M¨¢ximo Torero (FAO): ¡°Hemos perdido una d¨¦cada en la lucha contra la pobreza extrema¡±
El economista jefe de la organizaci¨®n advierte de que los indicadores de desnutrici¨®n han empeorado con la pandemia y teme que la?situaci¨®n se agrave con el desigual acceso a las vacunas
M¨¢ximo Torero (Lima, Per¨², 1967) es, desde enero de 2019, economista jefe de la Organizaci¨®n para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) de las Naciones Unidas. Antes trabaj¨® en el Banco Mundial. Y no exist¨ªa la mayor pandemia en 100 a?os. Ni la videoconferencia se colar¨ªa en su oficina romana (donde se ubica la sede del organismo). Aunque las palabras llegan, sin atascos, a la memoria y el di¨¢logo. ¡°?C¨®mo reduces la desigualdad? Con infraestructuras¡±, defiende. Pero, por el contrario, todo aumenta bajo la crisis sanitaria: la inequidad, las tasas de pobreza, el riesgo b¨¦lico por el agua, la desnutrici¨®n, mientras los pa¨ªses ricos acaparan alimentos para sus graneros de ego¨ªsmo.
Pregunta.??El virus est¨¢ poniendo en riesgo la seguridad alimentaria?
Respuesta.?Ahora tenemos 690 millones de personas con problemas de desnutrici¨®n cr¨®nica. La covid-19 va a aumentar esta cifra en 132 millones m¨¢s. Hablamos de las vidas de 822 millones de seres humanos. Todos los indicadores est¨¢n empeorando. Esto se agrava con la cuarentena, muchas vacunas tradicionales (aparte de las del coronavirus) no se est¨¢n pudiendo inyectar en los pa¨ªses en desarrollo, con lo que incrementa su riesgo sanitario.
P.?Vemos colas aguardando alimentos en barrios madrile?os como Vallecas o Aluche, algo que trae a la memoria los a?os de la posguerra en Espa?a.
R.?En pobreza extrema, en todo el mundo, hemos aumentado entre 88 y 115 millones de personas. Hemos perdido m¨¢s de una d¨¦cada en la lucha para su reducci¨®n. Me habla de Europa. Pero aqu¨ª la gente tiene seguro de desempleo y puede recibir ingresos para comprar comida. Ahora traslade la extrapolaci¨®n a ?frica o Am¨¦rica Latina, donde sus econom¨ªas son informales y falta esa red de seguridad social. Vivimos una recesi¨®n y los m¨¢s pobres son los m¨¢s perjudicados, y la pandemia aumentar¨¢ la inequidad.
P.??Podr¨ªan ayudar esos 750.000 millones de euros comprometidos por Europa?
R.?Desde la FAO pedimos a Europa que priorice las inversiones en temas que puedan dar un buen retorno y solucionen los problemas a medio plazo. Si tu pa¨ªs o tu regi¨®n no tienen digitalizada la agricultura, utiliza el dinero para ese fin. No lo malgastes en subsidios o transferencias que desaparecer¨¢n muy r¨¢pido y que ignoras a qui¨¦n d¨¢rselas. Adem¨¢s, atravesamos otro tema en el que nunca se repara: la gente que est¨¢ sufriendo ahora no es, necesariamente, la que siempre sufri¨®. Hay sectores m¨¢s afectados que otros. Antes de la covid-19, unos 3.000 millones de personas en el mundo carec¨ªan de acceso a una dieta saludable.
P.?Vivimos una era de neolatifundismo. China o Rusia est¨¢n comprando, o arrendando, grandes extensiones de tierras de labor en ?frica y Am¨¦rica Latina pensando en alimentar a su gente.
R.?Le voy a dar datos. Entre 2018 y 2021, las compa?¨ªas chinas han firmado 45 acuerdos (7 en ?frica, 20 en Asia y 18 en Europa del Este). Estas adquisiciones han sido 8 de entre 200 y 999 hect¨¢reas y 37 de 1.000 hect¨¢reas. En el caso de Rusia se han dado 33 pactos en Europa del Este, uno que va de 200 a 999 y 32 de 1.000 hect¨¢reas. La inversi¨®n en agricultura es buena siempre que se cumplan las normas de seguridad. O sea, se respete la propiedad de la tierra, los bosques y el agua. La inversi¨®n en tierras se ha dado toda la vida (da igual que seas China o Rusia), lo importante es que los pa¨ªses tengan el apoyo institucional para que se cumplan esos principios.
P.?Sin duda. Pero nunca se hab¨ªan visto tantos fondos de inversi¨®n, y su estrategia especulativa, en todas las fases de la cadena alimenticia.
