La hipoteca envenenada del banco malo
La Sareb afronta su nacionalizaci¨®n cargando con la pesada losa de una deuda de 34.000 millones
El nombre por el que se conoce a la instituci¨®n, ¡°banco malo¡±, ofrece una idea bastante clara sobre sus caracter¨ªsticas. La Sociedad de Gesti¨®n de Activos Procedentes de la Reestructuraci¨®n Bancaria (Sareb), fundada en 2012, es el gigantesco absceso inmobiliario que dej¨® la gran recesi¨®n de 2008 en el sector financiero espa?ol. La Sareb pasar¨¢ en las pr¨®ximas semanas a manos del Estado, y con ella una deuda de 34.000 millones de euros. Durante casi una d¨¦cada, casi todo lo que pod¨ªa salir mal le ha salido mal al banco malo. Pero sus gestores conf¨ªan en que cuando se extinga la Sareb, en 2027, la deuda final sea bastante menor, en torno a los 10.000 millones.
Esta es la historia de un banco que, por sus peculiares caracter¨ªsticas, naci¨® tullido y ha vivido de forma casi permanente en quiebra t¨¦cnica. Conviene hacer una advertencia inicial: este peri¨®dico ha conversado largamente con los principales protagonistas en la andadura de la Sareb, pero ninguno de ellos ha querido que se publicara su nombre. Esgrimen que la situaci¨®n es fluida y que la inminente nacionalizaci¨®n ¡ªel Estado ha ofrecido un precio de 195 euros por quedarse con el 100% del banco malo¡ª, les aconseja ser discretos. Quiz¨¢ tambi¨¦n pese en la voluntad de anonimato el hecho de que la Sareb resulta inc¨®moda. Es lo que queda de la gran burbuja inmobiliaria, del naufragio de las cajas de ahorros y de una formidable crisis bancaria.
Retrocedamos a 2012. Mariano Rajoy acababa de formar gobierno y la crisis arreciaba. El 18 de enero de ese a?o, Rajoy y su ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, bajo intensas presiones de la Comisi¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional, decidieron crear una entidad que absorbiera los activos m¨¢s t¨®xicos de las cajas de ahorros para sanear sus balances. Eso fue la Sareb, un banco hecho de basura. Un gran agujero compuesto por unos 200.000 activos, de los que 80% eran cr¨¦ditos a promotores inmobiliarios de muy dif¨ªcil recuperaci¨®n y el 20% restante eran inmuebles y solares de muy dif¨ªcil venta. Para entendernos: urbanizaciones en secarrales, chal¨¦s de playa lej¨ªsimos de la playa, pisos a medio construir en el quinto pino. Hab¨ªa cr¨¦ditos avalados por activos tan peregrinos como un cementerio o un parque natural. Todo eso se valor¨® en 50.781 millones de euros.
Ah¨ª surge el primer problema: la basura se pag¨® muy cara. Fue el Banco de Espa?a, bas¨¢ndose en las valoraciones efectuadas por la consultora Oliver Wyman, quien fij¨® el precio. A diferencia de otros bancos malos, como el irland¨¦s (que liquid¨® su deuda en 2020), el banco malo espa?ol no pudo
elegir con qu¨¦ se quedaba ni cu¨¢nto pagaba. Quienes participaron en el proceso admiten que la tasaci¨®n fue perjudicial para la Sareb, pero alegan que se busc¨® un nivel de precios favorable a las entidades que se desprend¨ªan de basura inmobiliaria porque de no hacerlo el coste del rescate bancario para el contribuyente (estimado en unos 66.000 millones de euros, sin contar la operaci¨®n banco malo) habr¨ªa sido a¨²n mayor.
El ex ministro Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo, ha admitido varias veces que el objetivo fundamental era el de ¡°ganar tiempo¡± en un momento en que las arcas del Tesoro estaban vac¨ªas y exist¨ªa incluso el riesgo de un desmoronamiento del euro. Otro objetivo fue no sobrecargar la deuda del Estado, por lo que la Sareb se dise?¨® como una entidad privada: bancos como Santander y CaixaBank, aseguradoras y una el¨¦ctrica pose¨ªan el 54% del capital, frente al 46% en manos de la sociedad p¨²blica Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria o FROB.
