¡°Las emociones intensas no son buenas para el aprendizaje¡±

Puede que todos hayamos pasado (y algunos todav¨ªa lo estar¨¢n haciendo) por una situaci¨®n parecida durante nuestro m¨¢s o menos dilatado periplo acad¨¦mico: toparnos con ciertos conocimientos que, como el agua y el aceite, se nos atragantan y nos cuestan horas y horas asimilar, mientras que otros, en cambio, se instalan en nuestra memoria con una naturalidad pasmosa. Son interrogantes que, en cierta medida, a¨²n persisten tanto para alumnos como docentes: ?Qu¨¦ factores influyen en el aprendizaje? ?De qu¨¦ manera el?conocerlos puede contribuir a mejorar la calidad de la ense?anza? Para ello, hablamos con H¨¦ctor Ruiz Mart¨ªn, m¨¢ster en Gen¨¦tica Evolutiva, investigador en psicolog¨ªa cognitiva y autor de ?C¨®mo aprendemos? (editorial Gra¨®, 2020).

Pregunta. ?C¨®mo aprenden las personas?

Respuesta. Las personas aprendemos dando significado a nuestras experiencias, y eso significa conectar lo que estamos aprendiendo con algo que ya sabemos y con lo que est¨¢ relacionado. Nuestra memoria funciona formando redes en las que los elementos se vinculan por relaciones de significado que provienen de la experiencia. Cuando tratamos de recordar lo aprendido, en realidad reproducimos una mezcla de esos elementos producto del aprendizaje con otros que ya ten¨ªamos (o que aprenderemos a posteriori), con los que acabamos reconstruyendo el recuerdo.

P. ?Se aprende hoy de una manera efectiva? ?Puede mejorarse?

R. Para que el aprendizaje sea m¨¢s efectivo, debemos conseguir que los alumnos reflexionen sobre aquello que est¨¢n aprendiendo, es decir, que lo interpreten a la luz de sus conocimientos, que piensen en ejemplos sobre lo que se les est¨¢ explicando e intenten interpretarlo en un nuevo contexto... Darles una buena explicaci¨®n no es suficiente (aunque s¨ª importante).

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Una de las maneras m¨¢s efectivas de consolidar el aprendizaje es evocarlo. No volverlo a escuchar o leer, sino tratar de recordarlo y reproducirlo con tus palabras. Si se trata de hechos (por ejemplo, las capitales europeas), pues los hechos tal cual; pero si son conceptos, tratar de explicarlos con tus propias palabras, a ti mismo o a otra persona. Si, como profesores, incluimos actividades en las que conseguimos que esas actividades se hagan habitualmente, y no solo en el examen, estaremos mejorando la ense?anza en el aula.

Otra de las cosas que pueden ayudar es ense?ar a los alumnos buenas estrategias de aprendizaje. No ense?amos a los alumnos a aprender, sino que les planteamos lo que tienen que asimilar e incluso tratamos de ayudarles a aprenderlo, pero luego ellos tienen que estudiar, y nosotros no les decimos cu¨¢les son las formas m¨¢s efectivas de estudiar.

P. ?Qu¨¦ otras estrategias favorecen el aprendizaje?

R. Los alumnos que, cuando estudian, se ponen a prueba a s¨ª mismos (es decir, tratando de evocarlo y explicarlo), son mucho m¨¢s efectivos que aquellos que estudian y reestudian, que leen y vuelven a leer hasta quedarse con la idea. Todo te lleva a un aprendizaje, pero hay estrategias mucho m¨¢s efectivas, que se notan especialmente cuando las cosas se ponen exigentes.

Otra es la pr¨¢ctica espaciada: no dejarlo todo para el ¨²ltimo d¨ªa. Es mucho m¨¢s efectivo estudiar una hora durante cinco d¨ªas que cinco horas un solo d¨ªa, y no por una cuesti¨®n de cansancio, sino porque la memoria, en esos impactos separados por un tiempo en el que se ha permitido que haya un cierto olvido, al tratar otra vez de recuperar esa informaci¨®n la hace m¨¢s fuerte, la consolida. Si adem¨¢s lo combinas con la evocaci¨®n, desarrollamos la pr¨¢ctica m¨¢s efectiva que hay.

Hay muchas otras [estrategias] que pueden a?adir valor, como planificarte, decidir la hora a la que vas a estudiar y apagar el m¨®vil (y no tenerlo siquiera a la vista); o no estudiar con m¨²sica, por mucho que creas que te va bien. Acostumbramos a confundir lo que nos gusta con lo que es efectivo. La m¨²sica solo te puede ir bien en un entorno de mucho ruido para que, al menos, lo tape y proporcione un entorno m¨¢s agradable. En caso contrario, el silencio es infinitamente mejor.

