La inflaci¨®n hace mella en los bancos de alimentos: ¡°Llegan m¨¢s familias, pero nos encontramos con menos comida¡±
La escalada de precios har¨¢ aumentar un 20% las personas que demandar¨¢n ayuda alimentaria en 2022, seg¨²n la Federaci¨®n Espa?ola de Bancos de Alimentos
Desde hace 21 a?os, de mi¨¦rcoles a viernes a las nueve de la ma?ana, la Fundaci¨®n Madrina comienza el servicio de reparto de comida para los m¨¢s desfavorecidos. Sin embargo, las estanter¨ªas de su almac¨¦n, que al comienzo de la pandemia rebosaban de alimentos, hoy son un recuerdo lejano. La inflaci¨®n galopante, junto a las dificultades econ¨®micas desencadenadas por la crisis sanitaria, han entorpecido la distribuci¨®n de bienes de primera necesidad a las familias m¨¢s vulnerables, seg¨²n advierten las asociaciones ben¨¦ficas. ¡°En el ¨²ltimo a?o hemos estado asistiendo a alrededor de 400 personas por d¨ªa. Pero cada vez llegan m¨¢s y nos encontramos con menos alimentos¡±, apunta Jesica Flores, psic¨®loga y repartidora de comida de la Fundaci¨®n.
En 2021, antes de la guerra en Ucrania y de la explosi¨®n de la inflaci¨®n, los bancos de alimentos atendieron a 1,5 millones de usuarios, seg¨²n cifras de la Federaci¨®n Espa?ola de Bancos de Alimentos (FESBAL). Un n¨²mero que se estima que aumentar¨¢ un 20% en 2022. ¡°Cuando la econom¨ªa empieza a flaquear, es inevitable un aumento de la poblaci¨®n que se encuentra en una situaci¨®n de precariedad. El conjunto de circunstancias que se han sucedido en los ¨²ltimos dos a?os ¡ªla pandemia, la crisis energ¨¦tica, la guerra en Ucrania¡ª han hecho entrar en pobreza a familias de clase media que antes no necesitaban pedir ayuda¡±, cuenta Pedro Miguel Llorca, presidente de la entidad. En paralelo, la incertidumbre frena a los donantes. ¡°Cualquier familia intenta ajustar sus cuentas y se vuelve cauta. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil ser generosos en este clima de inseguridad¡±, a?ade.
La Fundaci¨®n Madrina recibe alrededor de un 50% de los alimentos del Programa Operativo de Ayuda Alimentaria del Fondo Europeo de Ayudas a Desfavorecidos (FEAD). Si hasta el momento ten¨ªan garantizadas tres entregas al a?o, ahora se han reducido a dos, lamenta el presidente de la entidad, Conrado Jim¨¦nez. ¡°En marzo, ten¨ªamos que haber recogido comida, pero no nos han enviado nada. Hemos tenido que recurrir a empresas particulares y a donaciones para no quedarnos desabastecidos¡±. Las donaciones de particulares tambi¨¦n se han reducido como consecuencia del encarecimiento de la cesta de la compra. ¡°Antes nos tra¨ªan un coche lleno de comida, mientras que ahora llegan con dos bolsas¡±, agrega.
A las doce y media de la ma?ana de este viernes, a poco m¨¢s de una hora del fin del reparto, en las cestas del almac¨¦n sobran apenas una decena de manzanas y naranjas. Las latas de at¨²n y las botellas de aceite tampoco son abundantes. Algunas bandejas est¨¢n vac¨ªas. ¡°Afortunadamente, acaban de llegar unas cajas de yogures, pero de momento contamos con pasta y botes de verduras solo hasta el mi¨¦rcoles¡±, se?ala Flores.
Entregas m¨¢s escasas
La inflaci¨®n se ha situado en abril en el 8,3%, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, por debajo del 9,8% de marzo. Aun as¨ª, los costes de algunos alimentos b¨¢sicos siguen por las nubes con respecto a abril de 2021. El aceite de oliva ha subido un 42,5%, la pasta un 25% y los huevos un 21,6%. La escalada de precios sigue mermando el bolsillo de las familias espa?olas, que al perder poder adquisitivo se encuentran a¨²n m¨¢s en la cuerda floja. ¡°Un d¨ªa, de repente, aparecen mam¨¢s desesperadas, embarazadas o con ni?os muy peque?os que jam¨¢s han tenido que pedir ayuda. Se desahogan conmigo y me cuentan que deben elegir entre comer y pagar el alquiler¡±, asegura la psic¨®loga.
Sara Irik (42 a?os) lleva m¨¢s de un a?o acudiendo al banco de alimentos de la Fundaci¨®n Madrina. No ha tardado en percatarse de que en los ¨²ltimos meses, cuando vuelve a su hogar en el barrio madrile?o de Valdeacederas, la bolsa pesa cada vez menos. ¡°Antes me daban una caja de leche con seis botellas, mientras que ahora solo un par. Afortunadamente, los vecinos tambi¨¦n a veces me ayudan, si no no llegar¨ªa a dar de comer a mis cuatro hijos¡±, comenta. Rosemery Robles (37 a?os) vive una situaci¨®n similar: ¡°Al principio me regalaban muchas verduras, pero ahora recibo muy poco. De leche me ofrecen la justa cantidad para el ni?o, para m¨ª casi nunca hay nada¡±, cuenta, mientras empuja el carrito de beb¨¦ con la cesta llena de yogures.
La asociaci¨®n ben¨¦fica Bocatas, que atiende cada mes a unas 300 familias, tambi¨¦n ha detectado que desde el repunte de la inflaci¨®n la cantidad de comida proporcionada por los bancos de alimentos ha disminuido. ¡°Llevamos m¨¢s de un mes sin poder repartir leche. Antes, hasta nos sobraba y ten¨ªamos que buscar otras entidades para deshacernos de las botellas que nos quedaban. Pasta y arroz, que repart¨ªamos de manera muy generosa, a veces escasean¡±, se?ala Ignacio Rodr¨ªguez, uno de los fundadores de la organizaci¨®n.
Seg¨²n los datos m¨¢s actualizados de C¨¢ritas, tres de cada diez familias espa?olas han tenido que recortar gastos de alimentaci¨®n, ropa o calzado en 2021. Aunque la organizaci¨®n todav¨ªa no dispone de los datos relativos a los primeros meses de este a?o, prev¨¦ que el aumento de los gastos por la subida de precios les desborde a¨²n m¨¢s. ¡°La pandemia ya ha tenido un impacto muy fuerte en la renta de las familias, y la inflaci¨®n est¨¢ suponiendo un contratiempo importante, sobre todo para los sujetos m¨¢s vulnerables, que tienen menor capacidad para afrontar los imprevistos. Llueve sobre mojado¡±, apunta Thomas Ubrich, soci¨®logo del equipo de estudios de C¨¢ritas Espa?a. Las cifras del Banco de Alimentos de Madrid no dejan lugar a dudas: en el primer trimestre de 2022 ha atendido diariamente ya alrededor de 187.000 personas, m¨¢s que en la media de todo el a?o pasado (180.000). Pero con un 40% menos de donaciones.
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