Los pa¨ªses ricos gastar¨¢n cuatro veces m¨¢s contra la crisis que los emergentes
La asimetr¨ªa en la capacidad fiscal y en el acceso a la vacuna merman la recuperaci¨®n del bloque en desarrollo. En las econom¨ªas avanzadas, el gasto fiscal entre 2020 y 2022 equivaldr¨¢ al 16% de su PIB
Si la recesi¨®n causada por la crisis financiera global de 2008 qued¨® pr¨¢cticamente circunscrita a los pa¨ªses ricos, escapando de ella pr¨¢cticamente todas las econom¨ªas emergentes, las tornas han cambiado esta vez. La dentellada de la covid-19 se est¨¢ sintiendo con especial intensidad en los pa¨ªses de renta media y baja, que contaban con sistemas sanitarios y de protecci¨®n social m¨¢s fr¨¢giles y a los que la vacuna llegar¨¢ con retraso respecto a las econom¨ªas avanzadas. Pero, m¨¢s all¨¢ de lo farmacol¨®gico, hay un factor que explica con claridad el porqu¨¦ de esa peligrosa divergencia abierta por la pandemia: la capacidad fiscal de los Estados para rescatar a sus ciudadanos y empresas, y propiciar una recuperaci¨®n m¨¢s r¨¢pida. Para escapar de la recesi¨®n causada por el virus, entre el estallido de la crisis y 2022, los pa¨ªses ricos habr¨¢n desplegado medidas de gasto fiscal equivalentes al 16% de su PIB, frente al 4% de los pa¨ªses emergentes y al 2% de los pa¨ªses de renta baja, seg¨²n los datos publicados este mi¨¦rcoles por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
¡°El alcance del apoyo [fiscal] var¨ªa entre pa¨ªses, en funci¨®n del impacto de la pandemia y la capacidad para acceder a financiaci¨®n a un coste bajo¡±, subrayan los t¨¦cnicos del organismo con sede en Washington apuntando a la evidencia: que las econom¨ªas que disponen de una moneda y un banco central fuertes gozan tambi¨¦n de un margen financiero mucho mayor que el resto.
Mientras que ¡°muchos Gobiernos en econom¨ªas avanzadas han implementado un gasto considerable, el apoyo en los mercados emergentes y, especialmente, en los pa¨ªses de bajos ingresos ha sido m¨¢s peque?o, con una gran porci¨®n de las medidas [implementadas] expirando ahora¡±, se lee en el ¨²ltimo informe fiscal mundial del Fondo, que no escatima en aplausos para el contrafuegos desplegado para hacer frente a la crisis: ¡°Ha evitado una contracci¨®n econ¨®mica m¨¢s severa y una mayor p¨¦rdida de puestos de trabajo¡±. Seg¨²n los datos del propio organismo multilateral, sin los est¨ªmulos fiscales y monetarios puestos encima de la mesa por las autoridades, el zarpazo habr¨ªa sido tres veces mayor. De ah¨ª que, los que menos dinero han podido inyectar son tambi¨¦n los que se recuperar¨¢n m¨¢s lentamente y con m¨¢s da?os en su econom¨ªa.
Los planes de reactivaci¨®n anunciados por Estados Unidos para los pr¨®ximos a?os han terminado de desequilibrar la balanza: antes incluso de que pusiese encima de la mesa su potente plan de infraestructuras, el paquete inicial de reactivaci¨®n ya hab¨ªa multiplicado casi por tres el esfuerzo fiscal anunciado hasta entonces, despegando al pa¨ªs norteamericano no solo del bloque emergente sino tambi¨¦n de sus socios europeos, en los que la decidida acci¨®n inicial ha dado paso a una etapa de mucha mayor prudencia.
La deuda p¨²blica mundial, al filo de los tres d¨ªgitos
La cara b de los est¨ªmulos fiscales es siempre el d¨¦ficit y la deuda p¨²blica, ambos en m¨¢ximos hist¨®ricos en todos los grupos de pa¨ªses. Pero, ah¨ª tambi¨¦n, las diferencias entre ricos, emergentes y pobres saltan a la vista: mientras en las econom¨ªas avanzadas el desequilibrio entre gastos e ingresos roz¨® el 12% del PIB el a?o pasado, en el bloque emergente este qued¨® por debajo del 10% y en las naciones de renta baja super¨® por poco el 5%. Esa brecha crece, y mucho, en los a?os siguientes al del cerrojazo, en los que, tras los desembolsos iniciales de emergencia para contener el avance de la crisis sanitaria y tratar de salvar de la quema de los confinamientos a hogares y empresas, la capacidad de los pa¨ªses emergentes de financiar amplios d¨¦ficits fiscales es mucho menor que el de sus pares ricos.
¡°La capacidad de los pa¨ªses para aumentar el gasto ha divergido. Mientras que el aumento en los d¨¦ficits en las econom¨ªas avanzadas fue resultado, casi a partes iguales, de aumentos en el gasto y ca¨ªdas en los ingresos, en la mayor¨ªa de pa¨ªses emergentes y en los de ingresos bajos se deriv¨® principalmente del colapso en los ingresos provocado por la recesi¨®n¡±, alertan los t¨¦cnicos del Fondo. A esta nueva ronda de gasto fiscal de los erarios que pueden permit¨ªrselo se suma una nueva fuente de desigualdad entre pa¨ªses ricos, emergentes y naciones pobres: la vacuna. Tal como ha advertido el propio FMI, la vacunaci¨®n a dos velocidades desembocar¨¢ tambi¨¦n una recuperaci¨®n bicef¨¢lica. Y en esa divergencia, los pa¨ªses pobres y emergentes tienen las de perder.
Tras unos meses en los que los Estados han quedado como ¨²ltimos diques de contenci¨®n para evitar que la crisis econ¨®mica mutase en algo m¨¢s serio ¡ªen una aut¨¦ntica depresi¨®n como la de los a?os treinta del siglo pasado¡ª, la deuda p¨²blica media de todo el mundo escal¨® en 2020 hasta el 97% del PIB. La tendencia alcista continuar¨¢ este a?o, hasta el entorno del 99%, aunque con costes de financiaci¨®n hist¨®ricamente bajos. A partir de entonces, al filo del triple d¨ªgito en el que ya est¨¢n firmemente instaladas pr¨¢cticamente todas las econom¨ªas avanzadas, el Fondo atisba algunas se?ales de estabilizaci¨®n. No tanto porque los Gobiernos no vayan a tener que seguir poniendo toda la carne en el asador, sino porque la otra parte de la fracci¨®n ¡ªel PIB¡ª se ver¨¢ impulsado por la recuperaci¨®n econ¨®mica.
Como ya hizo en octubre, este mi¨¦rcoles el FMI ha llamado de nuevo a gravar a las grandes fortunas y a los ganadores de la crisis para poder financiar el ingente gasto que est¨¢n teniendo que afrontar los Estados y para facilitar la devoluci¨®n futura de la nueva deuda contra¨ªda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.