El artesano que aspira a ocupar el vac¨ªo de Nissan
Joan Or¨²s, al frente de una ingenier¨ªa especializada en coches el¨¦ctricos, lidera el consorcio que puja por la Zona Franca de Barcelona
Recuerda Ricard Bosch, profesor de la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya, que un d¨ªa de 1998 un joven entr¨® en el laboratorio en el que trabajaba para proponerle un proyecto. Quer¨ªa construir un veh¨ªculo solar junto a un grupo de compa?eros como proyecto fin de carrera.
¡ªUy, para hacer eso necesitar¨ªamos 200 millones de pesetas, le respondi¨® Bosch, que ya hab¨ªa analizado la posibilidad de dise?ar uno.
¡ªNo, hay un proyecto para universitarios que ser¨ªa posible hacerlo con solo 20 millones.
¡ªAh. Bueno, pues hacemos una cosa: trae la mitad del dinero y la otra mitad ya la conseguir¨¦ yo, acab¨® respondiendo el profesor, desconfiado y consciente de que ya hab¨ªa pasado por otras propuestas inviables de estudiantes que se hab¨ªan convertido en una p¨¦rdida de tiempo.
La conversaci¨®n se qued¨® ah¨ª hasta que aquel joven estudiante volvi¨® dos semanas despu¨¦s al encuentro del profesor, a quien hasta entonces no conoc¨ªa de nada. Hab¨ªa logrado el dinero en forma de patrocinios y Bosch asumi¨® que deb¨ªa cumplir su palabra. Con un trabajo sistem¨¢tico y una cadena de favores, el proyecto vio la luz y todo el equipo vol¨® a Australia, donde particip¨® en una carrera de veh¨ªculos solares entre S¨ªdney y Melbourne. Aquel autom¨®vil llamado Despertaferro, grito de guerra almog¨¢var para el que ser¨ªa el primer coche solar de Espa?a, reposa ahora en un museo de Terrassa (Barcelona). El joven ingeniero de 25 a?os que acab¨® liderando el proyecto era consciente de que, pese a su obsesi¨®n, la tecnolog¨ªa no estaba suficientemente madura para que los coches el¨¦ctricos pudieran convertirse en una realidad. Pero era un paso m¨¢s hacia una movilidad m¨¢s limpia.
Han pasado dos d¨¦cadas de aquello y aquel joven, Joan Or¨²s, hace unos a?os que cambi¨® de opini¨®n: la electromovilidad es un hecho. En 2007 dej¨® su trabajo en Seat Sport (donde contribuy¨® al dise?o del Cupra GT) en una de las decisiones m¨¢s complicadas y trascendentales de su carrera, explica, a causa de que la marca espa?ola ¡°no hac¨ªa nada el¨¦ctrico¡±. Fund¨® su primera empresa para ir en esa direcci¨®n y despu¨¦s QEV Technologies, compa?¨ªa que factura 15 millones de euros, est¨¢ volcada en la electromovilidad y fabrica casi artesanalmente coches de gran potencia y prototipos para grandes marcas. Por poner dos ejemplos de su actividad: mientras que en una peque?a sala de sus instalaciones de Montmel¨® (Barcelona) se trabaja en dos supercoches el¨¦ctricos Hispano-Suiza Carmen valorados en m¨¢s de un mill¨®n y medio de euros cada uno, en otra mayor se preparan los coches locos de m¨¢s de 1.000 caballos que participan en la FC1-X, la versi¨®n el¨¦ctrica del Nitro Rallycross estadounidense.
Sin embargo, este ingeniero industrial quer¨ªa dar un paso m¨¢s y llevar sus desarrollos al transporte urbano desde una perspectiva de producci¨®n industrial masiva. La legislaci¨®n corre a su favor, con las presiones de la Uni¨®n Europea para que a partir de 2035 se vete definitivamente la comercializaci¨®n de veh¨ªculos de combusti¨®n. As¨ª, desarrollaron una plataforma para autobuses el¨¦ctricos que fabrican en China para vender a distintos carroceros como base de sus veh¨ªculos. ¡°Quer¨ªamos pasar de peque?a a gran producci¨®n y lograr una facturaci¨®n de m¨¢s de 300 millones de euros¡±, explica Or¨²s, resaltando que todos esos planes pasaban por producir en el pa¨ªs asi¨¢tico y asumir el ensamblaje final en Espa?a. Su idea no es atacar el futuro negocio desde el veh¨ªculo particular, sino sobre todo el del transporte y el reparto urbano.