P. En el libro te centras en los mecanismos cognitivos que rigen la memoria y el aprendizaje. ?C¨®mo puede potenciarse su funcionamiento?

R. Para potenciar la memoria, hay que maximizar el n¨²mero de contextos en los que se trabajan los conceptos; no limitarlos a uno solo. Un aprendizaje profundo facilita que veamos (y trabajemos y utilicemos) las mismas ideas en diferentes contextos, de manera que las hagamos m¨¢s flexibles, porque las conectamos con m¨¢s conocimientos previos. Por ejemplo, si yo estudio el concepto de densidad, y para ello trabajo con l¨ªquidos, pero luego me preguntan por qu¨¦ las m¨¢quinas del aire acondicionado van arriba, y no abajo, les tendr¨¦ que decir que no tengo ni idea, porque no lo he estudiado, cuando en realidad, es una cuesti¨®n de densidad: el aire fr¨ªo es m¨¢s denso que el caliente, y por eso lo ponemos arriba, para que caiga. Yo no me puedo limitar a estudiar la densidad con l¨ªquidos, sino que lo tendr¨¦ que ver tambi¨¦n con gases y s¨®lidos, y lo que sucede cuando un objeto se dilata (que pierde densidad y aumenta el volumen...).

P. ?Juegan las emociones un papel relevante en el proceso del aprendizaje?

R. Creo que usamos la palabra ¡°emoci¨®n¡± o ¡°emocional¡± de una manera demasiado amplia. Es cierto que en clase conviene que los alumnos se sientan a gusto, c¨®modos y seguros; pero decir que hay que provocar emociones para recordar mejor las cosas no es riguroso. No porque planees una actividad que provoque emociones en los alumnos, se van a acordar mejor de los conceptos que iban a ver. De lo que s¨ª se van a acordar mejor es de lo que pas¨® en clase, pero no necesariamente de lo que se supone que quer¨ªan aprender. Ah¨ª el t¨ªpico ejemplo es el de un experimento que hacemos, que explota y salen colores. Ser¨¢ muy emotivo, pero al d¨ªa siguiente t¨² preguntas a los alumnos qu¨¦ es un cambio qu¨ªmico y te dir¨¢n ¡°?un cambio qu¨¦?¡±. Y en cambio s¨ª te pueden hablar de lo que hicieron ayer, de la explosi¨®n y los colores.

Lo correcto es pensar en la importancia de las emociones desde un punto de vista como el de la motivaci¨®n, dentro de esa dimensi¨®n emocional del aprendizaje que hace que le dediquemos a algo m¨¢s atenci¨®n, tiempo y esfuerzo, y que nos ayude a aprenderlo mejor. Pero no se trata solo de inter¨¦s: uno de los factores m¨¢s importantes es que el estudiante se crea capaz de aprender lo que se le propone aprender. Eso se llama autoeficacia, y es espec¨ªfica para cada disciplina o habilidad.

P. ?De qu¨¦ manera influyen otras emociones como la sorpresa y la curiosidad?

R. Lo importante es que, en el momento del aprendizaje, las emociones intensas (buenas o malas) se mantengan a raya. No son positivas para el tipo de aprendizaje que buscamos en la escuela, porque desv¨ªan nuestra atenci¨®n hacia cosas superfluas para el aprendizaje, secuestrando nuestros recursos cognitivos. A partir de ah¨ª, otras emociones controladas siempre van a ser buenas. Generar curiosidad es positivo, pero tampoco pensemos que es la soluci¨®n, porque es una emoci¨®n puntual y de muy poca duraci¨®n que, dependiendo de la complejidad que tenga la explicaci¨®n, enseguida se acaba. Lo que es fuerte es el inter¨¦s, lo que t¨¦cnicamente llamamos valor subjetivo. Surge de toda una serie de elementos alrededor de lo que voy a aprender. Mejor que buscar que la clase sea divertida, es conseguir que sea interesante. Volvemos a la motivaci¨®n, porque el inter¨¦s es uno de los factores que m¨¢s la motivan (el otro es la autoeficacia). Si no te crees capaz de aprender algo, normalmente pierdes el inter¨¦s.

P. ?Qu¨¦ pr¨¢cticas sirven para promover el aprendizaje?

R. Las clases con mucha interactividad, en donde se emplaza a los alumnos a reflexionar y razonar, son m¨¢s efectivas. Otra pr¨¢ctica nada tradicional es aplicar m¨¦todos de aprendizaje cooperativo, pero bien, porque un trabajo en grupo no tiene por qu¨¦ ser cooperativo. ?Cu¨¢ntas veces sucede, al evaluar uno de esos trabajos, que algunos alumnos han hecho de todo, mientras que otros se escaquean (o son desplazados por los primeros)? En cambio, s¨ª se da cuando los estudiantes se ayudan a aprender los unos a los otros, para que todos consigan alcanzar los objetivos de aprendizaje, ya sea en actividades de una hora u otras a m¨¢s largo plazo.

