Frenazo en la construcci¨®n por el encarecimiento y carest¨ªa de los materiales
La inflaci¨®n azota a un sector que teme nuevos ERTE por la paralizaci¨®n de obras y los retrasos en la entrega de viviendas
La construcci¨®n no las tiene todas consigo. Superado el susto de la huelga de los transportistas, ha vuelto a una realidad que ya hab¨ªa vivido. En ese dej¨¤ vu, los materiales crecen sin freno e impiden a las empresas hacer c¨¢lculos fiables sobre lo que les va a costar una obra. Una pesadilla para una industria donde los contratistas trabajan con plazos largos. Algunos est¨¢n trabajando a p¨¦rdidas con la esperanza de que la situaci¨®n cambie r¨¢pido, avisan en el sector, y los sindicatos ya ven incipientes ERTE, bolsas de horas u otras medidas con las que las compa?¨ªas intentan cubrirse las espaldas si las cosas no se enderezan. Entre que un promotor comienza a vender unas viviendas y hasta que el edificio est¨¢ acabado, pasan al menos 24 meses. Es el tiempo para obtener los ¨²ltimos permisos, contratar a una constructora y levantar las casas. Demasiado riesgo en un mundo donde el acero o los ladrillos han duplicado su precio en menos de un a?o.
Despu¨¦s est¨¢n las paralizaciones. Pero las obras paradas ¨²ltimamente se asemejan a las meigas. Se habla de ellas, en el sector nadie admite haber visto una en concreto y parece que donde m¨¢s constancia hay de su existencia es en Galicia. Una reciente encuesta del Colegio de Aparejadores y Arquitectos T¨¦cnicos de A Coru?a ha detectado m¨¢s de 40 obras detenidas en esa provincia. Pero se basa en respuestas an¨®nimas de sus colegiados, que se dedican desde las infraestructuras p¨²blicas hasta trabajos de rehabilitaciones o reformas.
Roberto Med¨ªn, presidente de ese colegio, destaca que ¡°el primer motivo es el encarecimiento de los materiales¡± (eso dijeron m¨¢s del 35% de encuestados) y advierte que ¡°una obra parada supone un problema grande despu¨¦s para reanudarla¡±. A Juan Jos¨¦ Y¨¢?ez, secretario general de Aproinco (la patronal de los promotores coru?eses), solo le constan problemas en algunos trabajos concretos. ¡°Me han hablado de paros en algunos tajos, lo que no quiere decir que se hayan paralizado las obras¡±, afirma. S¨ª admite una ralentizaci¨®n de futuros proyectos: ¡°Hay empresas que est¨¢n esperando a que pare esta espiral alcista de los costes¡±.
Malabarismo
Felipe T., quien evita dar su apellido porque no quiere que se identifique a su empresa, es responsable de tres obras (una de ellas por empezar) en una de las constructoras con mayor actividad residencial. Su trabajo ahora mismo es como ¡°hacer malabarismo para paliar la situaci¨®n¡±. Una rutina de retrasos de materiales y subidas de precio que trata de combatir anticipando las compras y almacenando materiales. ¡°Tratas con imaginaci¨®n de ver las posibles modificaciones de obra que te permitan absorber las afecciones, pero hacerlo al 100% es imposible ¡ªdescribe¡ª. Si no tienes acero u hormig¨®n y est¨¢s con la estructura, no puedes hacer nada¡±.
El precio del acero corrugado ha crecido en el ¨²ltimo a?o casi un 130%, seg¨²n el ¨ªndice Anifer (la patronal del sector de la ferralla). Y un informe sobre costes internacionales de construcci¨®n publicado esta semana por la consultora Altadis pone tambi¨¦n el foco sobre los ladrillos o el cemento. En ambos casos, la energ¨ªa empleada en su fabricaci¨®n supone una cuarta parte de los costes totales, por lo que sus autores vaticinan ¡°otro a?o de incertidumbre en los precios¡±. La Confederaci¨®n Nacional de la Construcci¨®n calcul¨® que en 2021 los costes de construcci¨®n ya aumentaron en Espa?a un 22%, lo que no impidi¨® acabar m¨¢s de 90.000 viviendas, la cifra m¨¢s alta desde 2012. El presidente de esa patronal, Pedro Fern¨¢ndez Al¨¦n, cuenta que est¨¢n esperando a que baje la volatilidad antes de hacer otro estudio. ¡°Los presupuestos [de los proveedores] duran d¨ªas y la energ¨ªa en muchos casos ya supone un 30% de los costes en algunas obras¡±, justifica.
