Antes de todo, vida, pero tambi¨¦n accidentes personales, cobertura de saldos pendientes en caso de fallecimiento, uso indebido por robo de la tarjeta o suplantaci¨®n de identidad en internet, y asistencia en viaje. Estos son los seguros que con m¨¢s frecuencia se encuentran asociados a las tarjetas bancarias, muchas veces sin que su titular se percate realmente de ello, de acuerdo con los expertos. Pero, ?son realmente eficaces? ?Y qu¨¦ coste tienen para los usuarios?
Por lo general, los seguros vinculados a las tarjetas son m¨¢s comunes en las de cr¨¦dito que en las de d¨¦bito. ¡°Dentro de las primeras, suelen ser m¨¢s completos y comunes en las premium o profesionales que en las cl¨¢sicas¡±, explica Antonio Gallardo, experto en finanzas. O, lo que es lo mismo, ¡°las entidades bancarias suelen disponer de productos estratificados por perfil de cliente, esto es, por nivel adquisitivo¡±, se?ala Carlos Lluch, director t¨¦cnico de la corredur¨ªa Lluch y Juelich.
A nivel m¨¢s alto, m¨¢s competencia de las entidades con tarjetas como las de American Express o Diners Club. ¡°En esta l¨ªnea hallamos tambi¨¦n las tarjetas de fidelizaci¨®n emitidas por empresas de servicios como Iberia Plus¡±, destaca Lluch. En estas, ¡°el paquete de seguros es estrat¨¦gico¡±, a?ade.
Por el contrario, los usuarios de los pl¨¢sticos m¨¢s comunes no los contratan por su propuesta aseguradora. ¡°Nunca he encontrado una sola persona que me dijera: ¡®Contrat¨¦ la tarjeta porque me ofrecen asistencia en viaje¡±, admite Lluch. Aunque tengan alg¨²n seguro vinculado al contrato de este m¨¦todo de pago, ¡°los usuarios no los conocen mucho¡±, dice Gallardo, en la misma l¨ªnea. En sus palabras, esta ignorancia depende de dos factores. Por un lado, ¡°del desconocimiento que muchas veces se tiene con respecto a las condiciones del producto¡±. Por el otro, de la pol¨ªtica del banco: ¡°Hay entidades que siguen apostando por los seguros como forma de vinculaci¨®n y prestigio y mandando la documentaci¨®n a casa del cliente y otras que lo obvian¡±, afirma Gallardo.
Por ello, este experto aconseja al beneficiario o a su eventual heredero, revisar toda la documentaci¨®n de los bancos en los que opere. Si no la tiene, ¡°siempre puede apoyarse en la Agencia Tributaria, que entre los datos fiscales identificar¨¢ buena parte de las cuentas bancarias que tenga, y acudir al Registro ?nico de Seguros, para conocer todas las p¨®lizas de vida que tuviera suscritas¡±, recomienda Gallardo.
Coberturas poco realistas
Aunque fueran conocidos, el problema principal de estos seguros es que ¡°generan una falsa sensaci¨®n de seguridad¡±, seg¨²n Luch, ya que la gran duda que los envuelve tiene en su punto de mira la eficacia. ¡°En general, sus coberturas son muy limitadas y en nada suplen las recomendadas en la mayor¨ªa de los casos para un seguro de vida, el m¨¢s com¨²n¡±, reconoce Gallardo, quien agrega: ¡°Es un complemento para conseguir peque?as indemnizaciones, especialmente por muerte natural, un caso en el que no suelen superar los 8.000 euros; solo en determinadas condiciones de fallecimiento, como un accidente en un viaje que se pag¨® con la tarjeta, la compensaci¨®n puede ser m¨¢s importante¡±.
En opini¨®n de Lluch, hay coberturas que est¨¢n dise?adas de acuerdo con el riesgo efectivo, como las que asisten al usuario en el caso que no pueda pagar un saldo pendiente o que su tarjeta haya sido utilizada de manera fraudulenta. En estos supuestos, es f¨¢cil amoldar la cobertura al l¨ªmite de cr¨¦dito de la tarjeta.
Por el contrario, otras coberturas no reflejan la realidad a la que podr¨ªa enfrentarse el usuario si se materializara el riesgo previsto. ?El caso m¨¢s claro? Lluch cita el de la asistencia sanitaria en el extranjero: ¡°Un infarto en Estados Unidos, por poner un ejemplo, f¨¢cilmente costar¨¢ m¨¢s de 60.000 euros, o una fractura de una pierna, unos 25.000 euros, mientras que hay tarjetas con coberturas de 1.500 euros a 6.000 euros¡±, apunta. Bien es verdad que quien posee m¨¢s de un pl¨¢stico acumula tambi¨¦n las coberturas que se les asocian, pero este experto teme que ¡°ni sumando media docena de ellas se alcance a cubrir un siniestro de salud medio en ese pa¨ªs¡±.
Asimismo, Lluch se?ala los l¨ªmites de las coberturas en los casos de accidentes personales: ¡°Muy a menudo se cubren solo percances ocurridos en el medio de transporte, siempre que se haya adquirido el billete con la tarjeta, que se trate de un transporte regular de viajeros y, en aviaci¨®n, que no se trate de un aparato monomotor¡±, desglosa Lluch. ¡°Habr¨¢ que estudiar la letra peque?a¡ si es que nos dan a leer el contenido del seguro antes de contratar, por supuesto¡±, a?ade, con sorna.
?Qui¨¦n paga?
Aunque siempre se dice que los seguros est¨¢n incluidos en la tarjeta, sugiriendo de esta forma que el cliente no paga nada por ellos, Gallardo se?ala que existen dos maneras de repercutir costes al usuario. Si en los pl¨¢sticos premium se paga m¨¢s directamente a trav¨¦s de cuotas elevadas, en las tarjetas bancarias m¨¢s comunes, para los niveles adquisitivos medios y bajos, la prima del seguro se financia principalmente a trav¨¦s de la vinculaci¨®n del usuario: ¡°Este realizar¨¢ pagos con la tarjeta, generar¨¢ en muchos casos intereses y, tal vez, contrate con el mismo banco otros productos¡±, explica.
¡°No se proporciona un desglose de costes, por lo que, en un principio, no es posible conocer qu¨¦ nos cobran por el paquete de seguros en la tarjeta¡±, afirma Lluch, quien advierte: ¡°Eso s¨ª, no son regalos, estamos en el sector financiero puro y duro¡±. De esta forma, con una tarjeta que genera un 2,5% mensual en intereses, Lluch concede que es ¡°f¨¢cil¡± hacer aparecer el seguro como un ¡°regalo¡±, porque el cliente ¡°se va a dejar una fortuna en intereses o comisiones brutales por devoluci¨®n de recibo¡±.
Pero se?ala tambi¨¦n otra forma de remunerar estos seguros: ¡°Cada vez que generamos un cargo en la tarjeta, estamos facilitando al banco una informaci¨®n econ¨®micamente muy valiosa¡±, dice Lluch. ¡°Su cliente no lo sabe, pero est¨¢ alimentando el machine learning de su entidad a coste casi cero para esta¡±, concluye.