Ante la merma de ingresos en los hogares por la incipiente crisis econ¨®mica derivada de la emergencia sanitaria, la tentaci¨®n de pedir un cr¨¦dito que permita cubrir un gasto de forma puntual puede ser muy fuerte. El atajo parece especialmente atractivo si se presenta envuelto en un minicr¨¦dito, es decir, el pr¨¦stamo de una peque?a cantidad de dinero, concedido por una entidad con extrema rapidez y sin formalidades. Al desaconsejarla encarecidamente, sin embargo, las asociaciones de usuarios advierten de los peligros inherentes a este tipo de financiaci¨®n. Unos riesgos que a menudo se ignoran, sobre todo cuando, como en estos momentos, las dificultades econ¨®micas aprietan.
El dinero que se puede pedir prestado a trav¨¦s de este producto es inferior a 1.000 euros y se tendr¨¢ que devolver en un plazo muy corto, que llega al m¨¢ximo a 30 d¨ªas. Una vez vencido el plazo, el usuario deber¨¢ restituir el cr¨¦dito a trav¨¦s de una plataforma con una tarjeta, en la que se carga el pago de forma autom¨¢tica, o de una cuenta que utilizar¨¢ para realizar la transferencia. Abonar¨¢ todo, tanto el capital (el dinero prestado) como los intereses correspondientes.
Y precisamente esta sea, tal vez, la caracter¨ªstica m¨¢s llamativa de los minicr¨¦ditos: su coste elevado. Si los cr¨¦ditos al consumo en Espa?a ya tienen tipos medios que se sit¨²an en torno al 8%, muy por encima del 5% de los pa¨ªses de su entorno m¨¢s inmediato, los minicr¨¦ditos los superan con creces. Para 300 euros a 30 d¨ªas, la TAE (tasa anual equivalente, es decir, un tipo de inter¨¦s que toma en cuenta no solo el tipo nominal sino todos los gastos asociados al cr¨¦dito, como las comisiones y las penalizaciones) puede ir desde una media del 1.600% a m¨¢s del 3.500%, seg¨²n un estudio de la Asociaci¨®n de usuarios financieros (Asufin) sobre las 16 principales firmas que ofrecen este tipo de financiaci¨®n.
Pero ¡°a menor cantidad o plazo de devoluci¨®n, m¨¢s se encarece la operaci¨®n¡±, explica la presidenta de la asociaci¨®n, Patricia Su¨¢rez. De esta forma, pedir prestados 900 euros a devolver al d¨ªa siguiente conlleva una TAE media del 4.260% (el tipo nominal medio ser¨ªa el 370%), y un minicr¨¦dito de 50 euros que se reembolsara una semana despu¨¦s disparar¨ªa la TAE media a hasta m¨¢s del 32.000%.
Efecto bola de nieve
En el caso de no poder pagar, el usuario dispone habitualmente de una pr¨®rroga del mismo n¨²mero de d¨ªas que ten¨ªa el primer plazo, pero con comisiones e intereses que en algunos casos pueden llegar a un 2% diario. A ello habr¨¢ que sumar el llamado efecto bola de nieve, por el que el consumidor que no logra el dinero para devolver un minicr¨¦dito en el plazo establecido recae, pide otro y entra en una espiral de acumulaci¨®n de deuda sin fin.
Es lo que ocurri¨® a Javier. ¡°Llevaba tres a?os con una adicci¨®n al juego que empez¨® poco a poco pero que a mediados del a?o pasado se volvi¨® un problema grav¨ªsimo, a tal punto que me gast¨¦ en ello el dinero que me dieron mis padres para la matr¨ªcula¡±, relata este estudiante universitario de 23 a?os que prefiere no dar su verdadero nombre. Al no tener ning¨²n ingreso y con el af¨¢n de costear su ludopat¨ªa, Javier ¡ª¡°estaba enfermo, porque segu¨ªa a pesar de que estaba perdiendo todo¡±, dice¡ª pidi¨® cuatro minicr¨¦ditos seguidos a sendos prestamistas, en tan solo 10 d¨ªas del octubre pasado.
El primero fue de 250 euros, que se convertir¨ªan en 330 euros al vencimiento del plazo, de 30 d¨ªas. Para el segundo, de 150 euros, le ped¨ªan 203 euros, a devolver pasado un mes. El siguiente ten¨ªa un plazo de 21 d¨ªas y era de 200 euros, aunque al sumarle los intereses llegar¨ªa a ser de 275,60 euros. Para el cuarto, le ped¨ªan 519 euros a 30 d¨ªas, frente a un capital de 400 euros. ¡°El 15 de octubre fue el ¨²ltimo, pero este era distinto: 1.000 euros que ten¨ªa que devolver en dos a?os; con los intereses eran 2.105,25 euros¡±, se?ala.
