El derecho de resucitar digitalmente a los muertos
Devolver a la vida en la web a quienes se han ido mediante el uso de tecnolog¨ªa puede plantear problemas legales
Mantener una conversaci¨®n con una persona que ha fallecido es posible. La inteligencia artificial permite su resurrecci¨®n digital. Mediante sus publicaciones en redes sociales, fotograf¨ªas, v¨ªdeos, grabaciones de voz, correos electr¨®nicos o mensajes se puede crear un programa inform¨¢tico capaz de reproducir la forma de hablar y los rasgos f¨ªsicos del finado, incluso de imitar su sentido del humor o del sarcasmo. Sin embargo, los interrogantes ¨¦ticos y jur¨ªdicos que generan este tipo de tecnolog¨ªas son numerosos.
Aunque en enero Tim O¡¯Brien, responsable de ?tica de Microsoft, dijo que no continuar¨ªan con la patente del software conversacional que simulaba charlas con difuntos porque era demasiado ¡°perturbador¡±, se pueden descargar directamente al m¨®vil otros chatbots de este tipo. Por ejemplo, el alter ego del joven ruso Roman Mazurenko est¨¢ disponible en App Store. Despu¨¦s de morir de forma repentina con 32 a?os, su mejor amiga lo devolvi¨® a la vida en l¨ªnea. Para ello, recopil¨® todos los mensajes que le hab¨ªa enviado a ella y a otros amigos comunes, con los que dise?¨® un programa que reproduce los patrones del discurso del joven fallecido. Solo hay que descargarlo para comenzar a chatear con ¨¦l. ¡°?Hablamos?¡±, dice desde la pantalla del tel¨¦fono.
Pero ?es legal que una persona resucite digitalmente a otra que se ha ido? Efr¨¦n D¨ªaz, responsable de Tecnolog¨ªa del despacho Mas y Calvet, explica que si el fallecido no se ha opuesto antes de morir, s¨ª cabe la vivificaci¨®n mediante el uso de sus fotos en redes, v¨ªdeos, mensajes, etc¨¦tera. ¡°Sin embargo, en tales casos, las personas vinculadas al finado pueden ejercer ante las diversas redes sociales el derecho de supresi¨®n¡±. Es decir, pueden dirigirse a Facebook, Google o YouTube para que eliminen las cuentas que tuviese abiertas.
Y es que, aunque ¡°una persona fallecida no tiene derecho a la privacidad¡±, la ley permite que sus familiares puedan acceder, rectificar o suprimir sus datos personales ante el encargado de su gesti¨®n.
Cuesti¨®n distinta es que existieran ¡°prohibiciones de tratamiento de datos personales impuestas por el difunto o la ley¡±, en cuyo caso ¡°una persona viva no podr¨ªa resucitar a una muerta sin su consentimiento¡±, explica el abogado. Es decir, ¡°se pueden utilizar mensajes de texto o WhatsApp enviados en vida por el causante para crear un chatbot¡± siempre que no se hubiera opuesto a ello antes de partir.
En este sentido, Pablo Burgue?o, abogado of counsel de PwC, explica que la ley de protecci¨®n de datos regula ¡°el derecho al testamento digital¡±, donde la persona puede indicar c¨®mo desea que sus familiares, herederos o un albacea gestionen sus contenidos electr¨®nicos. En este documento se podr¨ªa dejar constancia de la negativa a que otro te traiga a la vida online despu¨¦s de la muerte f¨ªsica.
A diferencia del testamento sucesorio, en el que el individuo dispone de todos sus bienes o de parte de ellos para despu¨¦s de su fallecimiento, el testamento digital es un documento jur¨ªdico que permite a una persona dar instrucciones sobre qu¨¦ hacer con su presencia en la red una vez fallezca, por ejemplo, con las cuentas y suscripciones digitales, perfiles en redes o correos electr¨®nicos.
Entre los instrumentos jur¨ªdicos m¨¢s novedosos, destaca la reciente propuesta de reglamento de la Comisi¨®n Europea sobre las normas aplicables a la inteligencia artificial. El Ejecutivo comunitario ha establecido diferentes niveles de riesgo, a los que les impone m¨¢s o menos obligaciones en funci¨®n de su categorizaci¨®n. Como explica Burgue?o, hay sistemas de inteligencia artificial prohibidos por implicar un ¡°riesgo inadmisible¡± para la seguridad, la vida o los derechos fundamentales, como los que pueden predecir informaci¨®n sobre grupos de personas para identificar sus vulnerabilidades.
Huella digital
En concreto, los chatbots conversacionales con personas fallecidas implican un nivel de riesgo ¡°limitado¡±, lo que significa que quienes utilicen este tipo de inteligencia artificial deben garantizar que los usuarios son conscientes de que est¨¢n interactuando con m¨¢quinas.
El mismo nivel de riesgo se aplica a los deepfakes, es decir, a los v¨ªdeos manipulados mediante inteligencia artificial que parecen ser reales. Entre ellos destacan los que reviven a personas fallecidas, lo que hacen aplicaciones como Deep Nostalgia o Wombo. A trav¨¦s de inteligencia artificial, pueden animar fotograf¨ªas de seres queridos que ya no est¨¢n mediante efectos como sonrisas, movimiento de ojos, parpadeo o ligeros movimientos de cabeza. El resultado es similar a las fotograf¨ªas que se mov¨ªan en las pel¨ªculas de Harry Potter.
Actualmente, no existe una normativa que regule espec¨ªficamente la huella digital de los difuntos, es decir, el rastro que dejaron en vida al utilizar internet. ¡°Existe el llamado derecho al olvido, que hace referencia a la posibilidad de impedir la difusi¨®n de informaci¨®n personal, pero no espec¨ªficamente en el caso de personas fallecidas, sino en general¡±, explica B¨¢rbara Sainz, asociada de Propiedad Intelectual y Tecnolog¨ªa del despacho G¨®mez-Acebo & Pombo. As¨ª, este derecho permite al usuario solicitar que se elimine su informaci¨®n personal de internet cuando atente contra su derecho al honor, su derecho a la intimidad o a la propia imagen. Y tambi¨¦n cuando es informaci¨®n obsoleta que ya no tiene sentido que se siga teniendo acceso a ella.
En opini¨®n de la letrada, ¡°ser¨ªa recomendable abordar una regulaci¨®n de estas cuestiones¡± en el ¨¢mbito nacional. Por ejemplo, ¡°Catalu?a, siguiendo el ejemplo de pa¨ªses como Francia, aprob¨® la ley de las voluntades digitales que regula la huella digital cuando la persona muere¡±, aunque ¡°algunas disposiciones han sido declaradas inconstitucionales por invadir competencias estatales¡±.
La Faraona resucita en un anuncio de cerveza
Lola Flores fue pionera hasta para volver a la televisi¨®n 26 a?os despu¨¦s de su entierro. Y ello gracias a un deepfake, un v¨ªdeo modificado con inteligencia artificial, en el que anuncia cerveza.
Pero jugar con la tecnolog¨ªa a veces puede ser ilegal, como explica Antonio Cueto, socio de la firma Bird & Bird. Entre los casos m¨¢s dolorosos, las conocidas como pornovenganzas, en las que una persona sube a una web para adultos un v¨ªdeo manipulado de su expareja. Estos supuestos pueden dar lugar a delitos contra el honor, de injurias o calumnias, advierte el letrado.
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