¡°No es cierto que Argentina se niegue a reformar Mercosur¡±
El ministro de Desarrollo Productivo de Argentina, Mat¨ªas Kulfas, sostiene en esta entrevista que una bajada de aranceles como piden Uruguay, Brasil y Paraguay es ¡°puro dogmatismo ideol¨®gico¡±
Mat¨ªas Kulfas, ministro argentino de Desarrollo Productivo, admite que Mercosur atraviesa ¡°un momento de tensi¨®n¡±. Socios como Uruguay o Brasil quieren m¨¢s flexibilidad y menores aranceles externos y la ¨²ltima reuni¨®n del organismo, hace unos d¨ªas, concluy¨® de forma crispada. ¡°No es cierto que Argentina se niegue a reformar Mercosur¡±, dice Kulfas, durante una entrevista realizada en su despacho ministerial. ¡°Queremos una reforma, pero con tiempo y de forma pragm¨¢tica. La idea de que reduciendo aranceles se moderniza todo de golpe es puro dogmatismo ideol¨®gico¡±.
Pregunta. El Gobierno argentino acaba de anunciar medidas para atraer inversiones.
Respuesta. S¨ª, flexibilizaremos las restricciones cambiarias cuando se trate de inversiones grandes, superiores a los cien millones de d¨®lares, en sectores exportadores como la miner¨ªa, la energ¨ªa o la agroindustria. Cuando llegamos al Gobierno ya exist¨ªa el llamado ¡°cepo¡±. Sufr¨ªamos una crisis en la balanza de pagos, una m¨¢s en nuestra historia, sumada a un problema de sobreendeudamiento. Ahora queremos que los sectores exportadores puedan disponer de divisas. No nos gustan las restricciones pero no tenemos alternativa, dada la escasez de d¨®lares. La nueva herramienta va en la direcci¨®n de ir abriendo el ¡°cepo¡± y esperamos que cuando mejoren las exportaciones podamos seguir avanzando por ese camino.
P. ¡°Tenemos que vivir con lo nuestro¡±, ha dicho alguna vez el presidente Alberto Fern¨¢ndez, en referencia a reducir las importaciones.
R. El presidente no tiene ideas aut¨¢rquicas o nacionalistas. Piensa en la integraci¨®n internacional de la econom¨ªa argentina y piensa en Mercosur. Lo que plantea el presidente es la necesidad de salir de un modelo centrado en la especulaci¨®n financiera para apostar por la producci¨®n y el trabajo. Queremos fomentar el comercio exterior y recibir inversiones extranjeras. Ocurre que el punto de partida de nuestro Gobierno es muy complicado, con una gran crisis macroecon¨®mica y la pandemia.
P. Sus socios en Mercosur critican los altos aranceles externos (14% como promedio) y quieren establecer libremente alianzas comerciales con terceros pa¨ªses.
R. No es cierto que nosotros no queramos cambiar nada en Mercosur. Planteamos a nuestros socios una modificaci¨®n del arancel exterior com¨²n y fuimos muy ambiciosos: propusimos que en cerca de 1.800 renglones el arancel bajara al 0%. Lo que ocurre es que nuestra mirada es pragm¨¢tica. Lo primero es darle coherencia a la estructura arancelaria, que se ha quedado vieja porque se defini¨® a mediados de los a?os noventa. Hay que modernizar. La cuesti¨®n es c¨®mo. La idea de que reduciendo aranceles se moderniza todo de golpe es puro dogmatismo ideol¨®gico. Hay que discutir en qu¨¦ proporci¨®n se reducen y en qu¨¦ renglones se mantienen. Eso lleva tiempo. En Argentina tenemos experiencia con esas cosas, en varios momentos de nuestra historia tomamos decisiones ideol¨®gicas, reducimos los aranceles y abrimos nuestra estructura financiera, y terminamos con una crisis en la balanza de pagos. Por eso somos cautelosos.
