La crisis energ¨¦tica por Rusia complica la subida de impuestos verdes en Espa?a

Subidas de pensiones y sueldos de funcionarios, m¨¢s empleo p¨²blico, la renta m¨ªnima¡­ Hacen falta ingresos para financiar unos gastos que ya antes de la pandemia generaban un agujero superior a los 30.000 millones al a?o. A cambio de las ayudas europeas, Espa?a se ha comprometido con Bruselas a aprobar una reforma fiscal que enderece los n¨²meros rojos. Esta deber¨ªa estar lista en el primer trimestre de 2023. El comit¨¦ de expertos elegido por el Gobierno ya ha enviado a Hacienda el informe que servir¨¢ de base para la reforma. El punto m¨¢s conflictivo de esta propuesta es una fuerte subida de impuestos verdes. Mientras que en Espa?a se ingresa un 1,8% del PIB con la fiscalidad medioambiental, la media de la UE es un 2,4%. Unas seis d¨¦cimas que suponen unos 7.000 millones de euros. Y la tendencia es que vayan al alza en toda Europa. Se considera que la econom¨ªa espa?ola tiene margen; servir¨ªa para incentivar cambios de comportamiento que combatan el cambio clim¨¢tico y se trata de una agenda muy presente en los planes del Gobierno y la Comisi¨®n Europea.

El gran inconveniente es que buena parte de esa brecha con Europa se halla en los impuestos sobre hidrocarburos. Por m¨¢s que la mejora del medio ambiente sea un bien deseable, la escalada de los precios energ¨¦ticos est¨¢ poniendo en jaque esta reforma fiscal antes siquiera de que se plantee. La guerra de Ucrania est¨¢ alimentando todav¨ªa m¨¢s un problema que surgi¨® con la recuperaci¨®n de la pandemia y que tiene visos de tomar un cariz estructural en tanto que haya una transici¨®n hacia energ¨ªas verdes. Lo ideal ser¨ªa que estas subidas de impuestos se aprueben cuando los costes de la energ¨ªa sean bajos. De lo contrario, existe el riesgo de que la inflaci¨®n pueda escalar m¨¢s y de que la reforma se tope con protestas como la de los chalecos amarillos.

El Gobierno es muy consciente de que ser¨¢ dif¨ªcil aprobarla. En el recuerdo est¨¢ c¨®mo el PNV tumb¨® en los Presupuestos de 2021 igualar parcialmente el impuesto del di¨¦sel al de la gasolina. Los expertos del comit¨¦ tambi¨¦n ven complicado que el Ejecutivo sea capaz de sacarla.

Y el reto cobra mayores dimensiones en el actual contexto de precios tras desatarse la contienda en Ucrania. El gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, ha advertido de que la inflaci¨®n, en m¨¢ximos de tres d¨¦cadas, est¨¢ siendo m¨¢s persistente de lo previsto. Los futuros ahora arrojan un encarecimiento adicional hasta 2024. La Comisi¨®n ha retrasado la publicaci¨®n de su estrategia energ¨¦tica. Y el primer ministro de Italia, Mario Draghi, habla de reabrir minas de carb¨®n. Como dec¨ªa San Agust¨ªn, hazme casto pero no todav¨ªa. El horizonte pinta poco propicio para una reforma verde. Aunque el Gobierno tiene la intenci¨®n de cerrar la brecha de recaudaci¨®n que hay con la UE, tambi¨¦n ha insistido en que solo habr¨¢ alzas de impuestos en la medida en que la econom¨ªa lo permita. En una entrevista a TVE, el presidente Pedro S¨¢nchez record¨® que el encargo a los expertos era anterior a la guerra de Ucrania. La contestaci¨®n social que podr¨ªa generar preocupa al Ejecutivo.

En todo caso, este grupo de sabios recomienda que las subidas de impuestos verdes se hagan de forma muy gradual y compensando a los colectivos m¨¢s perjudicados. En una primera fase se ir¨ªa igualando el impuesto del di¨¦sel al de la gasolina. El di¨¦sel es responsable de los gases NOx que contaminan el aire de las ciudades. Su aplicaci¨®n podr¨ªa recaudar cerca de 2.500 millones de euros. Pero la cifra se rebajar¨ªa en un tercio si se deja exentos a los profesionales.

