Las gasolineras de bajo coste redoblan su pulso a las tradicionales en plena escalada de los carburantes
Una de cada ocho estaciones de servicio en Espa?a ya son automatizadas. Los usuarios muestran una preferencia cada vez mayor por este tipo de suministradores para paliar parcialmente la subida de precios
El encarecimiento del petr¨®leo, con el consecuente aumento de la presi¨®n sobre el precio de los carburantes, ha disparado la preferencia de los conductores por las gasolineras de bajo coste. La tendencia a la sustituci¨®n de las grandes marcas del sector por ense?as menos conocidas ¡ªpero mucho m¨¢s econ¨®micas¡ª ya ven¨ªa de atr¨¢s, pero la crisis sanitaria ha terminado de acelerarlo todo: las gasolineras autom¨¢ticas, en su mayor¨ªa de bajo coste, ya son m¨¢s de una de cada ocho estaciones de servicio en Espa?a. Y en las regiones en las que su presencia es mayor, como Catalu?a o la Comunidad Valenciana, ya son una de cada cinco.
El cambio de h¨¢bitos en los meses en los que m¨¢s golpeaba el virus supuso el primer impulso reciente para las gasolineras sin personal: muchos usuarios prefer¨ªan no tener que mediar palabra con nadie, cargar ellos mismos el dep¨®sito y pagar con tarjeta en las terminales autom¨¢ticas. Pero el factor definitivo en el cambio de h¨¢bitos de muchos ha llegado despu¨¦s, con la fuerte subida en el precio de los carburantes: en el ¨²ltimo a?o la gasolina se ha disparado un 26% y el di¨¦sel, cerca de un 30%. Cada euro cuenta siempre; pero con estos precios, mucho m¨¢s.
¡°El entorno de precios altos ayuda. La gente mira m¨¢s por la cartera y busca alternativas¡±, reconoce Ra¨²l Pacheco, responsable de Energ¨ªa de Bon?rea, una cadena alimentaria catalana que tras abrir dos centros de repostaje de bajo coste el a?o pasado y otros tres este planea duplicar el ritmo de aperturas en los tres pr¨®ximos a?os. Su crecimiento, con todo, est¨¢ m¨¢s condicionado por la obtenci¨®n de permisos que por la demanda de los conductores.
Con las ense?as tradicionales centrando sus esfuerzos inversores en reconvertir, poco a poco, sus gasolineras en electrolineras e incluso en hidrogeneras para adaptarse a los nuevos tiempos de la automoci¨®n, las estaciones de servicio de bajo coste han encontrado terreno f¨¦rtil para expandirse. ¡°Estamos teniendo unos crecimientos importantes y a¨²n hay mucho recorrido para sustituir a las tradicionales¡±, apunta Iosu Larraza, responsable de divisi¨®n de carburantes del grupo AN, una cooperativa que tiene m¨¢s de 60 puntos de suministro en la zona centro y norte. ¡°Algunos clientes siguen buscando la marca, pero cada vez hay m¨¢s a los que les da igual a qu¨¦ gasolinera ir o si hay o no hay: el precio es lo que m¨¢s les importa¡±.
Seg¨²n las cifras de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), en Espa?a la diferencia de precio entre las gasolineras m¨¢s baratas ¡ªlas de bajo coste, sin atenci¨®n presencial¡ª y las m¨¢s caras ¡ªlas de las marcas m¨¢s reconocidas¡ª es de entre un 15% y un 20% en el caso de di¨¦sel y algo menor, entre un 10% y un 15%, en el caso de la gasolina. En algunas ciudades, sin embargo, el ahorro supera ampliamente esas cifras. Desde el punto de vista del producto, la ¨²nica diferencia entre la gasolina que suministran estas estaciones de servicio y las de marca son los aditivos que a?aden.