P. ?Se calmar¨¢n los ¨¢nimos en Mercosur?
R. Apostamos por ello. Mercosur es un buen proyecto y los problemas se resuelven dialogando. En cualquier sociedad hay momentos buenos y malos, y en Mercosur este es un momento de tensi¨®n.
P. ¡°Ninguna pol¨ªtica industrial funciona si la macroeconom¨ªa es inestable¡±. Usted dijo esto hace tiempo. ?Puede hacer pol¨ªtica industrial con el actual cuadro macroecon¨®mico?
R. Vamos avanzando hacia la estabilidad. Hemos conseguido vencimientos m¨¢s razonables para la deuda privada y negociamos ahora con el Fondo Monetario Internacional. La ley de presupuestos contempla una reducci¨®n del d¨¦ficit. Estamos recuperando el crecimiento, a niveles incluso m¨¢s altos que antes de la pandemia. La situaci¨®n se normaliza, pese a todas las dificultades.
P. Han prorrogado hasta mayo los controles sobre los precios de miles de productos. Muchos fabricantes se quejan de que sus insumos suben. Y la inflaci¨®n ha vuelto a aumentar.
R. La inflaci¨®n es un problema adicional. Lleg¨® al 53% en 2019 y pudimos reducirla al 36% en 2020, pero a finales del a?o pasado empezaron a subir mundialmente los precios de las materias primas y nosotros no pudimos, como otros pa¨ªses, absorber ese ¡°shock¡± con pol¨ªtica cambiaria u otras herramientas. Tuvimos que imponer el mecanismo de precios m¨¢ximos, que no significa un congelamiento de precios. Es cierto que muchos insumos subieron y eso afect¨® al margen de rentabilidad de los fabricantes. El problema existe. Queremos acabar con el mecanismo de precios m¨¢ximos, pero sin que ello suponga un tir¨®n inflacionario.
P. ?Qu¨¦ efecto pueden tener sobre los posibles inversores extranjeros exigencias como la del poderoso Sindicato de Camioneros, que pide indemnizaciones para toda la plantilla cuando una empresa cambia de due?os?
R. Mantenemos un di¨¢logo permanente con los sectores de la producci¨®n y el trabajo y en los ¨²ltimos meses, pese a la crisis, apenas hemos sufrido conflictos sindicales. Por supuesto, hay cosas que no nos gustan. Por eso, en el caso que usted cita, el Ministerio de Trabajo dict¨® la conciliaci¨®n obligatoria. No compartimos la iniciativa del Sindicato de Camioneros porque no avalamos los abusos, ni de un lado ni del otro. El inversor internacional ha de ver en Argentina lo mismo que vemos nosotros, un potencial enorme en recursos naturales, industriales y humanos. Naturalmente, los inversores anhelan la previsibilidad y la estabilidad macroecon¨®mica. Tambi¨¦n las anhela el Gobierno.
P. ?Ayuda a la previsibilidad la querella contra el anterior gobierno por endeudarse con el FMI?
R. El presidente ha marcado una l¨ªnea de trabajo clara: frente a un problema de sobreendeudamiento, se requieren di¨¢logo y acuerdos. Esa es la l¨ªnea respecto al FMI. En el medio, por supuesto, hay debate pol¨ªtico. La realidad es que el acuerdo del anterior gobierno con el FMI es extremadamente llamativo, porque fue el mayor pr¨¦stamo en la historia de la organizaci¨®n y, encima, no sirvi¨® para nada: ni estabiliz¨® la macroeconom¨ªa ni financi¨® planes de desarrollo. Frente a eso, algunos sectores han planteado la necesidad de realizar indagaciones adicionales por la v¨ªa judicial. Todo esto no significa que no vayamos a pagar. Pero es necesario pagar con recursos generados gracias al crecimiento, no con los cl¨¢sicos programas de ajuste que aplic¨® el gobierno anterior.
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