El descontrol de la pandemia en Brasil deja en suspenso las reformas econ¨®micas

En medio del caos que llev¨® a Brasil a ser el pa¨ªs con m¨¢s contagios y muertes diarias por coronavirus, se perdi¨® el espacio para discutir las reformas econ¨®micas que el pa¨ªs necesita. Y no es por falta de ganas. El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro buscaba discutir con legisladores una reforma al c¨®digo tributario y la privatizaci¨®n de algunas empresas estatales en marzo. Con cerca de 4.000 muertes diarias y el colapso del sistema de sanidad, es imposible pensar en lo que viene despu¨¦s. El Parlamento se ha concentrado en votar medidas que faciliten la compra de vacunas y de suministros b¨¢sicos para el sistema de salud. El propio ministro de Econom¨ªa, Paulo Guedes, se rindi¨® a los hechos. ¡°La vacunaci¨®n masiva es la mejor pol¨ªtica fiscal, la m¨¢s barata y de mayor impacto¡±, dijo en un evento virtual con empresarios a finales de marzo. Ser¨¢ la inoculaci¨®n lo que inicie una recuperaci¨®n de la econom¨ªa, la cual cay¨® 4,1% del PIB en 2020.

Lo que a primera vista parece sensato ¨C cuidar antes a la pandemia y despu¨¦s acomodar reformas ¡ª es, en realidad, un efecto colateral de la gesti¨®n err¨¢tica de la pandemia en el Gobierno de Bolsonaro. A falta de planeaci¨®n de la vacunaci¨®n masiva, el Mandatario insiste en ir en contra las medidas de distanciamiento social para controlar la pandemia. ¡°No tenemos respuesta adecuada para lidiar con los efectos de la dif¨ªcil pandemia en este momento¡±, dice la economista Monica de Bolle. ¡°Estaba anunciado, previsto, pero nada se hizo¡±, comenta de Bolle. En la ¨²ltima semana, dimitieron dos ministros y el Presidente reemplaz¨® a seis.

Otra muestra de la desorganizaci¨®n en que se encuentra Brasil est¨¢ el hecho de que el presupuesto para este a?o fue aprobado apenas el 25 de marzo por la C¨¢mara de Diputados y la aprobaci¨®n del Senado est¨¢ pendiente. La propuesta ofrece recursos extras y discrecionales a los legisladores a un a?o de los comicios generales en que se elegir¨¢n, adem¨¢s del presidente, los 513 esca?os de la C¨¢mara de los Diputados y parte de los 81 esca?os del Senado. Esto se logr¨® a pesar de que Brasil tiene un ¡°techo fiscal¡±, explica Samar Maziad, analista de riesgo crediticio soberano de Brasil en la agencia calificadora Moody¡¯s. La econom¨ªa m¨¢s grande Am¨¦rica Latina funciona de manera que se autoimpone un l¨ªmite en lo que puede gastar cada a?o, lo cual ofrece a inversores y analistas una garant¨ªa de la solvencia fiscal del pa¨ªs.

Para no sobrepasar este l¨ªmite en gasto, los legisladores subestimaron el costo de gastos ¡°obligatorios¡± como seguro al desempleo y seguridad social. LAs supuestas reducciones al gasto suman 25.000 millones de reales (4.467 millones de d¨®lares). El propio ministro de Econom¨ªa, Paulo Guedes, alert¨® al presidente Bolsonaro que no debe avalar ese presupuesto, el cual ha sido calificado por economistas y expertos como una ¡°pieza de ficci¨®n¡±. El presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, tambi¨¦n alert¨® sobre la falta de solidez del presupuesto en entrevista la semana pasada con un diario brasile?o, diciendo: ¡°Cualquier incertidumbre sobre el presupuesto agrava la incertidumbre fiscal¡±.

