Los VTC pasan del conflicto con el taxi a la guerra interna
Cabify pide medidas cautelares para recuperar los 1.000 coches de Auro que se han pasado a Uber, mientras desembarcan nuevos competidores como Bolt y se cierne el ultim¨¢tum normativo
Los Veh¨ªculos de Transporte Concertado (VTC) han iniciado un nuevo conflicto cuando sigue muy vigente su eterna pelea con el taxi. Esta vez se trata de una guerra civil con la llegada de nuevos competidores como Bolt y la ruptura de acuerdos para operar con exclusividad con cada una de las plataformas, como el que un¨ªa hasta ahora a Cabify y Auro. Desde el pasado viernes, d¨ªa 20, Cabify dispone de 1.000 coches menos para operar, que han pasado a contratar con Uber, su m¨¢ximo competidor.
La causa de esta adversidad es que Auro, el grupo propietario de 2.200 licencias fundado por Jos¨¦ Antonio Parrondo ¡ªel que fuera presidente de la Gremial del Taxi de Madrid entre 2007 y 2009¡ª, ha decidido romper el contrato de exclusividad que le ligaba a la plataforma. Los 1.000 coches de su filial Cibeles Comfort Cars apagaron la app de Cabify el pasado viernes, y encendieron la de su m¨¢ximo rival, Uber, que se ve doblemente reforzado porque ya operaba en r¨¦gimen de multiplataforma con gran parte de las otras 1.000 licencias que posee Auro en su otra filial.
Para entender este l¨ªo, hay que remontarse a 2009. Acosado por la crisis, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, incluy¨® en una ley ¨®mnibus de liberalizaci¨®n de los sectores econ¨®micos una normativa que daba v¨ªa libre a que los VTC, hasta entonces un sector min¨²sculo de coches de alquiler con conductor para empresas y eventos, se generalizara para el conjunto de la poblaci¨®n, haci¨¦ndole la competencia al sector del taxi. Unos pocos empresarios avispados aprovecharon la oportunidad y se hicieron con miles de licencias pr¨¢cticamente gratis. Las restricciones normativas que introdujo el Gobierno de Mariano Rajoy ante la airada protesta de los taxistas cortaron el grifo de las licencias, e hicieron multimillonarios de la noche a la ma?ana a los propietarios de las autorizaciones conseguidas bajo el mandato socialista. Entre ellos estaba Parrondo, el combativo ex jefe de los taxistas madrile?os. Sus empresas aportaban los coches y las licencias y plataformas como Uber y Cabify les facilitaban las aplicaciones para m¨®vil para contratar el servicio online, aunque exigiendo exclusividad.
La madeja se ha complicado ahora. Cabify, adem¨¢s de la app, tiene su propia flota. Y Auro, descontento del rendimiento de su acuerdo para operar solo con Cabify, lanz¨® tambi¨¦n su app ¡ªllamada Auro Viaje¡ª y rompi¨® el acuerdo de exclusividad que le ligaba a la plataforma de origen espa?ol, permitiendo que la mitad de su flota trabajara adem¨¢s para Uber. Ahora consuma su rebeli¨®n y desde el viernes pasado ha cerrado la app de Cabify de sus otras 1.000 licencias, que han pasado a operar con Uber y con Auro.
Cabify, que confirma que los coches de Cibeles se han desconectado de la plataforma, va a interponer medidas cautelares en los juzgados para que su hasta ahora socio tenga que dar marcha atr¨¢s y respetar el acuerdo de exclusividad, informaron fuentes de la plataforma. Un acuerdo que tampoco ha sido respetado por la otra gran filial del grupo ¡ªAuro New Transport¡ª, que trabaja en r¨¦gimen de multiplataforma con parte de su flota, seg¨²n pudo constatar este diario.