¡°La gente ha perdido el miedo al concepto¡±
El de las gasolineras de bajo coste es un universo en constante expansi¨®n, pero tambi¨¦n m¨¢s atomizado cada d¨ªa que pasa. Las que tienen presencia en buena parte del territorio espa?ol, como Ballenoil, Gas Express o Petroprix, no han dejado de abrir m¨¢s y m¨¢s estaciones de servicio. En paralelo, un buen n¨²mero de distribuidores con presencia m¨¢s regional, como las citadas Bon?rea ¡ªcon presencia en Catalu?a, Valencia y Arag¨®n¡ª o AN ¡ªconcentrada, sobre todo, en Navarra y Castilla y Le¨®n, pero con una presencia creciente en La Rioja, Arag¨®n o Castilla-La Mancha¡ª, han seguido creciendo a velocidad de crucero. Y tras Carrefour y Alcampo, los dos grandes grupos de distribuci¨®n a escala nacional que primero echaron el lazo sobre el negocio de los carburantes, en los ¨²ltimos a?os se han sumado a la fiebre E.Leclerc y Costco. A todas ellas hay que sumar un n¨²mero no menor de empresas con solo una o dos gasolineras.
¡°La gente le ha perdido el miedo al concepto. Al principio hab¨ªa una leyenda urbana sobre la calidad del producto que estaban tratando de instaurar las gasolineras tradicionales, pero cuando el cliente ha visto que es el mismo producto, la cosa ha cambiado¡±, afirma Jos¨¦ Manuel Costa, uno de los fundadores de Gas Express. ¡°Continuamos ganando cuota de mercado frente a las tradicionales; sigue siendo una tendencia claramente al alza y creemos que lo seguir¨¢ siendo: una diferencia de 15 c¨¦ntimos por litro es mucho dinero a final de a?o¡±, apunta al otro lado del tel¨¦fono. La compa?¨ªa valenciana abrir¨¢ 10 gasolineras este a?o y otras 15 m¨¢s el que viene, cuando superar¨¢ el centenar de estaciones de servicio. ¡°El problema es que cada vez es m¨¢s complicado encontrar ubicaciones de calidad que no tengan cerca otras gasolineras automatizadas¡±.
Por encima de las expectativas
A pesar del par¨®n en el consumo de gasolina que supuso el confinamiento, en 2020 Ballenoil abri¨® una veintena de nuevos emplazamientos hasta sumar un total de 135. Este a?o, en el que est¨¢n ¡°superando las expectativas¡±, conf¨ªan en rebasar esa cifra. ¡°La subida del precio del carburante, unida al contexto de pandemia en el que nos movemos, hacen que cada vez m¨¢s espa?oles apuesten por este modelo como alternativa a otras gasolineras¡±, explican desde la empresa con sede en Alcobendas (Madrid).
Pese al fuerte repunte en los ¨²ltimos tiempos, Espa?a sigue siendo uno de los pa¨ªses europeos en los que las gasolineras autom¨¢ticas tienen una menor penetraci¨®n: el 12,5% actual ¡ªseg¨²n el ¨²ltimo conteo de la patronal del sector, Aesae¡ª, contrasta con el 60% largo de Suecia y casi el 70% de Dinamarca, las dos naciones europeas en las que las estaciones de servicio desatendidas tienen una cuota mayor. Sus cr¨ªticos, en cambio, cargan contra la multiplicaci¨®n de este tipo de gasolineras por la reducci¨®n del empleo que suponen: necesitan mucha menos mano de obra que una tradicional. Ese factor, sin embargo, tambi¨¦n es clave para poder ofrecer precios bajos.
Competencia y barreras de entrada
Un estudio publicado por la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) justo antes de la crisis sanitaria conclu¨ªa que la proliferaci¨®n de este tipo de establecimientos aumenta la ¡°presi¨®n competitiva¡± sobre las estaciones de servicio cl¨¢sicas y obliga al resto a reducir sus m¨¢rgenes para ofrecer mejores precios a los conductores.
El supervisor tambi¨¦n alud¨ªa a la ¡°regulaci¨®n restrictiva¡± sobre las gasolineras autom¨¢ticas y subrayaba que, pese a que algunas comunidades aut¨®nomas ¡ªlas responsables de regularlas¡ª han reducido algunas barreras a la competencia, tambi¨¦n han introducido otras. Y consideraba ¡°conveniente¡± revisar ¡°en profundidad¡± las normativas que las regulan para ¡°favorecer el nivel de competencia efectiva en el mercado en beneficio de los consumidores¡±.
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