La tormenta el¨¦ctrica revuelve el patio pol¨ªtico
Unidas Podemos ataca; Moncloa esgrime las actuaciones adoptadas y al PP le vale con contemplar la pelea entre los socios de Gobierno.
Probablemente, lo que m¨¢s atormentaba a Teresa Ribera cuando se anunci¨® la ola de fr¨ªo era que se repitiera el impacto en el mercado el¨¦ctrico que vivieron sus dos antecesores. Sus temores se confirmaron y el precio lleg¨® a cotas hist¨®ricas en el mercado mayorista, el pool donde se casan la oferta y la demanda de electricidad. Al regirse por un sistema marginalista (es decir, el precio que se paga por la ¨²ltima unidad subastada es el que se fija para toda la subasta) y al no haber ni viento ni sol y apenas intervenir la hidr¨¢ulica (las energ¨ªas m¨¢s baratas) fueron la nuclear, el carb¨®n y los ciclos combinados, que se alimentan de gas, las tecnolog¨ªas que entraron sucesivamente. Encima, el gas se encareci¨® m¨¢s por la alta demanda de pa¨ªses asi¨¢ticos. Y, para remate, el precio del CO2 se ha triplicado hasta 35 euros la tonelada.
La combinaci¨®n de factores produjo la tormenta perfecta que ha dado lugar a sonadas pol¨¦micas. Y se repite la historia. En diciembre de 2013, el precio del pool super¨® los 90 euros megavatio-hora (MWh) y el ministro del ramo, Jos¨¦ Manuel Soria, anul¨® el sistema existente de subasta y pidi¨® a la CNMC que abriera una investigaci¨®n. En enero de 2017, su sucesor, ?lvaro Nadal, tambi¨¦n exigi¨® la intervenci¨®n del organismo regulador. Las grandes el¨¦ctricas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) fueron sancionadas, pero recurrieron y el asunto est¨¢ empantanado en la Audiencia Nacional. Entonces la oposici¨®n acus¨® al Gobierno de Rajoy de incompetencia. Ahora, el PP, que ha tenido la oportunidad de vengarse, hasta ahora no ha sido muy beligerante, posiblemente porque tiene mucho que callar (subida de las tarifas en 2011, implantaci¨®n de un impuesto a la generaci¨®n del 7% en 2012, hachazo a la retribuci¨®n de renovables que trajo una cascada de demandas...) y porque le basta con contemplar c¨®mo los socios del PSOE en el Gobierno revuelven el patio.
En efecto, da la impresi¨®n de que Unidas Podemos estaba esperando un momento como este para armar el l¨ªo. La ministra Irene Montero ha reclamado abordar la reforma el¨¦ctrica pactada. Y algunos de sus dirigentes han pedido algo tan irrealizable como renacionalizar Endesa. Probablemente, en Roma los directivos de Enel (propietaria de la antigua empresa p¨²blica espa?ola) se habr¨¢n restregado los ojos: Endesa vale en Bolsa 24.000 millones.
Desde Moncloa se les ha recordado, adem¨¢s de negarse en redondo a renacionalizar Endesa, que se han aprobado una decena de medidas: el Plan de Energ¨ªa y Clima, el de Descarbonizaci¨®n, el de Adaptaci¨®n del Cambio Clim¨¢tico, un nuevo marco de subastas de renovables, un fondo de sostenibilidad que permitir¨¢ desligar las cargas de las renovables del recibo de la luz abarat¨¢ndolo un 13%, un plan de hidr¨®geno verde, la prohibici¨®n de corte de suministro a hogares vulnerables...
Todo es fruto del calentamiento pol¨ªtico. Ni ahora ni antes las acusaciones se sostienen y parecen desconocedoras del funcionamiento del sistema. El aumento de precios responde a circunstancias del mercado, como la ola de fr¨ªo que no solo ha afectado a Espa?a, d¨¢ndose el caso de que en el Reino Unido o Jap¨®n el precio del MWh ha superado los 700 euros. Adem¨¢s, el sistema es el mismo que hab¨ªa en abril, cuando el precio mayorista cay¨® hasta los 20 euros MWh, frente a los 47 de media del a?o anterior. En pleno confinamiento, la demanda se vino abajo y la mayor parte de la electricidad se gener¨® con energ¨ªas renovables. El abaratamiento no se convirti¨® en pasto de tertulias, ni de los grupos pol¨ªticos y tampoco, todo hay que decirlo, la prensa se detuvo lo suficiente en analizarlo, quiz¨¢ porque una noticia que no genera pol¨¦mica es menos noticia.
Las pol¨¦micas, en todo caso, son buenas para plantear soluciones. La experiencia dice que tendr¨¢ un impacto reducido a lo largo del a?o porque los precios volver¨¢n a su cauce. No obstante, la vicepresidenta Ribera se ha esforzado estos d¨ªas en advertir de la vulnerabilidad a la que se somete la econom¨ªa cuando aparecen fen¨®menos como este y reconocer que el Gobierno debe adoptar medidas para aumentar la resistencia. Supone apostar por la transici¨®n digital y por la econom¨ªa verde.
Tambi¨¦n ha apelado a ¡°mecanismos colch¨®n¡± para afrontar casos como este. Ha descartado establecer un precio fijo para algunas energ¨ªas (hidr¨¢ulica y nuclear) por su complejidad para encajar en el mercado marginalista que rige en la UE. Tampoco parece que tenga encaje una rebaja del IVA (21%); pero s¨ª pueden prosperar medidas como un precio m¨ªnimo a medida que vaya avanzando la instalaci¨®n de renovables que garantice cubrir los costes de la red (ahora cero euros) y definir un consumo m¨ªnimo vital.
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