Eso era artificioso, porque la Sareb emiti¨® bonos por 50.781 millones de euros y esa deuda fue avalada por el Estado. Se hizo as¨ª, argumentan los fundadores, para que la Sareb pudiera acudir al Banco Central Europeo y cobrar de inmediato el importe total. En resumen, el banco malo arranc¨® con un capital inferior a 5.000 millones y una deuda (avalada en ¨²ltimo extremo por el contribuyente) superior a los 50.000 millones. La gran cuesti¨®n consist¨ªa en cu¨¢ntos de esos 50.000 millones podr¨ªan recuperarse con la venta de los activos casi invendibles.
La Sareb era como un Titanic que zarpaba sabiendo que iba al naufragio; la misi¨®n del capit¨¢n era salvar al m¨¢ximo n¨²mero posible de pasajeros. Varios interlocutores admiten que la comparaci¨®n podr¨ªa resultar v¨¢lida. A este Titanic, que se lanz¨® al mar en malas condiciones, se le abri¨® enseguida una v¨ªa de agua. La primera presidenta de Sareb, Bel¨¦n Romana (actualmente consejera del Banco Santander), decidi¨® asegurarse contra una posible subida de los tipos de inter¨¦s a trav¨¦s de un SWAP o intercambio suscrito con varios bancos privados accionistas del banco malo. Si sub¨ªan los tipos, perd¨ªan los bancos. Si bajaban, perd¨ªa la Sareb. Y perdi¨® la Sareb.
Cuando se hizo el SWAP, en agosto de 2013, el tipo m¨ªnimo del Banco Central Europeo estaba en el 0,5%. La Sareb acept¨® un tipo fijo cercano al 1% anual. Los tipos bajaron a cero. El banco malo, y finalmente el contribuyente, perdi¨® m¨¢s de 3.000 millones con la operaci¨®n. ¡°Cualquier subida de los tipos nos habr¨ªa hecho quebrar al poco de nacer, el SWAP era razonable¡±, argumenta Francisco Gonz¨¢lez Paz, director de comunicaci¨®n de la Sareb.
A lo largo de una d¨¦cada, la Sareb ha acumulado p¨¦rdidas. Empezaron siendo de 261 millones en 2013 y fueron creciendo. En 2020, en parte debido al frenazo de la pandemia, alcanzaron los 1.073 millones. En vistas del agujero, el gobierno tuvo que emitir un decreto que permit¨ªa a la Sareb funcionar con capital negativo. En circunstancias normales, un desastre sin paliativos.
Altos directivos de la entidad explican que su estrategia consiste en perder m¨¢s ahora para ganar m¨¢s al final del proceso, en 2027. ?Qu¨¦ significa eso? Que, a diferencia de otros bancos malos que no eran tan malos como el espa?ol, ha optado por no liquidar su cartera con una o varias ventas globales a los llamados ¡°fondos buitre¡± (lo que supondr¨ªa asumir una fuerte p¨¦rdida, cerrar y olvidarse del problema) y por convertirse, en cambio, en un operador minorista, recuperando por la v¨ªa judicial las viviendas y terrenos que respaldaban cr¨¦ditos impagados (lo que implica un gasto anual en abogados, notarios y dem¨¢s cercano a los 26 millones de euros) y vendi¨¦ndolas a particulares. A esta estrategia responde el nombramiento en mayo pasado de Javier Garc¨ªa del R¨ªo, que ya se hab¨ªa ocupado de asuntos inmobiliarios en el Banco Sabadell, como presidente y consejero delegado de la Sareb.
En 2021, la Sareb vendi¨® 22.284 inmuebles. A largo plazo, dicen los mismos directivos, esto es lo m¨¢s rentable y lo que m¨¢s reducir¨¢ la deuda, inicialmente de 50.000 millones y ahora cercana a los 34.000.
Hay una variable no despejada. Desde hace varios ejercicios, Sareb ha venido cediendo inmuebles a ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas para su uso como vivienda social. Hasta ahora son unos 3.000, por los que las entidades p¨²blicas pagan un alquiler de entre 75 y 125 euros. El objetivo es por ahora llegar a las 15.000 viviendas cedidas, aunque la pr¨®xima nacionalizaci¨®n hace suponer que se dedicar¨¢ mayor atenci¨®n a la cuesti¨®n social y la cifra aumentar¨¢. Esas viviendas seguir¨¢n siendo propiedad de Sareb. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con ellas en 2027, cuando el banco malo rinda cuentas y baje la persiana? Est¨¢ por ver.
Los directivos del banco malo est¨¢n convencidos de que en 2027 habr¨¢n conseguido reducir la deuda a 10.000 millones de euros, a los que habr¨ªa que sumar otras p¨¦rdidas que pudieran generarse.
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