La historia de Indra: un vuelo entre la tormenta

Los hind¨²es llaman Indra al rey de los dioses, se?or de la guerra y los cielos. Indra tambi¨¦n es el nombre de la multinacional espa?ola de tecnolog¨ªa y defensa, que desde que se constituy¨® en 1992 ha estado sujeta a vaivenes pol¨ªticos y empresariales. El ¨²ltimo mes ha sido uno de los m¨¢s convulsos para la compa?¨ªa, que cotiza en el Ibex 35 y tiene m¨¢s de 51.000 empleados. En la junta de accionistas celebrada el pasado 23 de junio, tres de los principales accionistas (la sociedad p¨²blica SEPI, el grupo vasco de defensa SAPA y el fondo Amber Capital, primer accionista de Prisa, editora de EL PA?S) dieron un pol¨¦mico vuelco al consejo de administraci¨®n al forzar la destituci¨®n de cuatro vocales independientes y votar contra la renovaci¨®n de otra. El movimiento se produjo tras unos cambios de ¨²ltima hora en el capital que permitieron esta revoluci¨®n. Esa junta fue el paradigma de la compleja historia de ¨¦xito del grupo espa?ol, repleta de claroscuros. Indra es una empresa estrat¨¦gica para el Estado, alumbrada al amparo de la administraci¨®n p¨²blica y que durante sus 30 a?os de historia ha sido objeto de intereses pol¨ªticos de todos los partidos en el Gobierno durante la democracia. De hecho, las administraciones p¨²blicas espa?olas son el principal cliente de Indra.

Para entender lo que ocurri¨® ese d¨ªa hay que remontarse a?os atr¨¢s. Tras consultar con una decena de fuentes internas del grupo, de empresarios, financieros y de organismos p¨²blicos que prestan su opini¨®n con la condici¨®n del anonimato, se puede concluir que el origen de todo en Indra comienza y termina con un avi¨®n.

A principios de los a?os ochenta del siglo pasado, el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez lanz¨® un plan para renovar la flota de aviones desvencijados del ej¨¦rcito espa?ol. Se ali¨® con McDonnell Douglas, la empresa estadounidense, para poner en marcha el programa FACA (Futuro Avi¨®n de Caza y Ataque). La idea consist¨ªa en comprar, adaptar y desarrollar la tecnolog¨ªa de 72 cazas del modelo F-18 Hornet. El programa fue durante muchos a?os la mayor inversi¨®n del Ministerio de Defensa.

El Ejecutivo socialista encarg¨® a la compa?¨ªa espa?ola Ceselsa la construcci¨®n de simuladores para ese aparato, mientras que la empresa p¨²blica Inisel ser¨ªa responsable de los bancos de pruebas. El Gobierno quer¨ªa apoyar la incipiente industria de defensa en Espa?a y garantizar empleos de calidad en el pa¨ªs en un sector intensivo en tecnolog¨ªa. Esas dos compa?¨ªas rivales fueron a la postre el origen de Indra, creada a principios de los noventa en un matrimonio concertado a?os antes por el exministro de Industria Claudio Aranzadi. Tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y el fin de la guerra fr¨ªa, la industria de defensa se hac¨ªa menos necesaria y las compa?¨ªas del sector perd¨ªan negocios. As¨ª que la fusi¨®n de Ceselsa e Inisel se vio como una soluci¨®n l¨®gica..

A finales de 1992 nac¨ªa Indra bajo la presidencia de un economista joven y ambicioso procedente del sector p¨²blico, que antes hab¨ªa hecho carrera en la Telef¨®nica de Luis Solana. Javier Monz¨®n (Madrid, 1956) ocup¨® durante casi 25 a?os la presidencia de la compa?¨ªa, que pas¨® de estar enfocada en la industria militar a ser una de las principales tecnol¨®gicas espa?olas. Durante su mandato la empresa vivi¨® la salida a Bolsa y su entrada en el selecto Ibex 35, multiplic¨® su tama?o y su presencia internacional, pero tambi¨¦n vivi¨® episodios oscuros. El equilibrio entre las dos almas de Indra, la tecnol¨®gica y la militar, siempre ha sido un dolor de cabeza para los gestores. Durante aquellos a?os se vivieron pulsos de poder para controlar el grupo, que nunca ha dejado de tener un inter¨¦s estrat¨¦gico para el Estado. ¡°Siempre ha estado bajo la tutela del Gobierno de turno, incluso cuando era privada¡±, opina una fuente.