En el plano econ¨®mico y financiero, el gobierno se anot¨® un ¨¦xito al aprobar en febrero la independencia del Banco Central as¨ª como una enmienda a la constituci¨®n para asegurar el pago de nuevas ayudas de emergencia que ir¨¢n a las poblaciones m¨¢s vulnerables a partir de este mes. La primera ronda de est¨ªmulo econ¨®mico en forma de apoyos de 600 reales (105 d¨®lares) se otorgaron desde abril hasta diciembre de 2020 y tuvieron un impacto tangible en la econom¨ªa, reduciendo incluso el nivel de pobreza, pero sobrepas¨® el techo de gastos. Para este a?o, el Gobierno logr¨® la aprobaci¨®n de una segunda ola de est¨ªmulos econ¨®micos ¨C 7.700 millones de d¨®lares para 45,6 millones de brasile?os. Las ayudas ser¨¢n por cuatro meses y en menor valor este a?o, pr¨¢cticamente la mitad de lo que se pag¨® a?o pasado.

¡°Este es un est¨ªmulo mucho m¨¢s limitado¡±, asegura Maziad. ¡°La pregunta ahora es: con este empeoramiento de la pandemia y la lenta vacunaci¨®n, ?habr¨¢ necesidad o presi¨®n para aprobar a¨²n m¨¢s est¨ªmulo econ¨®mico?¡± De acuerdo con datos de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE), el Gobierno de Brasil recauda el 33% del PIB en impuestos, muy por encima del promedio de la regi¨®n Latinoamericana que es de 23%. A diferencia de sus pares en la regi¨®n, como Colombia y M¨¦xico, en donde la necesidad de pasar una reforma fiscal para aumentar la recaudaci¨®n es ahora mismo una discusi¨®n, el problema de Brasil no es ese. Es m¨¢s bien un tema de c¨®mo simplificar las reglas fiscales, dice Maziad, algo que el Gobierno de Bolsonaro buscaba hacer antes de que la pandemia se saliera de control.

¡°La preocupaci¨®n es que el incremento al gasto visto el a?o pasado no se revierta y c¨®mo el gobierno podr¨¢ seguir cumpliendo con el techo de gasto¡±, opina Maziad, al tel¨¦fono desde Nueva York. Por su parte, de Bolle asegura que esta segunda ronda de apoyo econ¨®mico no tendr¨¢ el mismo impacto este a?o. ¡°Tendremos un a?o dif¨ªcil en la econom¨ªa, no podemos esperar recuperaci¨®n porque nuestra situaci¨®n fiscal va a empeorar¡±, asegura.

En entrevista con la agencia Reuters, el vicepresidente de la c¨¢mara de diputados, y aliado del presidente, Marcelo Ramos, dijo que Bolsonaro, probablemente tratar¨¢ de aumentar el gasto para apuntalar su popularidad ahora que su principal oponente, el expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva est¨¢ de vuelta en la refriega pol¨ªtica. Un juez anul¨® los cargos de corrupci¨®n en contra de Lula da Silva y este de inmediato atac¨® a Bolsonaro por manejar mal la pandemia y la econom¨ªa. Ramos asegur¨® que el Congreso no permitir¨¢ ninguna ¡°aventura fiscal¡± en el per¨ªodo previo a las elecciones del pr¨®ximo a?o. ¡°La c¨¢mara ha sido muy consciente del problema fiscal de Brasil y tiene controles y contrapesos que son efectivos¡± para contener una ola de gastos del gobierno, dijo Ramos a Reuters.

Otros pa¨ªses empiezan a pensar en la vida despu¨¦s de la pandemia, dice Maziad, mientras Brasil est¨¢ obligado a permanecer en un estado de crisis al no avanzar lo suficientemente r¨¢pido en la vacunaci¨®n o en la contenci¨®n de los contagios. ¡°En otros lugares ya hay espacio para pensar en otras cosas o para mirar m¨¢s all¨¢ de la pandemia, pero en Brasil, en las ¨²ltimas semanas, b¨¢sicamente han centrado la atenci¨®n en lo que est¨¢ sucediendo con la pandemia y c¨®mo eso afecta a todo lo dem¨¢s. Esto es un obst¨¢culo grande para el crecimiento¡±, apunta la analista.

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