R.?Hay que separar. Una cosa es atraer recursos a trav¨¦s de fondos para producir y otra, que es a lo que se refiere, utilizar esos fondos donde entran productos agr¨ªcolas destinados a especular. En la crisis de 2007-2009, seg¨²n mis c¨¢lcu?los, a¨²n no estaba en la FAO, la presencia de una volatilidad excesiva en los precios gener¨® una especulaci¨®n tan fuerte que provoc¨® que los alimentos subieran a un nivel m¨¢s all¨¢ de los fundamentos del mercado. Fue un periodo de mucha volatilidad. Si es normal y da liquidez, es buena, pero cuando resulta muy alta se convierte en un drama. Mi propuesta, para defender los precios, era fijar un m¨¢ximo que no se pudiera sobrepasar en los mercados de futuros.
P.?Pero ahora hasta en el agua corre la especulaci¨®n.
R.?Es un bien escaso y su precio no est¨¢ en los productos que la llevan con ellos. Yo exporto art¨ªculos agr¨ªcolas de zonas con agua a otras sin agua, y no estoy trasladando el coste en el producto. Falta un valor claro y s¨ª, en cambio, hay mucha asimetr¨ªa. Esto est¨¢ sucediendo en California, donde sufren una fuerte sequ¨ªa. Entonces, el mercado de futuros es una buena opci¨®n. Sabes cu¨¢nta agua existe y en qu¨¦ ¨¢reas. Este mecanismo lo que hace es trasladar un precio ¨®ptimo entre zonas con exceso y aquellas que padecen escasez. Da transparencia a los precios. Pero hablamos del agua, un derecho humano. Por tanto, no pueden ser mercados totalmente libres, tienen que estar regulados para respetar tambi¨¦n esos derechos del hombre.
P.?Entonces, ?se equivoca Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisi¨®n Europea para el Pacto Verde, cuando asegura que ¡°nuestros hijos ir¨¢n a la guerra por el agua¡±?
R.?Si no dise?amos con m¨¢s cuidado la estrategia del agua, podemos encontrarnos en una situaci¨®n bastante cr¨ªtica. Unos 3.200 millones de personas viven en ¨¢reas agr¨ªcolas con problemas de escasez. La situaci¨®n resulta muy grave. Es necesaria tecnolog¨ªa para mejorar la eficiencia y pol¨ªticas apropiadas con los incentivos correctos. Porque la falta de agua en zonas donde ya existen conflictos ser¨¢ un riesgo muy serio.
P.?Al igual que con las vacunas, ?se est¨¢ intensificando un proteccionismo agrario?
R.?Es algo que tenemos que evitar. Si restringimos el comercio, crearemos una crisis alimentaria cuando no existe ninguna raz¨®n. Tenemos que hacer un esfuerzo con informaci¨®n transparente para eludirlo. Si colocamos barreras a la exportaci¨®n de alimentos en tres o cuatro pa¨ªses clave, podemos, como le dec¨ªa, provocar una crisis donde no deber¨ªa existir.
P.??Y qu¨¦ hacemos con multinacionales como la antigua Monsanto, hoy propiedad de Bayer, que utiliz¨® la ingenier¨ªa gen¨¦tica en las semillas y herbicidas?
R.?Estamos polarizando el campo y es un error. Hay naciones donde la agroecolog¨ªa puede ser la mejor opci¨®n y otras donde es la biotecnolog¨ªa. Tenemos que ver qu¨¦ nos ense?a la ciencia. Analizar las necesidades del pa¨ªs, los tipos de suelos, las urgencias que tienen, o si la soluci¨®n deseable pasa por combinar ambas respuestas. Otro aspecto, y muy importante, es el de las instituciones. Cuando existen empresas tan grandes y con tanto poder que los gobiernos no pueden hacer cumplir la regulaci¨®n. Eso supone un gran problema y resulta imprescindible evitarlo a trav¨¦s de organismos fuertes.
P.?En las jornadas m¨¢s negras de la pandemia han sido los temporeros, los inmigrantes, quienes han recogido las cosechas del mundo rico. ?Cu¨¢nto les debemos?
R.?Resulta inaceptable que un pa¨ªs tenga un doble est¨¢ndar entre el inmigrante y el local. El empleo debe ser de la misma calidad porque, si no, est¨¢s aumentando la desigualdad. Y en pa¨ªses que solo pueden sobrevivir con econom¨ªa informal es b¨¢sico apoyar a las personas m¨¢s afectadas. Urge incrementar la resiliencia. Esto ayuda a minimizar los riesgos a trav¨¦s de sistemas de alerta temprana e incrementar la capacidad para afrontar los peligros cuando estos ocurren; y por eso resulta importante focalizar a los m¨¢s vulnerables.
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