Tras el nacimiento de Indra, el Estado mantuvo una participaci¨®n mayoritaria hasta que el Gobierno de Aznar la incluy¨® en su plan de privatizaciones. En marzo de 1999, la SEPI sac¨® a Bolsa el 66% de Indra. Durante m¨¢s de una d¨¦cada la empresa no tuvo presencia p¨²blica, pero los diferentes gobiernos siguieron influyendo en ella gracias a los suculentos contratos que les conced¨ªan. Finalmente, en 2013, el Gobierno de Rajoy orden¨® a la SEPI comprar el 20% que BFA-Bankia manten¨ªa en Indra por 337 millones. El banco acababa de ser rescatado con casi 23.000 millones de dinero p¨²blico.

Javier Monz¨®n continu¨® al frente de la compa?¨ªa, pero fue depuesto en enero de 2015, acusado de una gesti¨®n controvertida. El Ejecutivo de Rajoy forz¨® su salida tras conocerse que hab¨ªa utilizado el jet privado de la compa?¨ªa para viajes personales. El avi¨®n fue vendido a Cristiano Ronaldo. Monz¨®n, que luego fue presidente de Prisa, fue sustituido por Fernando Abril-Martorell (que hab¨ªa sido consejero delegado de Prisa) en una operaci¨®n perge?ada por el Gobierno de Rajoy con el apoyo decisivo de Telef¨®nica, que tom¨® una participaci¨®n del 6,2% en la compa?¨ªa.

El encargado de organizar el relevo fue el entonces ministro de Defensa del PP, Pedro Moren¨¦s, como ¨¦l mismo reconoci¨® en p¨²blico. En aquella ¨¦poca, Moren¨¦s, que siempre ha tenido v¨ªnculos con empresas de defensa, quer¨ªa dar un impulso a la industria militar y plane¨® la fusi¨®n entre Indra y Navantia. Pero fracas¨® por la oposici¨®n de Monz¨®n y los recelos que despert¨® en La Moncloa.

El ministro del PP eligi¨® a Abril-Martorell, un ejecutivo con prestigio en los mercados financieros, que hab¨ªa tenido responsabilidades en Credit Suisse y JP Morgan, para potenciar la divisi¨®n de defensa y buscar sinergias con la divisi¨®n tecnol¨®gica. Este ejecutivo madrile?o hab¨ªa crecido a la sombra del expresidente de Telef¨®nica C¨¦sar Alierta. De hecho, fue consejero delegado de Telef¨®nica durante la presidencia del ejecutivo aragon¨¦s. Cuando lleg¨® a la compa?¨ªa, reformul¨® las cuentas de 2014 y 2015, aflorando unas p¨¦rdidas de 687 millones que hab¨ªa ocultado el equipo gestor anterior. Por aquel entonces, Indra atravesaba un momento delicado y Abril-Martorell enderez¨® el rumbo. Sane¨® la compa?¨ªa y ampli¨® el per¨ªmetro del grupo con la compra de varias empresas para fortalecer la divisi¨®n de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.

Recortes y oportunidad

Casi todo el mundo elogia la labor de Abril-Martorell. Durante su ¨¦poca, la empresa pas¨® de tener p¨¦rdidas de 641 millones y una deuda de casi 1.100 millones en 2015 a ganar 143 millones el a?o pasado y una deuda de 240 millones. Pero tambi¨¦n hay quien ve sombras en algunas de sus decisiones. ¡°Hizo operaciones cuestionables¡±, opina una fuente de la empresa. ¡°Por ejemplo, compr¨® Tecnocom, una empresa potente en servicios financieros, pero no sali¨® como se esperaba¡±. Tecnocom era una compa?¨ªa especializada en servicios de pagos financieros. Indra pag¨® por ella 305 millones. La CNMV tuvo que abrir una investigaci¨®n por una aparente fuga de informaci¨®n privilegiada porque las acciones de Tecnocom se dispararon el d¨ªa previo a cerrarse la adquisici¨®n. Indra pag¨® 64 millones a Abanca por su 20% del capital y otros 60 millones al veterano periodista Lalo Azcona por su 18,8%. Meses m¨¢s tarde, la compa?¨ªa present¨® un ERE para cerca de 600 trabajadores que proced¨ªan de Tecnocom.

Bajo el mandato de Abril-Martorell se presentaron varios despidos colectivos que inicialmente afectaban a hasta 19.000 personas, la mayor¨ªa de filiales en el exterior, aunque luego se redujeron sensiblemente con prejubilaciones y salidas pactadas. Esa pol¨ªtica de recortes caus¨® malestar social y tensiones con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez.