En una fase posterior, una vez igualado di¨¦sel y gasolina, se podr¨ªa aspirar a alcanzar los niveles europeos de tributaci¨®n sobre hidrocarburos, lo que implicar¨ªa un incremento del 10% en los precios y supondr¨ªa m¨¢s de 1.000 millones de ingresos.

Los expertos propondr¨¢n que se suprima el impuesto de matriculaci¨®n y que se sustituya por uno de circulaci¨®n que penalice con fuerza la contaminaci¨®n. Esta iniciativa favorecer¨ªa la renovaci¨®n de veh¨ªculos al tratarse de un sector competitivo en el que las rebajas fiscales no ir¨ªan directamente a aumentar los m¨¢rgenes del fabricante. Bajo el nuevo impuesto, los coches se gravar¨ªan en funci¨®n de cu¨¢nto contaminen. En el futuro incluso se podr¨ªa incluir un geolocalizador que permita el pago por la distancia recorrida y peajes por acceder a zonas o por el uso de infraestructuras. De esta forma, el impuesto de circulaci¨®n servir¨ªa para, adem¨¢s de combatir la poluci¨®n, evitar congestiones o financiar el mantenimiento de las v¨ªas. No obstante, esta reformulaci¨®n presenta problemas porque son los ayuntamientos quienes lo ingresan. En el plan remitido a Europa se habla de revisar estas figuras.

Otra iniciativa que defender¨¢ el comit¨¦ y que ha sido prometida a Bruselas es el impuesto a los billetes de avi¨®n. Dependiendo de las tasas que se impongan, podr¨ªa ingresar hasta 1.500 millones. Aunque parece dif¨ªcil su implementaci¨®n dada la situaci¨®n del sector tras la pandemia. El libro blanco de los expertos, que cuenta con unas 800 p¨¢ginas, tambi¨¦n argumenta a favor de los impuestos al pl¨¢stico de un solo uso y sobre los residuos en vertederos e incineradoras. Estos son compromisos del Plan de Recuperaci¨®n que se est¨¢n tramitando en el Congreso y donde ya se ha introducido una moratoria para que la subida no entre en vigor hasta 2023. Por ellos se prev¨¦ recaudar unos 700 millones. Adem¨¢s, se cambiar¨¢ el impuesto a los gases fluorados para que afecte al fabricante y no a la venta de aire acondicionado.

Compensar a damnificados

Los sabios reconocen que estos impuestos son regresivos y hacen mucho hincapi¨¦ en la necesidad de compensar a los grupos m¨¢s damnificados para que estas reformas tengan aceptaci¨®n social. Entre los mecanismos sugeridos, las transferencias a las familias con menores ingresos, devoluciones a empresas para no perjudicar su competitividad, planes de renovaci¨®n de flotas o financiar el transporte p¨²blico.

El pr¨®ximo jueves se presentar¨¢ el libro blanco en el Instituto de Estudios Fiscales. Y la Comisi¨®n Europea ya ha solicitado a los expertos una presentaci¨®n sobre las conclusiones. El informe analiza y ofrece v¨ªas como una suerte de men¨², pero no brinda un recetario definitivo. Por ejemplo, se ha discutido un impuesto adicional a la generaci¨®n de energ¨ªa con combustibles f¨®siles complementario a los derechos de emisi¨®n, algo que por cuestiones de competitividad de las empresas deber¨ªa abordarse a escala europea. En medio de la pol¨¦mica sobre las macrogranjas, se abogar¨¢ por una tasa a los purines.

No obstante, el director del Instituto de Estudios Fiscales, Alain Cuenca, se ha encargado de que el foco de los expertos permanezca en los puntos que el Gobierno ve¨ªa factible aprobar y que est¨¢n pactados con Bruselas en el Plan de Recuperaci¨®n. Entre otras, se ha examinado la situaci¨®n de las familias con hijos, analizando la posibilidad de convertir el m¨ªnimo por v¨¢stago en una deducci¨®n anticipada mensualmente. Se ha estudiado la deducci¨®n por I+D para hacerla m¨¢s eficiente como recomend¨® la Autoridad Fiscal. O los planes de pensiones y las rentas inmobiliarias. La medida m¨¢s medi¨¢tica ser¨¢ la armonizaci¨®n de los impuestos de las comunidades sobre la riqueza. Esta, sin embargo, no recaudar¨ªa tanto como las subidas de impuestos verdes que, a estas alturas, se vislumbran algo m¨¢s lejanas.