La nueva econom¨ªa de Barcelona se afianza al margen de las viejas ¨¦lites
El C¨ªrculo de Econom¨ªa escoge su nueva presidencia y S¨¢nchez Llibre repetir¨¢ en Foment
En las primer¨ªas de los a?os cincuenta el historiador Jaume Vicens Vives se hizo cargo de la mentor¨ªa de los inquietos j¨®venes burgueses (entre quienes hab¨ªa Carlos Ferrer Salat, Joan M¨¢s Cant¨ª, Carlos G¨¹ell) que acabaron fundando el C¨ªrculo de Econom¨ªa. En la segunda mitad de los ochenta, en un ejercicio parecido, el entonces presidente de Fomento del Trabajo, Alfredo Molinas, seleccion¨® a un peque?o grupo de biso?os de la camarilla empresarial (destacaron Juan Rosell, Joaquim Gay de Montell¨¤, Joaqu¨ªn Trigo) en lo que marcar¨ªa la direcci¨®n de la patronal catalana hasta hace cuatro a?os. Desde entonces apenas ha habido en Barcelona inter¨¦s por la b¨²squeda de savia nueva en ambas entidades.
Tan poca m¨¢s que hoy lunes un experimentado pol¨ªtico de m¨¢s de setenta a?os, Josep S¨¢nchez Llibre, se asegurar¨¢ por falta de oposici¨®n cuatro a?os m¨¢s en la presidencia de Foment y ma?ana martes dos personas de m¨¢s de 60, Rosa Ca?adas y Jaume Guardiola, se disputar¨¢n en una jornada hist¨®rica ¡ªnunca antes hubo elecciones¡ª la del C¨ªrculo de Econom¨ªa, las dos entidades con m¨¢s impronta de la Barcelona econ¨®mica y empresarial.
El rejuvenecimiento de esas entidades se produce al ralent¨ª, pese a la evoluci¨®n de la econom¨ªa barcelonesa, transformada desde la industria de anta?o a otra m¨¢s anclada a las rentas inmobiliarias, el turismo y las startups nacidas en los viveros de las nuevas tecnolog¨ªas. La prueba m¨¢s palpable no es que los j¨®venes sean pocos y en una segunda l¨ªnea, sino que en el C¨ªrculo haya menos de medio centenar de socios (de cerca de 1.300) con menos de 40 a?os.
El ¡°somos 400 personas que nos encontramos en todas partes¡± que afirmaba hace 20 a?os F¨¨lix Millet en El oasi catal¨¤ ha quedado desfasado, como reconoce uno de sus autores, Andreu Farr¨¤s. ¡°Los apellidos se han multiplicado. Siguen en lo alto de la pir¨¢mide de la riqueza muchas viejas familias, pero al contrario ya no quieren influir en la sociedad. Lo dejan para los nuevos ricos, los ambiciosos, los j¨®venes emprendedores¡± dice Farr¨¤s. Opina que esas nuevas hornadas, ante la dificultad de acceder a los clubes de siempre, han apostado por otros que han florecido en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Femcat o, sobre todo, Barcelona Global, niegan que persigan el mismo objetivo o que est¨¦n compitiendo, pero lo cierto es que les han dado una dentellada a su protagonismo en los despachos de la Administraci¨®n y los medios de comunicaci¨®n.
¡°Estar en las entidades no es lo que m¨¢s les motiva, les interesa m¨¢s conseguir ser unicornios [j¨®venes empresas valoradas en m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares], pero en el futuro necesitar¨¢n instrumentos de este tipo¡±, dice de esos j¨®venes Joaquim Coello, quien fue el primer presidente de Barcelona Global. Lo cierto es que las fronteras cada vez son m¨¢s finas, como demuestra el esfuerzo que ha hecho el Foment de S¨¢nchez Llibre para modernizar su estructura y crear un think tank que, con el exdirector general del C¨ªrculo de Econom¨ªa Jordi Alberich al frente, se parece mucho a los planteamientos a largo plazo del Cercle y poco a los trazos habituales de una patronal.
