Las autonom¨ªas se preparan para un duro ajuste a partir de 2022

Las comunidades contaron en 2020 con un voluminoso colch¨®n para encarar la pandemia. El Gobierno dej¨® abierto el grifo de la financiaci¨®n auton¨®mica pese al derrumbe de la actividad, a lo que sum¨® transferencias a fondo perdido para evitar tensiones mayores de tesorer¨ªa. Gracias a estos flujos, las finanzas regionales han podido hacer frente a la crisis y aguantar el golpe, pero pronto habr¨¢ que cuadrar cuentas. En 2022 las autonom¨ªas deber¨¢n devolver al Estado los recursos recibidos de m¨¢s, una factura que la Airef cifra en 5.000 millones y que ya empieza a preocupar a los Gobiernos regionales.

As¨ª lo marcan las reglas del sistema de financiaci¨®n auton¨®mico: las comunidades reciben del Estado cada a?o los recursos que necesitan por adelantado, conocidos como entregas a cuenta, cuyo importe se calcula en funci¨®n de los ingresos previstos. Dos ejercicios despu¨¦s, con los datos definitivos en la mano, se hace el encaje de bolillos. Si han percibido m¨¢s de lo que finalmente se ha ingresado, reintegran la diferencia al Estado; o viceversa, si la recaudaci¨®n se ha comportado mejor de lo esperado, perciben un dinero extra.

Pese al repentino cambio de coyuntura, Hacienda mantuvo en 2020 las entregas calculadas antes de la pandemia, en funci¨®n de un crecimiento econ¨®mico estimado del 1,6%. En total, recibieron 105.868 millones, m¨¢s la liquidaci¨®n positiva r¨¦cord de 2018, de casi 11.000 millones. Al margen de estas cantidades, les inyect¨® otros 16.000 millones de un fondo extraordinario para afrontar la crisis de la covid.

Este dopaje ha evitado un colapso mayor de los servicios esenciales que prestan las comunidades, empezando por la sanidad, ante el alza del gasto por la pandemia. Tambi¨¦n ha permitido esquivar abultados desequilibrios presupuestarios. Hasta noviembre, ¨²ltimos datos disponibles, las haciendas auton¨®micas acumulaban un super¨¢vit del 0,29%, frente al d¨¦ficit del mismo periodo del a?o anterior. Es decir: sus ingresos superaban sus gastos. El dato es excepcionalmente positivo porque a esa fecha ya hab¨ªan ingresado la actualizaci¨®n de las entregas a cuenta de 2018, que en 2019 percibieron a finales de ejercicio, y el grueso del fondo covid.

La realidad, sin embargo, choca con estos n¨²meros. El INE ha adelantado que el PIB retrocedi¨® un 11% en 2020, y la recaudaci¨®n tributaria hasta noviembre hab¨ªa ca¨ªdo un 9%. El Gobierno calcula un d¨¦ficit del 11,3% para el conjunto de Administraciones, al que las comunidades contribuir¨¢n con un desfase del 0,6%.

A la espera de la liquidaci¨®n definitiva del sistema, ya se da por sentado que en 2022 el saldo ser¨¢ negativo para las comunidades. La Autoridad Fiscal (Airef) ha avanzado una primera estimaci¨®n del golpe: 5.000 millones. Y ha lanzado un aviso con vistas a 2023. ¡°En 2022 se espera un deterioro importante del saldo fiscal con el registro de la liquidaci¨®n a favor del Estado de las entregas a cuenta asociadas a 2020, situaci¨®n que se replicar¨¢ en 2023 de materializarse las previsiones de ingresos de la Airef¡±, destaca el ¨²ltimo informe sobre los Presupuestos auton¨®micos. El organismo estima que los saldos negativos se sit¨²en en el 0,4% del PIB en 2022 y en el 0,3% en 2023.