En el verano de 2019, otro avi¨®n, el FCAS (Future Combat Air System), un proyecto europeo liderado por Francia y Alemania para sustituir al Eurofighter, abri¨® una nueva oportunidad de negocio. Espa?a se sum¨® al programa, que cuenta con un presupuesto de cerca de 200.000 millones de euros hasta 2040. El Gobierno de S¨¢nchez seleccion¨® para su desarrollo a Indra por delante de Airbus Espa?a (la antigua CASA), que se hab¨ªa encargado de todos los proyectos aeron¨¢uticos en el pa¨ªs. El Ejecutivo socialista desconfiaba de la influencia francesa en Airbus y prefiri¨® a Indra porque pod¨ªa convertirla en un catalizador de la industria de la defensa y aglutinar a muchas empresas locales del sector que son potentes (como Santa B¨¢rbara, GMV¡­), pero que no tienen el m¨²sculo suficiente para competir en el exterior. Esta elecci¨®n provoc¨® un cisma en la relaci¨®n entre el gigante de la aeron¨¢utica europea y el Gobierno que acab¨® afectando a Indra. ¡°No quieres a un fabricante de ruedas o de ordenadores dise?ando tu coche. Quieres un fabricante de coches¡±, dijo el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, en una entrevista en El Confidencial. ¡°Ahora las relaciones entre Airbus y el Gobierno est¨¢n restablecidas, pero en aquel momento fueron tensas y hubo presiones sobre Indra¡±, explica una fuente conocedora.

En mayo de 2021, el Gobierno de S¨¢nchez, a trav¨¦s de la SEPI, destituye a Abril-Martorell como presidente ejecutivo de Indra. El directivo madrile?o se hab¨ªa interesado por ITP Aero, una empresa que fabrica turbinas para motores de avi¨®n en su factor¨ªa de Zamudio (Vizcaya) y que estaba en manos de Rolls Royce. M¨¢s de la mitad de los aviones que operan en todo el mundo llevan productos de ITP. Abril-Martorell intent¨® comprarla hasta en dos ocasiones, la ¨²ltima en 2019, cuando Indra estaba a punto de recibir el encargo del FCAS, pero al final el alto precio exigido por Rolls Royce termin¨® de frustrarlo. Una fuente recuerda que Airbus presion¨® para hacer descarrilar la compra tras el desplante del FCAS. El ex ministro de Aznar Josep Piqu¨¦ es el presidente de ITP Aero y fue tambi¨¦n consejero de Airbus.

Ese episodio supuso la ruptura definitiva entre Abril-Martorell y el Ejecutivo socialista. La relaci¨®n, adem¨¢s, estaba desgastada y el Gobierno prefer¨ªa un perfil de confianza para negociar con el PNV el control de ITP. ¡°Fue un error sacar a Abril-Martorell porque hizo un buen trabajo y hab¨ªa limpiado la compa?¨ªa¡±, opina un empresario. Un financiero discrepa: ¡°Esta nueva etapa requer¨ªa un perfil m¨¢s estrat¨¦gico y menos financiero. Abril era un gran gestor, pero era muy personalista¡±.

A partir de entonces se precipitan los acontecimientos. La SEPI, el brazo industrial del Gobierno y accionista principal de Indra, propone como presidente a Marc Murtra, un ingeniero industrial con experiencia en banca de inversi¨®n y compa?¨ªas tecnol¨®gicas. El ejecutivo catal¨¢n est¨¢ vinculado al PSC-PSOE ¡ªfue director de gabinete del ministro de Industria, Joan Clos, en el Gobierno de Zapatero¡ª. Durante tres d¨ªas, los consejeros independientes paralizan el nombramiento por las reticencias sobre su perfil. ¡°Le cuestionaron porque alegaban que le faltaba experiencia en ese tipo de empresas¡±, explica una fuente.

Los consejeros y los mercados interpretaron el nombramiento como un intento del Gobierno de Pedro S¨¢nchez de politizar la firma, que por otra parte siempre hab¨ªa estado bajo el influjo pol¨ªtico de los gobiernos de turno. ¡°Adem¨¢s, Murtra era un desconocido en el mercado, sin experiencia entre las cotizadas y tambi¨¦n era desconocido en el ambiente financiero de Madrid¡±, apunta un analista. Otras fuentes cargan contra los consejeros independientes: ¡°Consideraban que la empresa era suya y cre¨ªan que con Abril-Martorell sus intereses estaban protegidos. La industria de la defensa es un mundo muy conservador y vieron amenazada su hegemon¨ªa¡±.