En ese contexto, Fern¨¢ndez Al¨¦n sostiene que ¡°hay promotores que se plantean devolver la fianza a los compradores porque les sale m¨¢s rentable que edificar¡±, mientras muchos constructores trabajan perdiendo dinero. ¡°Que un constructor pare una obra ya avanzada no es f¨¢cil¡±, confirma Sebasti¨¢n Molinero, secretario general de la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Cer¨¢mica y Materiales de Construcci¨®n (Andimac).
?l mismo apunta una posible soluci¨®n, aunque no siempre es posible: ¡°Lo normal es que todas las partes afectadas negocien y cada uno reduzca una parte del margen de su operaci¨®n para evitar que esta se rompa¡±, se?ala. Ambos representantes patronales recuerdan que la construcci¨®n es responsable de 1,3 millones de empleos en Espa?a, adem¨¢s de ser un sector tractor de otras industrias como las del mueble o los electrodom¨¦sticos.
Medidas laborales
?Qu¨¦ pasar¨ªa si la construcci¨®n colapsara? El fantasma de la Gran Recesi¨®n todav¨ªa planea en el imaginario colectivo espa?ol, aunque de momento las empresas parecen tener m¨¢s presente la lecci¨®n de otra crisis m¨¢s cercana: la de la pandemia. Enrique R. forma parte del comit¨¦ de empresa de una gran constructora que hace dos semanas movi¨® ficha. ¡°Viendo la situaci¨®n, nos reunieron para tomar medidas de flexibilizaci¨®n horaria como ya se hab¨ªa hecho en ¨¦poca de covid¡±, relata. Acordaron que cada empleado puede, en los dos pr¨®ximos meses y manteniendo el sueldo, ser enviado a su casa hasta 80 horas. Luego deber¨ªa devolverlas en los cuatro meses siguientes. ¡°La idea es crear esta bolsa de horas para evitar llegar a un ERTE o incluso a un ERE¡±, afirma Enrique, quien dice que el comit¨¦ acogi¨® bien la idea de la empresa y modul¨® algunas propuestas, como limitar las horas extra que la compa?¨ªa puede exigir en una misma jornada.
De momento esa bolsa no se ha utilizado, como tampoco el ERTE que plante¨® la constructora donde trabaja Beatriz Morueco. ¡°Lo quieren por si lo tienen que ejecutar, pero que yo sepa no han metido a nadie¡±, aclara esta administrativa. La medida estar¨¢ vigente siete meses y tiene potencial para afectar al 100% de la plantilla. ¡°Si tienen que cerrar obras, ir¨¢n ejecut¨¢ndolo¡±, aclara Morueco. Ambos representantes sindicales coinciden en que hay preocupaci¨®n en las plantillas y las preguntas de sus compa?eros son continuas.
Nadie escapa ¨²ltimamente al quebradero de cabeza de la construcci¨®n. Ni los contratistas p¨²blicos, que lograron que el Gobierno aprobara un decreto en marzo, replicado por otras Administraciones, que permite adecuar los precios a las circunstancias (es decir, subirlos). Ni los privados, que piden m¨¢s medidas para estabilizar los precios de la energ¨ªa y se encomiendan al final del conflicto en Ucrania.
Jaume Ferrari es responsable de compras en Bongrup, una compa?¨ªa mallorquina de distribuci¨®n de materiales de fontaner¨ªa que cuenta con 170 trabajadores. En su caso, se han encontrado un comportamiento de sus clientes que a priori parece at¨ªpico. ¡°Todos quieren acabar cuanto antes las obras¡±, se?ala Ferrari. Es una manera, explica, de no acumular m¨¢s retrasos, o incluso p¨¦rdidas. As¨ª que Bongrup acaba de hacer entre enero y marzo la mayor facturaci¨®n trimestral de sus 16 a?os de historia. ?Hay al fin alguien satisfecho en esta tormenta perfecta? ¡°Parece que la cosa no va con nosotros¡±, indica Ferrari, aunque pronto rebaja el optimismo: ¡°La actividad no es l¨®gica; hay un desequilibrio y hay que ver por d¨®nde se romper¨¢¡±.
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