Los obtuvo todos con gran facilidad y en pocas horas o al d¨ªa siguiente. ¡°Estas compa?¨ªas tienen un software que supuestamente hace un estudio de los movimientos en tu cuenta bancaria, pero a m¨ª siempre me sali¨® aceptado. Y esto, a un chaval sin ingresos propios que pide un cr¨¦dito de 400 euros que deber¨ªa devolver despu¨¦s de 30 d¨ªas, no hay por donde cogerlo¡±, apostilla Javier.
El sobreendeudamiento es uno de los factores de riesgo por los que tambi¨¦n la portavoz de la Organizaci¨®n de consumidores y usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, recomienda ¡°claramente¡± no contratar este producto. El presidente de la Asociaci¨®n para la defensa de consumidores y usuarios de bancos, cajas y seguros (Adicae), Manuel Pardos, aconseja preguntarse previamente ¡°?para qu¨¦ lo necesito¡¯ y ¡®?podr¨¦ devolverlo?¡±, con el objetivo de ¡°recapacitar¡±.
Cancelar la deuda con un pr¨¦stamo al uso
¡°Si no se prev¨¦ percibir ingresos suficientes en un muy corto espacio de tiempo, estos cr¨¦ditos son completamente desaconsejables; y, en todo caso, el elevado coste que suponen hace conveniente buscar alternativas¡±, insiste Pardos, quien destaca la posibilidad de pedir un pr¨¦stamo a familiares o amigos o un cr¨¦dito que permita el pago fraccionado en varios plazos, pero siempre mirando con lupa la TAE. ¡°Recurrir a un pr¨¦stamo en una entidad financiera puede resultar m¨¢s lento pero tambi¨¦n mucho m¨¢s barato¡±, coincide Izverniceanu. En este caso se observar¨¢ el cr¨¦dito inicial: ¡°si en este no est¨¢n previstas comisiones o penalizaciones por cancelaci¨®n, mejor pedir otro pr¨¦stamo y cancelar el primero¡±, a?ade la portavoz.
Tampoco habr¨¢ que pasar por alto la revisi¨®n del presupuesto familiar, para acometer ajustes no traum¨¢ticos y razonables que contengan el gasto. Y en esta ¨¦poca de crisis tambi¨¦n pueden ser ¨²tiles las moratorias de hipotecas, cr¨¦ditos personales y alquileres, establecidas por el Gobierno para hacer frente a las dificultades econ¨®micas que muchos hogares espa?oles est¨¢n experimentando por la emergencia de la Covid-19, siempre y cuando el usuario cumpla con los requisitos necesarios para acogerse a ellas.
A las malas, ¡°hay costes que es mejor dejar de pagar en lugar de abonarlos mediante este tipo de cr¨¦ditos¡±, sugiere Pardos, ¡°especialmente en el momento actual, en el que se ha establecido la prohibici¨®n de cortes de suministros b¨¢sicos¡±. Por el contrario, si el usuario ya hubiese suscrito alg¨²n minicr¨¦dito y no pudiera pagarlo, antes que contraer m¨¢s deuda, recomienda recopilar toda la documentaci¨®n y buscar ayuda.
As¨ª lo hizo Javier, que lleva unos seis meses sin jugar, en diciembre consigui¨® un trabajo y desde enero ve a una psic¨®loga. Con un certificado extendido por esta profesional, los abogados contratados a trav¨¦s de la Asufin han obtenido que dos empresas aceptaran cobrarle exclusivamente el capital prestado, obviando el resto de la deuda. Otras dos se negaron, por lo que han empezado las acciones legales. En cuanto al ¨²ltimo pr¨¦stamo, el estado de emergencia hizo que el tr¨¢mite quedara suspendido.
Javier admite no haberse interesado por la TAE y otras condiciones de los minicr¨¦ditos que suscribi¨® en una ¨¦poca en la que la urgencia de alimentar su adicci¨®n con dinero primaba sobre todo lo dem¨¢s. ¡°Con lo que se avecina¡±, dice ahora refiri¨¦ndose a la crisis, ¡°espero que, en el caso de necesitar un minicr¨¦dito, la gente por lo menos conozca lo que est¨¢ pidiendo¡±.