Los seis consejeros independientes, liderados por Alberto Terol, abren una guerra contra Murtra. Le despojan del poder ejecutivo y crean una bicefalia con una consejera delegada al frente del ¨¢rea de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n (Minsait), Cristina Ruiz; y otro consejero delegado, Ignacio Mataix, a cargo de defensa y transportes. Ruiz dimiti¨® hace dos meses. Aleg¨® motivos personales, pero en la empresa eran evidentes las tensiones con Mataix y Murtra.

Al retirarle los poderes ejecutivos, a Murtra tambi¨¦n le rebajaron el sueldo. Cobra 550.000 euros, una quinta parte que el consejero delegado, que ingresa cerca de 2,5 millones. Durante meses el directivo catal¨¢n intent¨® recuperar los poderes ejecutivos para relanzar su proyecto de convertir al grupo en un l¨ªder nacional de la industria de defensa. Su estrategia pasaba por aprovechar la oportunidad que le brindaba el contrato del FCAS para volver a la carga por ITP Aero de la mano del fondo Bain, operaci¨®n que ahora bendice el Gobierno socialista y cuenta con el respaldo del PNV, que aspira a tener voz en la gesti¨®n de la firma vasca. ¡°Es una operaci¨®n con sentido industrial¡±, afirma una fuente. ¡°Para convertirse en un campe¨®n nacional, necesita m¨²sculo. Y eso lo da el tama?o¡±. Con el aumento del presupuesto europeo de defensa, Indra tiene que competir con empresas como la francesa Thales o la italiana Leonardo, ambas con control estatal. Adem¨¢s, apunta una fuente, que en los ¨²ltimos a?os Indra se ha enfocado a las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n (IT), que es un negocio c¨ªclico y con poco margen de beneficio, mientras que el sector de la defensa es un negocio m¨¢s a largo plazo, con altos m¨¢rgenes. ¡°En la situaci¨®n actual encaja mejor¡±, se?ala.

Murtra defiende que Indra es buena fabricando tecnolog¨ªa, sistemas para radares, chips para armamento, pero en la coyuntura actual cree que la empresa debe integrar los procesos para participar en la creaci¨®n de todas las soluciones militares. Espa?a es de los pocos pa¨ªses con capacidad integral en el ¨¢mbito de la industria militar con Airbus, fabricando aviones; Navantia, haciendo fragatas, y Santa B¨¢rbara, carros de combate. ¡°Tiene que ser tractor de estas empresas para posicionarse de cara a los programas europeos y de la OTAN¡±, explica una fuente. Pero su posici¨®n no fue bien acogida entre los consejeros.

Para organizar mejor el grupo, Murtra es partidario de una segregaci¨®n del ¨¢rea de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n, agrupadas bajo la filial Minsait, y, por otro lado, la de defensa y transportes. ¡°Esa opci¨®n siempre ha existido y nuestra postura no ha cambiado¡±, dijo en una entrevista en EL PA?S. Durante un a?o Murtra intent¨® desplegar sus planes, pero no logr¨® grandes avances. Y eso le hizo perder cr¨¦dito. ¡°La compa?¨ªa ha estado un a?o parada con todas las decisiones estrat¨¦gicas por el bloqueo en el consejo¡±, apunta una fuente. Y a?ade: ¡°El Gobierno anunci¨® que aumentaba su peso en el capital de Indra para tratar de desbloquear la situaci¨®n¡±. LA SEPI declar¨®, dos d¨ªas antes de estallar la guerra de Ucrania, que elevar¨ªa su presencia en Indra del 18,7% al 28% para nombrar a otro vocal con el fin de desencallar la situaci¨®n. Pero los consejeros independientes formaron un muro dif¨ªcil de superar. La SEPI solo contaba con dos consejeros: Miguel Sebasti¨¢n, exministro de Zapatero, y Antonio Cuevas, exdiputado socialista. Algunas fuentes han cuestionado a la SEPI por su falta de liderazgo.

SAPA, el grupo vasco de defensa que dirige Jokin Aperribay, el presidente de la Real Sociedad, compra un 5% para lograr un sill¨®n en el consejo. SAPA tambi¨¦n tiene inter¨¦s en ITP Aero, por lo que su inversi¨®n en Indra es estrat¨¦gica. Tras su entrada, a finales de 2021, Aperribay pidi¨® hasta en dos ocasiones un asiento en el consejo de Indra, pero los vocales independientes frenaron la petici¨®n, seg¨²n avanz¨® La Informaci¨®n. Esto termin¨® de precipitar el golpe en la junta de accionistas.