?ngel de la Fuente, director de Fedea, considera que las comunidades estuvieron ¡°sobreprotegidas¡± y coincide en que las entregas a cuenta de 2021 ¡ªde importe casi igual al de 2020¡ª tambi¨¦n se calcularon de manera muy optimista. ¡°Es probable que la liquidaci¨®n sea negativa en 2023, aunque no ser¨¢ tan grande¡±, se?ala.

La decena de comunidades consultadas asegura que ahora la prioridad es atajar la crisis, pero reconoce que ya hay inquietud por la factura que vendr¨¢. Los Gobiernos regionales a¨²n tienen grabado en la retina lo ocurrido en la Gran Recesi¨®n: en 2008 y 2009 los saldos negativos alcanzaron los 20.000 millones, y se siguen devolviendo fraccionados hoy en d¨ªa. ¡±A¨²n no hay propuestas¡±, dicen fuentes de una consejer¨ªa regional. ¡°Confiamos en que, cuando llegue el momento, el Gobierno atienda la necesidad de adoptar medidas¡±, desliza otra.

Senda de estabilidad

El ministerio se?ala que este a?o corresponden las liquidaciones positivas de 2019, y que a¨²n no hay nada definido de cara a 2022. Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty (PP), consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, insisti¨® la semana pasada sobre el asunto. ¡°Las entregas a cuenta que se nos han dado en 2021 est¨¢n por encima de la realidad¡±, zanj¨® durante un desayuno informativo: ¡°Este a?o la obligaci¨®n es atender todos los gastos derivados de la pandemia, pero debemos tener muy claro que el dinero adicional no debe usarse para gasto estructural¡±.

Ah¨ª est¨¢ el otro gran riesgo: que este aluvi¨®n de dinero, vital para encarar a la crisis, se use para gasto corriente que en el futuro no se pueda mantener. En 2021 ya no habr¨¢ transferencias extraordinarias, pero las comunidades volver¨¢n a recibir flujos sin precedentes: adem¨¢s de las entregas a cuenta, llegar¨¢n las primeras ayudas europeas y la suspensi¨®n de las reglas fiscales les dar¨¢ m¨¢s margen de gasto. Hacienda ha fijado para este a?o una tasa de referencia del d¨¦ficit no obligatoria ¡ªdel que se ha comprometido a asumir la mitad¡ª, del 2,2% del PIB para las autonom¨ªas, a financiar con m¨¢s endeudamiento.

¡°En el medio plazo hay que volver a una senda de estabilidad, pero el debate ahora est¨¢ en las instituciones de la UE¡±, se?ala C¨¦sar Cantalapiedra, socio de la consultora Afi. El Gobierno suspendi¨® los objetivos presupuestarios en l¨ªnea con la congelaci¨®n del Pacto de Estabilidad europeo para 2020 y 2021. Ante la magnitud de la crisis no est¨¢, sin embargo, claro si Bruselas pedir¨¢ volver a la disciplina ya en 2022, ni si las reglas fiscales ser¨¢n las mismas, ya que ha abierto la puerta a revisarlas.

En cualquier caso, el regreso de los objetivos fiscales se perfila como otra piedra en el zapato para las comunidades. El consejero de Hacienda de Andaluc¨ªa, Juan Bravo (PP), ya alertaba en octubre no solo de las liquidaciones negativas en 2022 y 2023; tambi¨¦n ped¨ªa un calendario para volver a una senda de estabilidad. Un punto en el que coinciden organismos como la Airef o el Banco de Espa?a. ¡°Ahora las comunidades est¨¢n centradas en las demandas de los ciudadanos, pero ver¨¢n acercarse el precipicio¡±, opina Cantalapiedra.

Diego Mart¨ªnez L¨®pez, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, tambi¨¦n teme que esta barra libre de gasto se convierta en un arma de doble filo. ¡°La UE ha suspendido la senda hacia los objetivos, pero todo el resto sigue vigente. En Espa?a se ha dejado al pa¨ªs sin unas coordenadas de gobernanza fiscal¡±, lamenta.