la oficina y el hogar, especialmente de las que son madres, sin el apoyo de escuelas y cuidadores debido a la pandemia, ha intensificado el problema. Y el resultado es que ¡°una de cada cuatro mujeres est¨¢ contemplando lo que muchas hubieran considerado impensable hace apenas seis meses: hacerse a un lado en sus carreras o abandonar la fuerza laboral por completo¡±. Hasta dos millones de mujeres sopesan dejar de trabajar.
Esto ocurre en Estados Unidos, donde Mckinsey y Leanin.Org han realizado 40.000 encuestas en 317 empresas, en las que detectan lo que consideran una emergencia: ¡°Las empresas corren el riesgo de perder mujeres en puestos de liderazgo, futuras mujeres l¨ªderes, y deshacer a?os de minucioso progreso hacia la diversidad de g¨¦nero. [¡] Todo el avance que hemos visto en los ¨²ltimos seis a?os podr¨ªa borrarse¡±. Y no solo eso, ¡°la posibilidad de perder a tantas mujeres de alto nivel de responsabilidad es alarmante¡±, las consecuencias financieras pueden ser altas, ya que las investigaciones demuestran que los beneficios de las compa?¨ªas y el rendimiento de sus acciones pueden ser casi un 50% m¨¢s elevados cuando las mujeres est¨¢n representadas en la c¨²pula, explica la consultora.
Una situaci¨®n alarmante que bien podr¨ªa trasladarse a Espa?a, donde la crisis del coronavirus tambi¨¦n se ha cebado con ellas. El paro femenino contin¨²a aumentando [hay 2,2 millones de desempleadas, frente a 1,6 millones de hombres, a pesar de que ellos son mayor¨ªa entre la poblaci¨®n activa], est¨¢n m¨¢s afectadas por la alta tensi¨®n del trabajo y los cuidados, que est¨¢ empeorando la salud del 41% de ellas y el 64% tienen riesgo de mala salud mental, alertaba recientemente la secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de CC OO, Elena Blasco.
Por eso, las expertas consultadas no se asombran ante los datos aportados por Mckinsey. ¡°Son tremendos, aunque no me sorprenden. La covid ha vuelto a poner en crudo el reparto desigual de las tareas dom¨¦sticas¡±, se?ala Krista Walochik, socia de Talengo. ¡°La situaci¨®n espa?ola no es muy diferente a la de Estados Unidos. En Espa?a no hay muchos estudios, pero las mujeres ya ven¨ªan sufriendo los lastres que suponen las obligaciones familiares y la covid lo complica m¨¢s todav¨ªa. Incluso ahora con los rebrotes, carecen de ayudas para afrontar el confinamiento de los hijos. Lo que subyace es que no se ha resuelto la falta de corresponsabilidad¡±, aprecia Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, directora del Observatorio de Conciliaci¨®n y Corresponsabilidad de Comillas Icade, que est¨¢ convencida de que la pandemia va a suponer un retroceso en el progreso laboral femenino.
As¨ª lo cree tambi¨¦n Laura Baena, fundadora del Club Malasmadres, ¡°desde el 23 de marzo venimos alertando de que la pandemia va a suponer pasos atr¨¢s para la mujer porque la corresponsabilidad est¨¢ lejos de ser una realidad y la conciliaci¨®n ha volado por los aires tras el confinamiento, que ha devuelto a los hombres a las oficinas mientras las mujeres siguen en casa ocup¨¢ndose de los ni?os¡±, asegura. Baena se?ala que muchas ya est¨¢n renunciando a sus trabajos porque no tienen otra salida, especialmente las m¨¢s desfavorecidas.
Hasta este a?o, Mckinsey hab¨ªa detectado que las tasas de abandono masculina y femenina de las empresas estadounidenses eran comparables. Sin embargo, la pandemia ha metido presi¨®n, sobre todo en el caso de las madres, que son tres veces m¨¢s propensas que los hombres a responsabilizarse del trabajo dom¨¦stico: una de cada tres est¨¢ pensando cambiar de carrera o abandonarla a causa del coronavirus. La principal raz¨®n que exponen es el cuidado de sus hijos. Motivo que en el caso de las directivas es el agotamiento.
Porque son una minor¨ªa de empresas las que han ajustado a los tiempos de la covid los objetivos que reclaman a sus plantillas y la presi¨®n de unos resultados imposibles de cumplir las est¨¢ quemando, ¡°no est¨¢n abordando las posibles causas del estr¨¦s subyacente¡±. Menos de un tercio de las compa?¨ªas estadounidenses ha actualizado los criterios de revisi¨®n del desempe?o de sus trabajadores y la mitad ha revisado sus expectativas de productividad. Lo que significa que los empleados se enfrentan a la disyuntiva de no cumplir con los resultados previos a la pandemia o esforzarse por mantener un ritmo insostenible. Madres y directivas est¨¢n exhaustas, describe el informe. A ello se suma la ansiedad financiera, a la que muchas organizaciones han respondido con programas para aliviar el estr¨¦s, m¨¢s de la mitad han aumentado los permisos pagados y un tercio han compensado los gastos del trabajo remoto, pero muchos empleados no los conocen y a la mayor¨ªa lo que m¨¢s les preocupa es la posibilidad de ser despedidos.
¡°Las empresas estadounidenses se encuentran en una encrucijada. Las decisiones que tomen hoy tendr¨¢n consecuencias en la igualdad de g¨¦nero en las pr¨®ximas d¨¦cadas¡±, advierte Mckinsey. A su juicio, las corporaciones tienen dos caminos: reconocer la magnitud del problema y abordarlo ayudando a sus empleados e incluso reinventando el modelo de trabajo para hacerlo m¨¢s flexible o enfrentarse a unas consecuencias que podr¨ªan perjudicar gravemente a las mujeres, las empresas y la econom¨ªa en su conjunto.
Para retener el talento femenino, aconseja a las organizaciones reducir las presiones a las que lo est¨¢n sometiendo, revisando sus objetivos de productividad y desempe?o para hacerlos m¨¢s realistas o alargar sus plazos de consecuci¨®n; darles d¨ªas libres para descansar del doble rol que ejercen y establecer los l¨ªmites de la vida profesional y la personal, lo que puede requerir nuevas formas de trabajo, nuevos horarios, en definitiva, mayor flexibilidad. Adem¨¢s, deben reajustar sus pol¨ªticas de ayuda a los empleados y fortalecer la comunicaci¨®n. Unas medidas de flexibilidad laboral que ser¨ªan directamente trasladables a Espa?a, a las que habr¨ªa que a?adir, en opini¨®n de Laura Baena, incorporar en todas las pol¨ªticas sociolaborales la perspectiva de g¨¦nero, de manera que seis de cada diez mujeres dejen de renunciar a ser madres por falta de ayudas a la conciliaci¨®n. ¡°Tiene que haber m¨¢s flexibilidad y corresponsabilidad. Necesitamos un plan nacional de apoyo a la conciliaci¨®n¡±, zanja.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.