Espa?a cobra por endeudarse: este a?o ingres¨® 100 millones de euros por tomar prestados 265.000
Alrededor de un 60% de las emisiones de deuda del Tesoro se colocaron con tipos negativos
Espa?a ha ingresado este a?o unos 100 millones de euros por haber tomado prestados 265.000 millones de los inversores. Es el mundo al rev¨¦s por obra y gracia de los tipos negativos que impone el Banco Central Europeo (BCE): los fondos tienen que pagar por dejar el dinero. Este a?o el Tesoro ha colocado 264.157 millones de deuda bruta en el mercado. De estos t¨ªtulos emitidos, alrededor del 60% se ha adjudicado a tipos negativos. Como resultado, por primera vez en la historia, en 2021 el coste medio de la deuda colocada ha sido tambi¨¦n negativo: del -0,04%. A este tipo de inter¨¦s, la cuenta es simple: en vez de pagar como habr¨ªa sido anta?o lo normal, Espa?a ha cobrado unos 100 millones por aumentar su deuda.
De esos 265.000 millones emitidos en t¨ªtulos, unos 75.000 eran para aumentar la deuda total del Estado. El resto iban para refinanciar los bonos que venc¨ªan y que de media ten¨ªan intereses bastante m¨¢s elevados. Eso ha provocado que, a pesar de elevar de forma brutal la deuda para responder a la pandemia, la carga de intereses se est¨¦ rebajando. Solo en 2020 se recort¨® en 3.000 millones de euros hasta los 25.000 millones pese a que ese a?o la deuda engord¨® en unos 110.000 millones. Y en 2021 se espera que baje todav¨ªa m¨¢s. Desde 2013, la factura anual de intereses ha disminuido en unos 10.000 millones.
Y todo ello con la deuda escalando. A fecha de noviembre, los t¨ªtulos en circulaci¨®n del Estado se encontraban en unos 1,2 billones de euros. Con datos de septiembre, el conjunto de las Administraciones registra una deuda r¨¦cord de 1,43 billones, el 122,1% del PIB, unas cotas que no se conoc¨ªan desde hace m¨¢s de un siglo seg¨²n los c¨¢lculos del historiador econ¨®mico Francisco Com¨ªn. Se ha disparado desde los 1,18 billones del cierre de 2019 debido a la pandemia. Y est¨¢ muy por encima de los 384.000 millones que hab¨ªa en 2007.
En econom¨ªa se dice que no existe un almuerzo gratuito. En estos momentos lo que no sale gratis es acumular grandes cantidades de dinero. Con una mano, el BCE ha inyectado ingentes cantidades de euros en el mercado comprando deuda. Con la otra, ha impuesto tipos negativos para cualquier entidad que guarde excedentes en sus cuentas. El resultado es un mar de liquidez en el que los inversores tienen muy dif¨ªcil encontrar un refugio para su dinero donde no le cobren.
Para colmo, con la pandemia se han intensificado las compras de deuda del eurobanco, alimentando todav¨ªa m¨¢s esta situaci¨®n. Y Espa?a es uno de los pa¨ªses que m¨¢s se benefician de este contexto. El banco central ya tiene en sus manos un tercio de toda la deuda en circulaci¨®n del Tesoro. Lejos est¨¢n los momentos en los que, sin el respaldo del BCE, se pagaba hasta un 7% por el papel a 10 a?os. Entonces el encarecimiento de la financiaci¨®n estrangul¨® la econom¨ªa espa?ola. En esta crisis, las administraciones espa?olas han podido elevar el endeudamiento en m¨¢s de 200.000 millones sin el castigo de los mercados.
La tesis del Gobierno es que la combinaci¨®n de una cierta inflaci¨®n y crecimiento podr¨ªa contribuir a rebajar la deuda sobre PIB de una forma muy gradual y sin grandes dificultades. Sin embargo, el camino no est¨¢ exento de riesgos. Y el m¨¢s evidente ahora es la inflaci¨®n. Economistas como Olivier Blanchard han argumentado que con los tipos tan bajos eran sostenibles cifras de deuda m¨¢s elevadas. Sin embargo, tal afirmaci¨®n en el fondo refleja crecimientos bajos. Y ese paradigma podr¨ªa ponerse en duda si la inflaci¨®n se convierte en un fen¨®meno m¨¢s estructural de lo que los banqueros centrales anticipan.
De momento, la opini¨®n del BCE es que el brote de inflaci¨®n ser¨¢ pasajero. En especial cuando se dejen de comparar los precios con un periodo de restricciones y en el que se dieron descensos del IPC. Adem¨¢s, los problemas de suministro, que han atizado a¨²n m¨¢s la inflaci¨®n, deber¨ªan ir poco a poco solvent¨¢ndose.
El BCE es por ahora el ¨²nico banco central que est¨¢ aguantando el pulso a la inflaci¨®n sin endurecer significativamente su pol¨ªtica monetaria. La Fed ha reducido sus compras y ha anticipado tres subidas de tipos para el a?o que viene y el Banco de Inglaterra los subi¨® este jueves. Por su parte, el eurobanco rebajar¨¢ sus compras a la mitad desde el entorno de los 80.000 millones al mes. Y mantendr¨¢ la flexibilidad que ha tenido durante la pandemia para adquirir t¨ªtulos sin importar el peso de cada pa¨ªs. Incluso si se va reduciendo la deuda que adquiere, no se recortar¨¢ el balance y se continuar¨¢ reinvirtiendo lo que venza, como m¨ªnimo hasta 2024 y tambi¨¦n de forma flexible por pa¨ªses en las reinversiones del programa que se puso en marcha por la pandemia. Esas reinversiones implican que el BCE se asegurar¨¢ una fuerte presencia en el mercado durante un par de a?os m¨¢s. El gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, ha defendido que se mantenga de forma permanente la flexibilidad que se instaur¨® durante la pandemia para las compras de deuda, lo que permitir¨ªa comprar directamente de un pa¨ªs si su prima de riesgo se dispara.
El Tesoro espa?ol podr¨ªa haber optado por financiarse m¨¢s a corto y bajar m¨¢s el coste de la deuda. Sin embargo, ha hecho los deberes y se ha preparado para periodos de subidas de tipos llevando la duraci¨®n media de la deuda en circulaci¨®n hasta los 8 a?os. As¨ª se asegura unos intereses reducidos durante m¨¢s tiempo y retrasar¨ªa el momento en el que impacten las alzas de tipos. No lo har¨ªan hasta que tocasen los vencimientos, lo que b¨¢sicamente ocurrir¨ªa a raz¨®n de una octava parte cada a?o.
Todo est¨¢ organizado para encontrar una salida ordenada a la pol¨ªtica monetaria desplegada por la pandemia. ¡°El mercado descuenta una estrategia de salida del BCE bastante gradual¡±, explica Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney. No obstante, de persistir la inflaci¨®n porque se traslada a salarios y expectativas, entonces la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria tendr¨ªa que acelerarse siguiendo la senda de la Fed. Ser¨ªa el momento de recordar que nada ha sido gratis.
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