190 bosques para compensar las emisiones de CO? de las empresas
Grandes compa?¨ªas mejoran su imagen y sus posibilidades en las licitaciones sufragando la reforestaci¨®n de montes incendiados
Pagar por sembrar ¨¢rboles para compensar las emisiones de CO? est¨¢ de moda. Grandes empresas como Orange, Endesa, Caixabank o Meli¨¢ Hoteles intentan compensar su huella de carbono con la creaci¨®n de bosques en montes devastados por los incendios forestales de toda Espa?a. Es un proceso conocido como absorci¨®n: los due?os de los terrenos ofrecen a las grandes empresas que paguen la reforestaci¨®n; a cambio estas pueden compensar la contaminaci¨®n que generan en su actividad normal, as¨ª como mejorar su imagen y sus posibilidades en las licitaciones p¨²blicas. En los ¨²ltimos siete a?os se han registrado m¨¢s de 190 proyectos, que suman 4.000 hect¨¢reas, seg¨²n informaci¨®n publicada en el portal de transparencia estatal. Las empresas consultadas por este peri¨®dico indican que el coste oscila entre los 25.000 y el mill¨®n de euros, seg¨²n el tama?o y las condiciones del terreno.
Desde la creaci¨®n del Registro de Absorciones de CO? del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica en 2014, el n¨²mero de empresas que financian voluntariamente la creaci¨®n de bosques devastados ha crecido exponencialmente. El primer a?o apenas hab¨ªa una decena de proyectos. Ahora hay 190. La repoblaci¨®n forestal se hace en terrenos en los que no ha habido un bosque desde 1989 o en zonas forestales incendiadas. Y la permanencia exigida es de 30 a 50 a?os, ya que es una actividad que se centra en la reversi¨®n a largo plazo y sus efectos pueden tardar d¨¦cadas. No hay milagros en unos d¨ªas ni en unos a?os. Pese al crecimiento de los ¨²ltimos a?os, hasta el momento apenas se han retirado el 1,26% del mill¨®n y medio de absorciones previstas por el Ministerio.
Para participar, las empresas deben primero calcular y registrar su huella de carbono. Luego, tienen que redactar un plan de reducci¨®n de la misma, con acciones como reducir el consumo de electricidad, calefacci¨®n y papel o fomentar el transporte sostenible. El principal requisito de este documento es demostrar que disminuir¨¢n sus emisiones de gases de efecto invernadero, seg¨²n el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico. Una vez tengan ese plan pueden acceder a fondos p¨²blicos, puesto que existen numerosas ayudas, a escala estatal y auton¨®mica. Posteriormente, pueden compensar las emisiones inevitables eligiendo un proyecto de absorci¨®n entre los inscritos en el registro a trav¨¦s de un acuerdo con los propietarios.
Los 190 proyectos de la lista pertenecen a 86 promotores, que en ocasiones representan a los due?os de los terrenos p¨²blicos o privados ante las empresas interesadas en compensar su huella de carbono. La inversi¨®n inicial la realiza el promotor del proyecto de absorci¨®n que solicita la inscripci¨®n. Este promotor puede ser la misma empresa que va a utilizar las unidades de absorci¨®n para compensar su huella (Endesa, Orange o Caixabank) o la organizaci¨®n a la que transfiere dichas unidades (Grupo Sylvestris, Forestaci¨®n Galicia SA o CO? Revolution) mediante un contrato celebrado antes o despu¨¦s de las actuaciones.
Enrique Enciso, ingeniero forestal del Grupo Sylvestris, explica el proceso: ¡°Nosotros conseguimos a los inversores, que normalmente son grandes empresas que quieren invertir en derechos para compensar su huella. Luego, buscamos un terreno propicio y conseguimos la autorizaci¨®n de las autoridades competentes y los due?os del terreno. Una vez hemos terminado la ejecuci¨®n de la obra, hacemos el proyecto de absorci¨®n, lo presentamos a la Oficina Espa?ola de Cambio Clim¨¢tico y la empresa que ha financiado la obra consigue el sello de compensaci¨®n¡±.