Alberto Terol, el vocal independiente al frente de la comisi¨®n de nombramientos y retribuciones, se opuso al sill¨®n para SAPA. Terol ha tenido un papel protagonista en la historia. Construy¨® la oposici¨®n a Murtra y a la SEPI, que condujo a la junta del d¨ªa 23. Terol, que proced¨ªa de la ¨¦poca de Monz¨®n, tambi¨¦n fue el responsable de bloquear durante tres d¨ªas el nombramiento de Murtra cuando fue elegido presidente de Indra. Terol le ech¨® en cara que no ten¨ªa experiencia dirigiendo una empresa de la dimensi¨®n de Indra y se neg¨® a retomar la operaci¨®n de ITP, que s¨ª hab¨ªa respaldado cuando Abril-Martorell era presidente. Una de las consejeras cesadas, Carmen Aquerrejeta, es su cu?ada. La incorporaci¨®n de esta al consejo choca con el c¨®digo de buen gobierno.

En medio del revuelo y a unos d¨ªas de la junta, irrumpe en el capital el fondo Amber Capital, gestionado por Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, que se hace con un 4,1% de los t¨ªtulos. En la asamblea de accionistas, el abogado del fondo pidi¨® introducir varios puntos fuera del orden del d¨ªa para destituir a cuatro consejeros independientes: Alberto Terol, Carmen Aquerreta, Ana de Pro y Enrique de Leyva; y no renovar a otra, Isabel Torremocha. La moci¨®n sali¨® adelante con el apoyo de la SEPI (25,2% del capital), SAPA (5%) y Amber (4,1%).

El PP acus¨® al Gobierno de estar detr¨¢s de la operaci¨®n. Los populares la calificaron como un ¡°asalto institucional¡± a pesar de que ellos, en el Gobierno, hab¨ªan cambiado a un presidente y elegido al sucesor.

Los mercados castigaron la revoluci¨®n en el consejo que se aprob¨® en la junta. La compa?¨ªa se desplom¨® casi un 15% en Bolsa el d¨ªa despu¨¦s de la asamblea. ¡°Si los fondos ven un caso de gobernanza corporativa que no les gusta, se van¡±, explica un financiero.

A los pocos d¨ªas de la junta dimiti¨® Silvia Iranzo, otra consejera independiente que hab¨ªa sido secretaria de Estado en el Gobierno de Zapatero. Los cuatro consejeros independientes cesados en junta e Iranzo publicaron las cartas que enviaron al consejo explicando su cese. En ellas defend¨ªan su independencia y apuntaban a una acci¨®n concertada entre la SEPI, SAPA y Amber para forzar su salida y conformar una nueva mayor¨ªa en el consejo que no se oponga a sus planes.

Lo ocurrido en la junta y el contenido de las cartas despert¨® recelos en la CNMV, que ha requerido documentaci¨®n para comprobar si hubo un pacto de concertaci¨®n entre accionistas, algo que est¨¢ prohibido. En caso de concluir que los tres accionistas (SEPI, SAPA y Amber) se pusieron de acuerdo, la CNMV obligar¨ªa a la SEPI, por ser el accionista mayoritario, a lanzar una opa, valorada en unos 1.200 millones. Nunca en su historia ha llegado el supervisor a ese punto. ¡°Es muy dif¨ªcil que la CNMV determine que hubo concertaci¨®n, necesita pruebas muy evidentes¡±, opina una fuente. ¡°Pero lo que s¨ª har¨¢ es vigilar que los nuevos consejeros sean de verdad independientes¡±.

Cazatalentos

Con el fin de recuperar la normalidad y reforzar el c¨®digo de buen gobierno, la empresa anunci¨® esta semana que ha contratado a la firma internacional de cazatalentos Korn Ferry para elegir a los seis vocales independientes pendientes. Adem¨¢s, convocar¨¢ una junta extraordinaria para aprobar los nombramientos, que conformar¨¢n un consejo de 14 miembros con siete independientes. El presidente no ejecutivo renunciar¨¢ a su voto de calidad en el consejo. La compa?¨ªa se?ala que ¡°se consolidar¨¢ la divisi¨®n entre el papel del presidente no ejecutivo y el principal ejecutivo (el consejero delegado, Ignacio Mataix)¡±.

Tras este paso se abren los interrogantes sobre c¨®mo quedar¨¢ la estructura. Si Murtra recuperar¨¢ en el futuro el poder ejecutivo o cu¨¢l ser¨¢ el papel de Mataix. ¡°Pase lo que pase, Indra est¨¢ bien posicionada para convertirse en un campe¨®n nacional de la defensa¡±, opina una de las fuentes. El contrato para el nuevo caza, el FCAS, es una oportunidad para crecer.