Tom¨¤s Casas, economista, profesor de la Universidad de St. Gallen y coautor de uno de los principales estudios cuantitativos sobre las ¨¦lites (Elite Quality Report), asume que la existencia de excesivas entidades puede tener repercusiones y no solo positivas. ¡°En Catalu?a quiz¨¢s hay una excesiva fragmentaci¨®n en el sistema de elites, y ciertamente poca cohesi¨®n. Por otra parte y te¨®ricamente, el hecho de que haya diferentes focos de coordinaci¨®n puede ser positivo, siempre que la competencia entre elites sea vigorosa e institucionalizada.¡±
Los clubes se distinguen justamente de los antiguos por ser m¨¢s ejecutivos. No les interesa tanto la reflexi¨®n a largo plazo, sino los resultados tangibles a corto y medio plazo. Hace unos meses el C¨ªrculo pon¨ªa el acento en torno a la paz social y el riesgo que afrontan las democracias liberales mientras que Barcelona Global trabajaba para que la Copa del Am¨¦rica recalara en Barcelona en 2024. Es solo un ejemplo.
Ambas entidades comparten algunos apellidos, tanto de solera como desconocidos hasta hace poco tiempo. Maite Barrera, que accedi¨® recientemente a la presidencia de Barcelona Global y estar¨¢ en la junta del C¨ªrculo si se impone Guardiola, es uno de ellos. Pero el cambio sustancial es que en Barcelona Global aparecen nombres como Oscar Pierre, fundador de la plataforma de reparto Glovo; Enric Asunci¨®n, arquitecto del fabricante de cargadores el¨¦ctricos para coches Wallbox; o el jugador del Barcelona Gerard Piqu¨¦. Todos ellos son representantes de una nueva econom¨ªa que comparten foro con otros empresarios centrados justamente en buscar financiaci¨®n para ayudar en el camino a futuros unicornios. ¡°Tenemos que tener la Barcelona que queremos ahora y no la de hace 100 a?os. Y, en ese sentido, Barcelona Global es m¨¢s enfocada y concreta que el C¨ªrculo¡±, se?ala uno de los miembros de la nueva junta de Barcelona Global.
El surgimiento de nuevas entidades no es ajeno al cambio de los tiempos de una econom¨ªa que cada vez mira menos de reojo a Oriente y en el que, a nivel interno, los grandes grupos de servicios controlan el Ibex, pero tambi¨¦n han perdido comba frente a la nueva econom¨ªa. Y quiz¨¢s la p¨¦rdida de vigor del empresariado catal¨¢n: en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha aparecido un nuevo campe¨®n nacional, el grupo de hemoderivados Grifols.
Sin duda, el mapa ha cambiado. Las elecciones en la C¨¢mara de Comercio de Barcelona, en las que se impuso una candidatura independentista ajena hasta ese momento a las instituciones del poder barcelon¨¦s, fueron y, cuando falta un a?o para la pr¨®xima convocatoria, todav¨ªa no se perciben movimientos para recuperarla.
En Fomento es un ex pol¨ªtico quien asumi¨® un cargo que siempre hab¨ªa ocupado un empresario. Alberich, unas de las personas que mejor conoce las relaciones en la ¨¦lite catalana, explica ese nuevo estado, en parte, por lo siguiente: ¡°Las nuevas ¨¦lites piensan mucho globalmente y con sus iguales en todas partes del mundo, pero han perdido inter¨¦s por lo que sucede en su propio pa¨ªs. Y su fin ¨²ltimo es la acumulaci¨®n de riqueza, no tanto un medio para conseguir otras cosas tal y como fue en el pasado, lo que les permit¨ªa pensar m¨¢s en el inter¨¦s general¡±.
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