La manera de garantizar que es cooperativo es que la evaluaci¨®n se haga individualmente, para cada uno de ellos, y que luego se valore a nivel de grupo, como en un equipo donde cada uno gana unos puntos, y la puntuaci¨®n final es la suma o la media de ellos. De esta manera, los alumnos de mayor capacidad se van a asegurar de que los otros tambi¨¦n aprenden lo que deben; y adem¨¢s, al hacerlo, les est¨¢s dando una nueva oportunidad de aprendizaje, porque una de las mejores maneras de aprender algo es explic¨¢rselo a otra persona. De esta forma los aprendizajes son mucho m¨¢s profundos, s¨®lidos y duraderos que si lo hicieran empollando en el ¨²ltimo momento, solo para pasar el examen, algo que, como profesores, debemos luchar por evitar.

P. Tambi¨¦n hablas de la importancia de la autorregulaci¨®n en el aprendizaje...

R. Es clave tanto a nivel cognitivo como emocional. En el primero, se trata de que el alumno conozca y aplique buenas estrategias de aprendizaje: que planifique su estudio, se autoeval¨²e y monitorice. La autorregulaci¨®n emocional tiene que ver con la capacidad de posponer las recompensas y de mantener la ansiedad a raya ante un examen. ?Tengo que estudiar, pero tengo muchas ganas de entrar en Facebook? Bueno, pues me regulo y resisto esa tentaci¨®n emocional. M¨®vil apagado y escondido, para que t¨² no lo veas.

Otra estrategia de autorregulaci¨®n es la manera de gestionar el fracaso; hay que tener estrategias para sobreponerte y seguir adelante. Dependiendo de c¨®mo lo interpretemos, puede afectar de forma negativa a nuestra autoeficacia; si nosotros tenemos una cultura del error por la que este significa que no somos capaces de hacer algo, promovemos unas emociones negativas respecto a esa materia. Si, en cambio, entiendes que el error es una parte normal y l¨®gica del aprendizaje, est¨¢s facilitando que tu autoeficacia no se vea afectada. Simplemente significa que tienes que dedicarle m¨¢s tiempo, o esforzarte m¨¢s. M¨¢s que caer en la conclusi¨®n de ¡°yo no puedo aprender esto¡±, hay que pensar ¡°quiz¨¢ me va a costar un poco m¨¢s, pero yo soy tan capaz de aprenderlo como cualquier otro¡±.

P. Hay muchos mitos sobre el aprendizaje que en tu libro calificas de pseudocient¨ªficos. ?Puedes citar alguno de ellos?

R. Uno de los m¨¢s persistentes y generalizados es el de los estilos de aprendizaje; la idea de que cada uno es diferente, como si cont¨¢ramos con distintos mecanismos distintos en el cerebro que nos hagan m¨¢s efectivos aprendiendo de una manera que de otra. Que unos sean visuales, auditivos y kinest¨¦ticos, por ejemplo. Se han hecho muchos estudios para ver si era cierto, pero el hecho es que los mecanismos por los cuales el cerebro aprende son los mismos para todos. Lo que la evidencia cient¨ªfica se?ala es que tenemos diferencias de grado: podemos tener m¨¢s talento y habilidad para aprender unas cosas que otras.

Otro es el que habla de que usamos solo el 10 % del cerebro, que tampoco es cierto; lo usamos al 100 % en todo momento, y est¨¢ siempre activo. No se sabe muy bien de d¨®nde surgi¨® esta idea; probablemente de alg¨²n iluminado de esos a los que les gusta pensar que el ser humano tiene un potencial oculto que podemos sacar. De ah¨ª los superh¨¦roes...

P. ?Qu¨¦ procesos de la ense?anza son m¨¢s importantes?

R. La instrucci¨®n, el feedback y la evaluaci¨®n. La instrucci¨®n se refiere al momento en que el docente empieza a introducir un conocimiento o una habilidad nueva. Ah¨ª es muy importante que hagamos pensar a los alumnos sobre lo que est¨¢n aprendiendo. El feedback sucede cuando los alumnos ya han comenzado a aprender y lo ponen en pr¨¢ctica. Ser¨¢ positivo si, como un GPS, nos dice d¨®nde estamos, a d¨®nde queremos ir, y lo que tenemos que hacer ahora para llegar al objetivo. Debe identificar las ¨¢reas en las que tiene que mejorar y c¨®mo hacerlo. La evaluaci¨®n es totalmente necesaria, porque sin ella tampoco puede haber feedback. Lo que pasa es que hay que realizarla de manera que no estigmatice, en el que los alumnos dispongan de muchas oportunidades de ¨¦xito con pruebas evaluativas de bajo riesgo.

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