Demonizar los impuestos
Se ha sacralizado la idea de que los impuestos van contra la actividad econ¨®mica y dificultan la creaci¨®n de empleo
Probablemente uno de los principales logros de las pol¨ªticas conservadoras ha sido demonizar los impuestos. Se ha sacralizado la idea de que los impuestos van contra la actividad econ¨®mica y dificultan la creaci¨®n de empleo. La estrategia ha sido muy ¨²til para los negocios privados. Cuanto menos recursos fiscales, menos capacidad para financiar los servicios p¨²blicos y m¨¢s campo libre para las actividades privadas.
En el momento de mayor euforia del neoliberalismo y la desregulaci¨®n, hasta el l¨ªder socialista de este pa¨ªs lleg¨® a decir que ¡°bajar impuestos era de izquierdas¡±. El cambio de pensamiento lleg¨® con los Gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan a partir de los a?os ochenta cuando redujeron significativamente la progresividad de los impuestos. Desde entonces han proliferado los para¨ªsos fiscales donde las multinacionales americanas trasladan entre el 25% y el 30% de sus beneficios, como se?ala el experto Nicholas Shaxson. El resultado es bien conocido: un crecimiento disparatado de la desigualdad y deterioro de los servicios en los pa¨ªses desarrollados.
No es de extra?ar que el economista franc¨¦s Thomas Piketty, el m¨¢s destacado estudioso de la desigualdad, se haya convertido en el blanco de todas las cr¨ªticas de la derecha. En el debate que se desarrolla en las elecciones presidenciales en EE UU, Piketty apoya las propuestas de los senadores dem¨®cratas Sanders y Warren, que defienden restaurar la progresividad de los impuestos sobre la renta y sucesiones para reforzar la inversi¨®n en educaci¨®n y la sanidad.
El proyecto econ¨®mico y social del Gobierno progresista fracasar¨¢ si no es capaz de lograr los recursos necesarios para financiar sus pol¨ªticas sociales. Es necesario recuperar el significado econ¨®mico y social de los impuestos. Los impuestos no son para el Estado, un ente abstracto y perverso, que se apropia del esfuerzo de empresas y trabajadores. Los impuestos son para pensiones, sanidad, educaci¨®n y servicios sociales y dem¨¢s servicios p¨²blicos. Esto que suena a obviedad fiscal no forma parte del pensamiento dominante. La pedagog¨ªa ser¨¢ tan necesaria como las medidas adoptadas.
Espa?a se encuentra en una coyuntura dif¨ªcil en materia fiscal. Por una parte, debe afrontar agujeros extraordinarios ya existentes, como los 18.000 millones anuales en pensiones, que no pueden seguir cubri¨¦ndose de manera irresponsable con m¨¢s deuda a cuenta de la pr¨®xima generaci¨®n.
Por otra parte, en el actual entorno internacional los Estados son cada vez m¨¢s impotentes ante las grandes multinacionales que aprovechan los territorios de menor fiscalidad para no pagar impuestos. Las dificultades para establecer la tasa Google o un impuesto a las transacciones financieras son bien notables.
En esta coyuntura es necesario convertir en realidad el objetivo de la justicia fiscal que preconiza el Gobierno: la lucha contra el fraude fiscal. Una realidad que en un 80% es responsabilidad de las grandes empresas, seg¨²n los t¨¦cnicos de Hacienda (Gestha). Oxfam recuerda que las empresas del Ibex tienen m¨¢s de 800 filiales en para¨ªsos fiscales que suponen una p¨¦rdida fiscal de 3.250 millones de euros. Los impuestos son tambi¨¦n cuesti¨®n de ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.