El voluntario que revolucion¨® la banca ¨¦tica
Peter Blom, tras 24 a?os al frente de Triodos, enfila su jubilaci¨®n y deja una entidad con 1.500 empleados y 17.700 millones de euros en activos
Ahora que hasta las petroleras invierten en parques e¨®licos, a pocos sorprende que un banco ponga el dinero de sus clientes en proyectos de energ¨ªas renovables. Pero cuando Triodos lo hizo por primera vez en 1986, la idea se antojaba descabellada. Entonces ni exist¨ªa el concepto de econom¨ªa sostenible, establecido un a?o despu¨¦s por las Naciones Unidas, y Peter Blom (Leiden, Pa¨ªses Bajos, 64 a?os) se encargaba de la gesti¨®n de empresas e instituciones en una peque?a entidad financiera que se defin¨ªa como ¨¦tica mientras las dem¨¢s disparaban sus beneficios al abrigo de la revoluci¨®n conservadora. El todav¨ªa consejero delegado de Triodos Bank cree que el tiempo le ha ido dando la raz¨®n: ¡°Somos la demostraci¨®n de que se puede hacer dinero poniendo a la sociedad en el centro¡±.
Si la Gran Recesi¨®n supuso el gran aldabonazo para su negocio, la crisis del coronavirus puede alumbrar la consolidaci¨®n definitiva de un sector que, seg¨²n el Bar¨®metro de las Finanzas ?ticas 2019, ha multiplicado por 17 el volumen de ahorro desde la ca¨ªda de Lehman Brothers.
Blom se jubilar¨¢ en 2021, tras 24 a?os al frente de una entidad a la que lleg¨® hace cuatro d¨¦cadas como voluntario ¡ªsolo eran cinco personas¡ª y que deja con 1.500 empleados y unos activos de 17.700 millones de euros. Todo ha cambiado, pero la misi¨®n sigue siendo la misma: ¡°Se trata de la gente, de los valores humanos, de la sostenibilidad, que son incluso m¨¢s importantes ahora que en 1980¡±, explica por videoconferencia desde la sede central de Triodos cerca de Utrech, un edificio sostenible reconocido el a?o pasado como el mejor proyecto de oficinas de los Pa¨ªses Bajos.
De alguna manera, la filosof¨ªa de la banca ¨¦tica ha ido permeando a las entidades convencionales, pero no lo suficiente como para protagonizar un cambio de paradigma. ¡°Si pensamos que la sostenibilidad es parte del sistema financiero actual, yo dir¨ªa: a¨²n no¡±, proclama con iron¨ªa el ejecutivo holand¨¦s. Y puntualiza: ¡°Ahora los dem¨¢s bancos vienen desde el otro lado a hacer lo mismo que nosotros, pero probablemente sea una cuesti¨®n de imagen¡±. Diferenciarse ya no resulta tan sencillo en un escenario donde la ¨¦tica est¨¢ en boca de todos, pero solo unos pocos podr¨¢n aprovechar la mayor concienciaci¨®n surgida tras la pandemia.
Con presencia en Espa?a, desde 2004, y otros cuatro Estados europeos (Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Reino Unido y Alemania), Triodos no deja de ser un banco: los clientes depositan sus ahorros en cuentas corrientes, invierten en fondos o abren planes de pensiones, cuyas ventajas fiscales son defendidas por Blom frente a los recortes del Gobierno. Incluso pueden comprar acciones, que no cotizan en Bolsa, y a cambio del riesgo que asumen reciben un dividendo, ahora paralizado por la recomendaci¨®n del Banco Central Europeo. La gran diferencia se halla en el destino del dinero que llega a la entidad; y ah¨ª, puntualizan desde Triodos, ellos no ofrecen los t¨ªpicos productos sostenibles. Sencillamente, porque todos lo son.
Las renovables (19,5%) constituyen la principal actividad financiada por el banco, que lidera por quinto a?o consecutivo la clasificaci¨®n mundial ¡ªelaborada por la plataforma independiente Clean Energy Pipeline¡ª como entidad financiera que m¨¢s proyectos de este tipo apoya: solo en Espa?a, cerca de 200. Sin embargo, el negocio se ha ido diversificando con el paso del tiempo. La vivienda social, la cultura, la agricultura ecol¨®gica o la salud copan la mayor parte de la cartera de Triodos, y permiten a Blom ser optimista sobre la salida de la crisis: ¡°Si invirti¨¦ramos en aerol¨ªneas o grandes proyectos tur¨ªsticos tendr¨ªamos problemas, pero los sectores en los que estamos tienen una posici¨®n mejor respecto al futuro poscovid¡±, aventura el directivo.
Preocupan los impagos en el sector de la cultura, aunque este representa una m¨ªnima parte de los pr¨¦stamos. Antes de la Gran Reclusi¨®n, el peso de los cr¨¦ditos morosos respecto al conjunto de los concedidos por la banca ¨¦tica era de un 1,84%, casi tres veces menor que el de sus competidores tradicionales.
Campe¨®n en resiliencia
Ajeno a las turbulencias que se ciernen sobre las entidades m¨¢s expuestas a los sectores c¨ªclicos, Triodos quiere ser el campe¨®n de la resiliencia. Pero el corto plazo no est¨¢ exento de dificultades. El aumento de las provisiones ha llevado a un exiguo beneficio neto de 6,7 millones de euros en el primer semestre, una tercera parte del obtenido un a?o antes. En el segundo, la nueva ola de coronavirus hace que las perspectivas no sean mucho mejores. ¡°Nuestra cartera est¨¢ muy relacionada con la econom¨ªa real; tenemos que repararla¡±, reclama Blom como condici¨®n para recuperar los niveles de negocio previos a la pandemia.
El discurso del directivo no es el de un banquero al uso: siempre sin perder la sonrisa, se muestra muy cr¨ªtico con la pol¨ªtica monetaria de tipos bajos, que ha beneficiado a los bancos de inversi¨®n y llevado a las Bolsas a m¨¢ximos en plena debacle econ¨®mica. Aboga por una nueva regulaci¨®n financiera que ponga la sostenibilidad en el centro y se opone a la pol¨ªtica de concentraci¨®n bancaria emprendida en el mercado nacional: ¡°Un escenario diverso, con m¨¢s bancos medianos como el nuestro, es un escenario mejor¡±. Sus ideas est¨¢n avaladas por m¨¢s de 700.000 clientes (180.000 en Espa?a), que convierten a Triodos en el l¨ªder europeo en el segmento.
Pese a que solo le quedan unos meses en el cargo, Blom est¨¢ seguro de que la sucesi¨®n no afectar¨¢ al negocio ni a los valores que defiende la entidad, resumidos en la tr¨ªada que le da nombre: planet (planeta), people (personas), profit (beneficio).
En un escenario marcado por la digitalizaci¨®n, el ejecutivo promete la continuidad de las 20 oficinas de Triodos en Espa?a y reivindica el contacto personal como parte de su filosof¨ªa: ¡°Lo digital es muy importante, pero no puede reemplazar a las personas¡±. ?l, en cambio, no se siente imprescindible ante su pr¨®ximo recambio: ¡°Para m¨ª es momento de volver a empezar y probar otras cosas, una nueva generaci¨®n tiene que llegar¡±. Cuarenta a?os despu¨¦s, un equipo de j¨®venes ejecutivos prepara el relevo del hombre que empez¨® en la banca como voluntario.
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