El Senado aprueba las tasas ¡®Google¡¯ y ¡®Tobin¡¯, que entrar¨¢n en vigor a inicio de 2021

El Gobierno ya dej¨® claro que la ¡°profunda¡± reforma fiscal prevista en el acuerdo de coalici¨®n queda aplazada por el estallido de la pandemia. Pero asegur¨® que no renunciar¨ªa a los nuevos impuestos que ya hab¨ªa empezado a tramitar a inicios de a?o: las tasas Google y Tobin. Este mi¨¦rcoles, ambos tributos han recibido luz verde definitivamente por el pleno del Senado, despu¨¦s de que la comisi¨®n de Hacienda de la C¨¢mara alta diera el jueves luz verde a los dict¨¢menes de las ponencias sin introducir modificaciones.

El impuesto sobre determinados servicios digitales, mejor conocido como tasa Google, y el impuesto sobre las Transacciones Financieras o tasa Tobin, se han convertido en dos piezas fundamentales en el proyecto del Gobierno para modernizar el sistema fiscal y adaptarlo al siglo XXI. Por ser figuras de nueva creaci¨®n se han tramitado al margen de los Presupuestos, y previsiblemente entrar¨¢n en vigor a inicios de 2021.

El primer tributo pretende gravar con un tipo del 3% a las corporaciones con ingresos anuales de al menos 750 millones de euros a nivel mundial y de tres millones en Espa?a, poniendo el foco en servicios de publicidad en l¨ªnea, servicios de intermediaci¨®n en l¨ªnea y la venta de datos generados a partir de informaci¨®n proporcionada por el usuario o la venta de metadatos. El Ejecutivo enfri¨® a principios de este a?o las perspectivas de recaudaci¨®n de este impuesto debido a la ralentizaci¨®n econ¨®mica y el impacto de medidas parecidas en otros pa¨ªses: calcul¨® que recaudar¨ªa unos 968 millones de euros al a?o, un 20% menos que lo estimado anteriormente. Entonces, sin embargo, no hab¨ªa estallado a¨²n la pandemia.

La tasa Tobin, por su parte, ingresar¨ªa unos 850 millones al a?o seg¨²n las proyecciones del Ejecutivo. Este tributo gravar¨¢ con un 0,2% la compraventa de acciones de las firmas espa?olas que tengan capitalizaci¨®n superior a los 1.000 millones de euros. Los sujetos pasivos del impuesto, es decir quienes tendr¨¢n que abonarlo, ser¨¢n los intermediarios financieros que ejecuten la orden de compra, y no se gravar¨¢ la compra de acciones de pymes y compa?¨ªas no cotizadas.

Dudas sobre la recaudaci¨®n

La tasa Google sobre todo est¨¢ en la diana por las dudas sobre su potencial de recaudaci¨®n. La Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) lleva tiempo trabajando para encontrar un consenso sobre un impuesto digital a nivel global en su tarea de adaptar las reglas de fiscalidad internacional, que se remontan a los a?os veinte del siglo pasado, a los nuevos retos de la digitalizaci¨®n. Los detractores de esta figura consideran que, sin una tasa Google internacional, las grandes tecnol¨®gicas podr¨¢n moverse a territorios con fiscalidad m¨¢s baja. Adem¨¢s, alegan que EE UU ya ha amenazado a varios pa¨ªses europeos que tienen sobre la mesa un gravamen de este tipo, entre ellos Espa?a, con imponer nuevos aranceles en represalia contra el impuesto.

La ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ya asegur¨® en varias ocasiones que el impuesto digital se modificar¨ªa en el caso se llegara a un consenso en el seno de la OCDE o de la Uni¨®n Europea. Bruselas ya afirm¨® que si fracasan las negociaciones internacionales ¨DEE UU, sede de las principales tecnol¨®gicas, se baj¨® de las negociaciones este verano¨D, la UE aprobar¨¢ una propuesta propia a principios de 2021.