La econom¨ªa peruana resiste a la crisis pol¨ªtica
Pese a la reciente ralentizaci¨®n, el pa¨ªs andino encadena ya 15 a?os consecutivos creciendo por encima de la media latinoamericana
"?Qu¨¦ le pasa a Per¨² que cada vez que sale un presidente lo meten preso?", se preguntaba el papa Francisco hace justo dos a?os, poco antes de la dimisi¨®n de Pedro Pablo Kuzczynski. Poco han cambiado las cosas desde entonces en el ecosistema pol¨ªtico peruano: tres expresidentes est¨¢n acorralados por el caso Odebrecht, un cuarto ¡ªAlan Garc¨ªa¡ª se suicid¨® en abril del a?o pasado cuando iba a ser detenido por la polic¨ªa, la desafecci¨®n ciudadana sigue por las nubes, la credibilidad institucional por los suelos y el Parlamento fue disuelto desde octubre pasado, la imagen m¨¢s clara de la feroz batalla que libran desde hace meses los poderes Ejecutivo y Legislativo. Con ese panorama como tel¨®n de fondo, Per¨² encara unas elecciones de las que saldr¨¢ la composici¨®n del Congreso para solo los pr¨®ximos 14 meses. Y sin embargo, algo se salva: la econom¨ªa, aun tras la desaceleraci¨®n en el ¨²ltimo a?o ¡ªque, si nada se tuerce, se revertir¨¢ a partir de este¡ª, navega pr¨¢cticamente ajena a la tormenta pol¨ªtica, encadenando a?o tras a?o tasas de crecimiento que ya querr¨ªan para s¨ª el resto de grandes pa¨ªses latinoamericanos.
Las revisiones que hace anualmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) de los pa¨ªses de la regi¨®n est¨¢n plagadas de advertencias: ¡°la recuperaci¨®n sigue siendo lenta¡° dice de Brasil, por mucho la mayor potencia de Am¨¦rica Latina; ¡°la incertidumbre en las pol¨ªticas ha debilitado el clima de negocios¡±, apunta sobre M¨¦xico. Per¨², que encadena ya 15 a?os creciendo a un 5,4% medio por ejercicio, es la gran excepci¨®n a ese patr¨®n general. Incluso tras ver reducido el ritmo de crecimiento en los ¨²ltimos a?os, en los que la expansi¨®n ha pasado del 5% al entorno del 2,5%, ¡°contin¨²a siendo una de las econom¨ªas con mejor desempe?o de la regi¨®n¡±, subraya el ente con sede en Washington en su ¨²ltima evaluaci¨®n de las constantes vitales peruanas. El criterio de prudencia, adem¨¢s, ha permitido construir un colch¨®n de reservas internacionales ¡ªvitales ante potenciales choques¡ª de aproximadamente un cuarto del PIB y ha mantenido la deuda p¨²blica bajo control (26% del PIB, mayoritariamente en manos de nacionales). Con una de las tasas de inflaci¨®n m¨¢s bajas de la regi¨®n (2,2% este a?o), el Fondo tampoco atisba riesgos para la estabilidad financiera. Camino despejado para recobrar el lustre perdido en 2019.
F¨¦lix Jim¨¦nez, profesor de la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Per¨², achaca esta relativa estabilidad, ajena a lo que sucede en la arena pol¨ªtica y en los tribunales, al ¡°esquema institucional de pol¨ªtica macroecon¨®mica creado entre los a?os 2001 y 2003, que no tiene nada que ver con el consenso de Washington¡±. ¡°Ha permitido, con altibajos, mantener la l¨ªnea de la pol¨ªtica fiscal y monetaria¡±. ¡°Hay confianza en la acci¨®n del banco central y el gasto [p¨²blico] siempre ha estado a raya, ajeno a quien estuviera en el Gobierno¡±, completa Pamela Ramos, de Oxford Economics, que apunta a la regla fiscal que limita el d¨¦ficit como factor clave.
El interminable embrollo pol¨ªtico peruano y la falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones reducen, eso s¨ª, "la certidumbre de los inversionistas y ha provocado retrasos en algunos proyectos mineros previstos para 2019 y que van a quedar, en principio, para el a?o que viene", acota Ramos, especialista de la consultora brit¨¢nica para el pa¨ªs andino. Sin embargo, en su opini¨®n, la ralentizaci¨®n reciente tiene "m¨¢s que ver con el contexto externo que interno". Per¨², una econom¨ªa que ha seguido un inexorable camino de apertura en las ¨²ltimas d¨¦cadas, baila en buena medida al son del precio de productos como el cobre, el oro y el petr¨®leo. Y desde el fin del periodo de auge de las materias primas, no corren ni mucho menos los mejores tiempos para los exportadores.
Hay, claro, problemas de envergadura m¨¢s all¨¢ de las materias primas. Incluso tras 15 ejercicios creciendo a una muy respetable media anual del 5,4%, la renta per c¨¢pita peruana sigue siendo, en empate t¨¦cnico con la colombiana, la m¨¢s baja de entre las seis mayores econom¨ªas regionales. La evoluci¨®n de la productividad ¡ª¡°decepcionante¡±, seg¨²n los t¨¦cnicos del FMI¡ª impide una mayor convergencia con las econom¨ªas avanzadas y como eterno tel¨®n de fondo emerge el riesgo de que el pa¨ªs sudamericano caiga en la trampa del ingreso medio, uno de los grandes cocos de los emergentes. La inversi¨®n p¨²blica permanece en niveles relativamente bajos. La desigual distribuci¨®n del ingreso y la falta de empleos y salarios dignos impiden que el crecimiento llegue a todos. Y, a pesar de haber sido uno de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que m¨¢s ha logrado reducir la pobreza en la ¨²ltima d¨¦cada, m¨¢s de la quinta parte de la poblaci¨®n sigue por debajo del umbral del bienestar ¡ªuna cifra que, como en el resto de Am¨¦rica Latina, se dispara en las zonas rurales¡ª y el 3% est¨¢ en situaci¨®n de carest¨ªa extrema.
La desigualdad, pese a haber bajado desde 2007, permanece en niveles similares a los de la media latinoamericana ¡ªde por s¨ª, la regi¨®n m¨¢s desigual del mundo¡ª y el 10% m¨¢s acaudalado tiene m¨¢s de la tercera parte de la riqueza, no muy lejos de Brasil, Colombia o Chile, seg¨²n los c¨¢lculos de Oxfam. El peor desempe?o econ¨®mico en el a?o reci¨¦n terminado ha hecho, adem¨¢s, mella sobre el empleo formal, golpeando a los sectores m¨¢s pobres de la poblaci¨®n. ¡°El enojo se ha centrado en la corrupci¨®n, que afecta a todos los estamentos del Estado, y en una institucionalidad degradada. Eso ha frenado cualquier estallido social, como el que ha habido en otros pa¨ªses de la regi¨®n¡±, cierra Jim¨¦nez. ¡°Pero no siempre ser¨¢ as¨ª¡±.
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