El proyecto de fabricar en Asia era as¨ª hasta que explot¨® la crisis de Nissan de Barcelona. La decisi¨®n del grupo nip¨®n de cesar la fabricaci¨®n en los terrenos de la Zona Franca y, sobre todo, la necesidad de las administraciones de buscar una alternativa para cubrir un vac¨ªo que llevaba a la destrucci¨®n de un m¨ªnimo de 2.500 empleos directos se convirti¨® en una oportunidad para sus planes de crecimiento. ¡°Hace dos a?os nos plante¨¢bamos trasladarnos a una planta de 20.000 metros cuadrados para hacer las tareas finales y la distribuci¨®n¡±, se?ala sobre una estrategia que ha caducado antes de lo esperado. Ahora aspiran a ocupar 300.000 metros cuadrados a las puertas de Barcelona y montar all¨ª su cuartel general. Se han aliado con otra ingenier¨ªa, Btech, con el objetivo de ensamblar 100.000 veh¨ªculos a partir de 2025 y superar los 1.000 millones de facturaci¨®n.
Or¨²s ha creado una nueva marca denominada Zeroid que fabricar¨ªa 60.000 furgonetas, mientras que su socio prev¨¦ ensamblar 40.000 unidades de furgonetas rancheras el¨¦ctricas similares a las que ya se produc¨ªan en la planta de Nissan, pero con la renacida marca Ebro. Pero en sus planes figura sobre todo convertirse en una suerte de f¨¢brica de veh¨ªculos de marca blanca que se puedan comercializar bajo otras ense?as. ¡°Hay muchas marcas que crecen en Europa y otras que quieren subcontratar peque?as series y, adem¨¢s, tenemos un nicho descubierto que es el de la ¨²ltima milla, las furgonetas de reparto¡±, aclara. El consorcio del autodenominado hub de descarbonizaci¨®n est¨¢ a la espera de lo que decidan las administraciones, que barajaron antes como prioridad otra alternativa, Great Wall Motor, hasta que el grupo chino acab¨® descartando Barcelona.
Si se confirman los planes de QEV, China ser¨ªa un mero proveedor que va a la baja. El pr¨®ximo a?o le suministrar¨ªa el 70% de los componentes a Zeroid, pero un a?o despu¨¦s ese porcentaje se reducir¨ªa al 30%. Una de las ventajas de participar en este proceso era aprovechar la bolsa de trabajo de los exempleados de Nissan, con alto conocimiento del sector de la automoci¨®n. El problema, los 800 millones de euros (el 60% lo asumir¨¢ QEV) que requiere la inversi¨®n para dos empresas que tienen ideas, pero poco m¨²sculo financiero. ¡°Ahora haremos una ronda de financiaci¨®n que valora la empresa entre 200 y 300 millones de euros, con la intenci¨®n de salir a Bolsa en un plazo de dos a?os¡±, explica Or¨²s, quien considera imprescindible ese paso para luchar con los grandes.
De Adri¨¢n Campos a Enrique Ba?uelos
Muy vinculado a pruebas deportivas, su compañía ha participado en Fórmula 2, Fórmula 3, el Mundial de Turismos e incluso en la Fórmula E en 2013, de la mano de uno de sus antiguos socios: Adrián Campos. El piloto controlaba el 50% de la compañía (frente a la otra mitad que tenían Orús, Juan Fernández y Rubén Espin) hasta que vendió sus acciones, lo que provocó que entrara en el accionariado el controvertido promotor inmobiliario Enrique Bañuelos (que ahora cuenta con una participación indirecta). Ahora los tres socios fundacionales controlan alrededor del 30% de las acciones y entre los accionistas se encuentran el fabricante sueco cotizado Inzile (19%), el magnate filipino Endika Aboitiz, la sociedad valenciana Power Electronics, el hólding inversor NAD y el fondo Inveready.
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