Aunque es un golpe duro, el alcance es limitado, porque la flota de Cibeles Comfort Cars solo representa el 20% del total de los coches que funcionan con la app de Cabify en Madrid y, un porcentaje sensiblemente menor a escala nacional, donde opera en las diez principales capitales, incluidas Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza, seg¨²n las mismas fuentes. Los autom¨®viles de Cibeles solo prestan servicio en la capital de Espa?a.
En el conflicto jur¨ªdico que les enfrenta ambas partes esgrimen resoluciones encontradas. Auro dispone de un laudo arbitral para su otra filial que declaraba nula la cl¨¢usula de no competencia que se hab¨ªa establecido en el contrato que sellaron ambas compa?¨ªas en 2017. Pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anul¨® ese laudo en noviembre de 2021. En cuanto a la otra filial, Cabify y Cibeles se sometieron a otro proceso arbitral a finales de junio de 2021 que result¨® favorable a la plataforma en todos sus puntos, seg¨²n fuentes de la misma. La resoluci¨®n especificaba que no concurr¨ªan las causas de terminaci¨®n del contrato alegadas entonces por Cibeles y que le llevaron a desconectar su flota durante casi cinco meses desde marzo de 2020, y que las sociedades de su grupo empresarial no pueden operar bajo ninguna plataforma de intermediaci¨®n tecnol¨®gica distinta a Cabify. Ahora Cabify va a presentar medidas cautelares contra la nueva desconexi¨®n de Cibeles y Auro ha anunciado que llevar¨¢ el asunto ante el Tribunal Constitucional.
Nuevos competidores
La batalla en los tribunales coincide con el desembarco de nuevos competidores. Tras la consolidaci¨®n de Free Now como alternativa de los taxistas, ha llegado la estonia Bolt, que ya alquilaba bicis y patinetes en varias ciudades espa?olas, y desde el pasado verano puso en circulaci¨®n su servicio de VTC y taxis en Madrid. Para hacerse un hueco en el mercado, la plataforma estonia viene aplicando fuertes descuentos promocionales sobre las tarifas de Uber y Cabify y controla, adem¨¢s, una moderna flota. Bolt no es la ¨²nica que quiere entrar en el reparto del pastel de la movilidad urbana. La brit¨¢nica-israel¨ª Gett ha anunciado a sus inversores que aterrizar¨¢ en Espa?a durante la primera mitad de 2022, en lo que ser¨¢ una expansi¨®n por Europa que incluye tambi¨¦n Francia, Alemania e Italia.
Y como tel¨®n de fondo se cierne la amenaza de la arbitrariedad de las Administraciones, que hace peligrar el negocio de todas las VTC. Al acoso normativo que sufren en ayuntamientos gobernados por socialistas o nacionalistas como Barcelona, Valencia o Bilbao para impedir su actividad, se une la incertidumbre del ultim¨¢tum provocado por la ley aprobada por el anterior ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos. Acosado por las protestas de los taxistas, que bloquearon v¨ªas principales de ciudades como Madrid y Barcelona, el Gobierno aprob¨® en 2018 el Real Decreto Ley 13/2018 ¡ªconocido como decreto ?balos¡ª que prohib¨ªa con car¨¢cter general a los coches VTC realizar trayectos urbanos m¨¢s all¨¢ del 1 de octubre de 2022.
El decreto pasaba la patata caliente a las comunidades aut¨®nomas para regular y decidir si ampliaban ese plazo para que las VTC pudieran seguir operando. Salvo la Comunidad de Madrid, cuya presidenta, Isabel D¨ªaz Ayuso ha certificado que no se prohibir¨¢ la actividad de los VTC, el resto de autonom¨ªas a¨²n no ha aclarado cu¨¢l ser¨¢ su actuaci¨®n. Y algunas como Catalu?a, Pa¨ªs Vasco o Valencia han esgrimido un fundamentalismo gremialista a favor del taxi que dibuja un futuro negro para las VTC. Se est¨¢n jugando la supervivencia de un negocio que mueve 2.500 millones de euros al a?o y emplea a 60.000 personas, seg¨²n los datos de la patronal Aseval.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.