Espa?a es el sexto pa¨ªs de la zona euro con los cr¨¦ditos al consumo m¨¢s caros. En agosto, el tipo de inter¨¦s medio en los pr¨¦stamos de entre uno y cinco a?os, y dedicados a compras de bienes y servicios para el hogar o concedidos por los bancos a trav¨¦s de sus tarjetas bancarias o directamente en los comercios, alcanz¨® el 8,04%. Este porcentaje se sit¨²a casi tres puntos por encima de la media de la zona euro (5,09%), y supera en m¨¢s de cuatro puntos al tipo medio de B¨¦lgica y Francia (3,62% y 3,77%, respectivamente), seg¨²n datos del Banco Central Europeo.
De entre los Estados que adoptan la moneda ¨²nica ¨Cexcepto Chipre y Pa¨ªses Bajos, que a¨²n no han presentado sus datos¨C, tienen cr¨¦ditos al consumo con un tipo de inter¨¦s superior al de Espa?a solo Grecia (9,25%), Eslovaquia (9,42%), Lituania (14,13%), Letonia (16,76%) y Estonia (17,45%). Por el contrario, de entre los pa¨ªses de su entorno m¨¢s inmediato (sin tomar en cuenta B¨¦lgica y Francia, ya mencionadas), los tipos espa?oles en esta categor¨ªa de pr¨¦stamos son los m¨¢s consistentes y se sit¨²an 3,53 puntos porcentuales por encima de los de Alemania, y son 1,82 y 1,3 puntos m¨¢s altos que los de Portugal e Italia.
Falta de ficheros positivos
Tipos tan altos se explican por ¡°la presi¨®n de la banca para obtener margen, al ser el cr¨¦dito al consumo la categor¨ªa de pr¨¦stamos que m¨¢s lo permite¡±, dice el presidente de la Comisi¨®n financiera del Consejo General de Economistas, Antonio Pedraza. Lo que, en su opini¨®n, impulsa una intensa actividad de marketing de los bancos, especialmente dirigido hacia sus propios clientes a los que el cr¨¦dito se autoriza ¡°sin tr¨¢mites ni molestias¡±. Pero Pedraza achaca el alto coste de este producto en Espa?a tambi¨¦n a ¡°una menor competencia con respecto a otros pa¨ªses, donde se utilizan m¨¢s canales alternativos, como financieras y plataformas on line, entre otros¡±, a?ade.
?Y si el elevado nivel de intereses dependiera del hecho de que las entidades crediticias, a trav¨¦s de los ficheros de morosos, disponen solo de los datos de los usuarios que no pagan sus deudas pero no comparten informaci¨®n sobre los buenos pagadores, y, de esta forma, tienen que asumir m¨¢s riesgos de insolvencia? Varios expertos abogan por la introducci¨®n tambi¨¦n en Espa?a de los llamados ficheros positivos, es decir, listas en las que aparecen los datos que avalan el buen comportamiento de los prestatarios.
M¨¢s com¨²n en los pa¨ªses anglosajones y en expansi¨®n en ?frica y Am¨¦rica Latina, esta herramienta redunda e una ventaja clara para el ciudadano, seg¨²n la catedr¨¢tica de derecho de la Universidad Complutense de Madrid, Matilde Cuena: ¡°Solo paga un tipo de inter¨¦s m¨¢s alto el que presenta m¨¢s riesgo¡±, afirma. Por el contrario, ¡°cuando el prestamista no puede distinguir entre buenos y malos pagadores porque le faltan datos, entonces propaga el riesgo de impago a todos los solicitantes de cr¨¦dito; por ello pagamos tipos de inter¨¦s m¨¢s altos¡±, remacha.
Inercia de la demanda
A este ¨²ltimo factor, el director de Pr¨¦stamos del comparador bancario iAhorro, Eduardo Zafra, a?ade la falta de conocimiento: ¡°Hay mucha gente que no sabe lo que significa pagar una TAE [tasa anual equivalente, es decir, un tipo que incluye el inter¨¦s m¨¢s otros gastos como comisiones o vinculaciones] o c¨®mo negociar y conseguir precios m¨¢s atractivos o mejores condiciones¡±, sostiene.
Existe tambi¨¦n cierta inercia del mismo mercado. ¡°Los espa?oles estamos dispuestos a pagar estos tipos, por lo que los bancos no necesitan bajarlos para atraer la demanda¡±, a?ade Zafra. Algo en que coincide el experto financiero Antonio Gallardo, quien se dice convencido de que a las entidades financieras no hace falta potenciar su cuota de mercado y, asimismo, estimular m¨¢s el cr¨¦dito para que crezca, ya que en 2018 las familias incrementaron el cr¨¦dito al consumo y para otros fines en un 1,2% de su renta disponible, unos 8.800 millones.
Promociones en la incertidumbre
Pedraza recuerda que este tipo de financiaci¨®n aumenta a ritmos anuales del 15% y ha llegado a hacerlo incluso por encima del 25%. ¡°El cr¨¦dito al consumo supone el 57% de la financiaci¨®n no hipotecaria y su tasa de morosidad es muy baja, un 3,3%¡±, constata Pedraza, quien cree que seguir¨¢ subiendo. ¡°Quiz¨¢ con m¨¢s motivo en ¨¦pocas de desaceleraci¨®n, donde las necesidades que estos pr¨¦stamos cubren se pueden hacer m¨¢s patentes, as¨ª como las de recurrir a la deuda por parte de la clase media, que suele sufrir la crisis pero mantiene la capacidad de pago en un endeudamiento controlado¡±, subraya Pedraza.
Una previsi¨®n que, en palabras de Gallardo, supondr¨¢ un abaratamiento del coste de financiaci¨®n. ¡°Si crece la incertidumbre econ¨®mica y hay un par¨®n del consumo y del ritmo de crecimiento de nuevo cr¨¦dito, lo l¨®gico es que las entidades hagan promociones m¨¢s agresivas y bajen los intereses¡±, argumenta.
Algunas ofertas ya se est¨¢n dando, en muchos casos por debajo del 5%, sostiene Zafra. ¡°En los pr¨®ximos meses esta tendencia se mantendr¨¢, ya que a finales de a?o hay entidades que dependen de los objetivos y, por cumplirlos, suelen tener ofertas¡±, como ocurre tambi¨¦n en el mercado hipotecario, concluye.