Adem¨¢s, para llevar a cabo proyectos de absorci¨®n existen ayudas de las que pueden beneficiarse los promotores que llevan a cabo actuaciones de reforestaci¨®n. Como en el caso de la Asociaci¨®n Forestal de Galicia, que ha desarrollado una treintena de los proyectos en la comunidad. La mayor¨ªa de ellos situados en comunidades de montes vecinales en mano com¨²n pero de car¨¢cter privado, un tipo de propiedad muy particular del noroeste peninsular. ¡°El proyecto lo financia la propiedad, que cuenta con ayuda p¨²blica para iniciar los trabajos. Esa financiaci¨®n se complementa con aportaciones de las empresas que adquieren el CO? disponible¡±, detallan desde la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que trabaja con empresas como Inditex.
La reforestaci¨®n suele hacerse con la plantaci¨®n de especies aut¨®ctonas (pinos, encinas, perales o cerezos) y se contratan a trabajadores locales de las zonas rurales para dinamizar la econom¨ªa de los municipios donde se act¨²a. Despu¨¦s de la repoblaci¨®n, las empresas est¨¢n obligadas a hacer un seguimiento sobre la evoluci¨®n del bosque. ¡°Cada cinco a?os hacemos un inventario para verificar que los ¨¢rboles que hemos puesto se desarrollan correctamente¡±, cuenta Alejandro Rodr¨ªguez, del departamento de medio ambiente de Endesa. La compa?¨ªa el¨¦ctrica registraba una huella de 53 millones de toneladas de CO? en 2014. Siete a?os despu¨¦s, ha retirado 268 toneladas, resultado de su reforestaci¨®n en los bosques de Do?ana (Huelva) y La Atalaya (Madrid).
Por comunidades aut¨®nomas, destaca Galicia por ser la regi¨®n que acapara m¨¢s de la mitad de los proyectos: 102. Le siguen Castilla y Le¨®n (30), Madrid (8), Catalu?a y Castilla La Mancha (7), y La Rioja y Comunidad Valenciana (6). A la cola se encuentran Asturias, Murcia, Pa¨ªs Vasco, Extremadura y Baleares. El tama?o de los terrenos registrados parte de una a 280 hect¨¢reas, reconvertidas en sumideros de carbono.
¡°Un ¨¢rbol promedio absorbe entre 10 y 50 kg de CO? al a?o, por lo que la regeneraci¨®n de terrenos desgradados permite el secuestro de carbono de la atm¨®sfera¡±, explican desde la compa?¨ªa CO? Revolution. La organizaci¨®n se encarga de la plantaci¨®n, apoy¨¢ndose en la tecnolog¨ªa con el uso de drones, y el mantenimiento mediante la reposici¨®n de marras (retirada de ejemplares en mal estado) en terrenos p¨²blicos con la financiaci¨®n de empresas colaboradoras como LG, Iberdrola, Banco Santander, Alsa, Pastoret, o Mapfre.
¡°Este mercado de CO? es voluntario. La empresa que compensa no tiene ninguna obligaci¨®n legal de hacerlo. Lo hace por motivos sociales y medioambientales¡±, se?ala Fernando Vargas, encargado de los proyectos de la promotora Forestaci¨®n Galicia. Aunque, reforzar su marca con un lavado de cara para demostrar su compromiso con el medio ambiente no es el ¨²nico de los beneficios para las empresas que pagan la reforestaci¨®n. Una vez obtenido el sello de compensaci¨®n, tienen m¨¢s posibilidades de acceder a licitaciones p¨²blicas. ¡°Es una herramienta que se ofrece a las empresas para que ganen competitividad desarrollando pol¨ªticas sostenibles y que impulsen la descarbonizaci¨®n¡±, concluyen desde el ministerio.
Sumideros de carbono en 50 a?os
Los árboles crecen muy lentamente y necesitan su tiempo para convertirse en futuros sumideros de carbono. Los proyectos duran entre 30 y 50 años y el número de absorciones previstas por cada uno de ellos oscila entre las 25 y las 110.000 toneladas. Pero, no hay milagros a corto plazo. Las consecuencias de la repoblación de zonas degradadas por incendios no se hacen efectivas hasta que los árboles medran y empiezan a absorber dióxido de carbono a partir de la fotosíntesis. La velocidad del proceso depende de las especies y las zonas. “En las zonas del norte como País Vasco o Asturias los árboles absorben más, y en el sur, como en Doñana, tardan más y absorben menos”, explica Enrique Enciso, ingeniero forestal del Grupo Sylvestris. El objetivo es crear bosques resistentes sin demasiada continuidad en la masa para protegerlos del riesgo de incendios y plagas. “Por eso hacemos bosques que superan las 10 especies”, explica Enciso.
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