Crece la presi¨®n en el BCE tras el alza de tipos de EE UU y Reino Unido
Arrecian las voces que urgen a una subida de las tasas de inter¨¦s este verano
El mundo pisa el acelerador para salir de la era de los tipos de inter¨¦s negativos. La explosiva inflaci¨®n que ha agravado la guerra en Ucrania ha llevado a los bancos centrales de todo el mundo, desde Australia hasta Inglaterra, a aumentar los tipos de inter¨¦s, que estaban en unos niveles hist¨®ricamente bajos. La en¨¦rgica decisi¨®n de la Reserva Federal de llevar a cabo la mayor subida en 22 a?os mete m¨¢s presi¨®n al Banco Central Europeo (BCE), cuya c¨²pula asume ya que encarecer¨¢ el precio del dinero en el segundo semestre. La cuesti¨®n es cu¨¢ndo. Y ah¨ª los halcones empiezan a preparar ya el terreno para un posible primer movimiento en julio.
Tras una d¨¦cada de alzas de precios an¨¦micas, la tasa de inflaci¨®n en el conjunto de la OCDE trep¨® en marzo hasta el 8,8%, la m¨¢s elevada desde 1988, a lomos de unas tarifas energ¨¦ticas disparadas. La respuesta ha sido casi un¨¢nime en todo el mundo: la Reserva Federal sub¨ªa medio punto el precio del dinero, mientras que el Banco de Inglaterra lo incrementaba otro cuarto de punto. Solo Jap¨®n, con una inflaci¨®n del 1,2%, y Suiza, del 2,4%, siguen ajenos a esa tendencia. Adem¨¢s del BCE, que sigue con los tipos en el 0%. Pero ahora todo apunta a que eso cambiar¨¢ pronto.
En apenas medio a?o, Fr¨¢ncfort ha pasado de desde?ar una subida de tipos en 2022 ¡ªen diciembre, la presidenta Christine Lagarde la consideraba ¡°muy improbable¡±¡ª, a imprimir velocidad al fin de las compras de deuda para empezar a poner un coste al dinero. Fuentes financieras sostienen que los mercados esperan al menos dos subidas, pero varios miembros del Consejo de Gobierno en los ¨²ltimos d¨ªas han abierto la puerta incluso a tres movimientos. Todo depender¨¢ de cu¨¢ndo finalice el programa de compras de deuda, puesto que el m¨¢ximo ¨®rgano del BCE se ha comprometido a dar un paso tras otro para evitar un resbal¨®n como el que en 2011 dio Jean-Claude Trichet, que decidi¨® un aumento de tipos a destiempo.
La secuencia consiste en acabar primero con las adquisiciones netas de bonos y, un tiempo despu¨¦s, subir tipos. El BCE decidi¨® en abril que el programa culminar¨ªa en el tercer trimestre, pero sin aclarar cu¨¢ndo exactamente. Eso llev¨® a los mercados a especular con septiembre. Sin embargo, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y la miembro del Consejo Ejecutivo Isabel Schnabel han sugerido que el incremento podr¨ªa producirse ya en julio. ¡°Desde mi punto de vista una subida de tipos en julio es posible¡±, afirm¨® Schnabel en una entrevista al diario alem¨¢n Handelstblatt. La opini¨®n de la alemana est¨¢ en l¨ªnea con la de los halcones, dentro de los cuales se la enmarca. Sin embargo, tambi¨¦n en el otro bando se oyen esas voces. Es el caso del gobernador del Banco de Finlandia, Olli Rehn, quien se ha decantado tambi¨¦n por aumentar los tipos en julio.
La elevada inflaci¨®n en la zona euro, del 7,5% en abril, ha dado alas a las demandas del Norte. El m¨¢s duro de ese b¨²nquer, el austriaco Robert Holzmann, ha pedido no esperar m¨¢s y que las subidas se discutan ya en junio. Antoni Garrido, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona, cree que poco tienen ya que hacer los defensores de mantener las tasas en el 0%. ¡°El BCE tendr¨¢ que actuar, puesto que su objetivo es la estabilidad de precios, aunque haya asumido tambi¨¦n de facto la estabilidad financiera. As¨ª que esta tasa de inflaci¨®n le lleva a intervenir¡±, sostiene.
Impacto de la guerra
Sin embargo, Fabio Panetta, tambi¨¦n miembro del Consejo Ejecutivo e identificado dentro del sector m¨¢s laxo, ha defendido esta semana esperar a conocer la cifra de crecimiento econ¨®mico del segundo trimestre. Ese dato est¨¢ previsto que sea publicado por Eurostat el 29 de julio, por lo que la subida de los tipos de inter¨¦s no se producir¨ªa hasta septiembre. ¡°La evoluci¨®n del PIB en el primer trimestre refleja solo parcialmente el impacto de la guerra. Tenemos que esperar a los datos del segundo trimestre para tener una fotograf¨ªa clara. Nuestra pol¨ªtica monetaria est¨¢ guiada por los datos y no podemos tomar decisiones antes de verlos¡±, sostuvo en una entrevista en La Stampa.
El italiano pon¨ªa sobre la mesa otra de las variables que el BCE est¨¢ calibrando para emprender esa senda: la del impacto de la guerra en Ucrania sobre el crecimiento. Estados Unidos arranc¨® el a?o con una contracci¨®n de su econom¨ªa, mientras que la zona euro avanz¨® solo un 0,2%. ¡°No podemos controlar la inflaci¨®n por nuestra cuenta sin generar costes elevados para la econom¨ªa. Necesitamos actuar en m¨²ltiples frentes, no solo a trav¨¦s de la pol¨ªtica monetaria¡±, asegur¨® Panetta en la entrevista. Sin embargo, los analistas ven en las palabras del que Bloomberg considera como el m¨¢s influyente del grupo de palomas un llamamiento a endurecer la pol¨ªtica monetaria con calma. ¡°Incluso Panetta ha admitido que el programa de expansi¨®n monetaria y los tipos negativos ya no son necesarios¡±, afirma el economista senior para Europa de Capital Economics, Jack Allen Reynolds.
El plan del BCE todav¨ªa est¨¢ lejos del que proyecta la Reserva Federal, que ya se prepara para reducir su balance. Aun as¨ª, Schnabel tambi¨¦n ha apuntado hacia esa v¨ªa. ¡°Vamos a seguir reinvirtiendo los vencimientos de los bonos durante un periodo prolongado despu¨¦s de la fecha en la que comencemos a aumentar los tipos de inter¨¦s. Pero, en principio, tiene sentido reducir gradualmente las carteras de bonos en alg¨²n momento en el futuro¡±, sostuvo la alemana. Por ahora, esas compras constituyen el arma del Eurobanco para frenar su gran temor: que la subida de tipos acabe por disparar las primas de riesgo en los pa¨ªses del sur de Europa. Algunos sectores plantean crear un instrumento espec¨ªfico para apagar cualquier fuego que pueda resucitar los fantasmas de 2012, aunque por ahora el BCE sigue dando prioridad a los mecanismos ya existentes.
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