As¨ª es trabajar en la construcci¨®n a pleno sol: ¡°El infierno es estar en el andamio a 40 grados con el casco¡±
Alba?iles de C¨®rdoba, Albacete o C¨¢ceres denuncian que su oficio en verano es inhumano. ¡°Las subcontratas no respetan ni la jornada intensiva, ni el convenio, ni nada. Tengo compa?eros que cobran 5,6 euros la hora¡±, denuncia un empleado de Madrid
A las dos de la tarde, todo arde cerca de Juan Carlos Soriano, de 54 a?os. ¡°Hay herramientas que no puedes ni coger, se ponen a 50 grados y te abrasan las manos¡±, explica este empleado de la construcci¨®n de Madrid. El andamio, el asfalto, las paredes... Todo expide calor, pero nada como el pavimento con el que trabaja Eduardo Holgu¨ªn (55 a?os), dedicado al mantenimiento de carreteras en la capital. ¡°Estamos todo el d¨ªa al sol, sin un lugar en el que cubrirnos. A la temperatura ambiente a?¨¢dele los 160 grados a los que est¨¢ el asfalto¡±. ¡°De verdad, estar en el andamio con el casco es horroroso. Est¨¢s ah¨ª, a 40 grados, con un trozo de pl¨¢stico constantemente en la cabeza. Es insoportable, el infierno¡±, relata un alba?il de Albacete que prefiere mantener el anonimato. Son tres de los 1,3 millones de trabajadores de la construcci¨®n de Espa?a, un oficio que exige un sacrificio no apto para cualquiera. ¡°Es inhumano. He visto a personas abandonar al tercer d¨ªa reconociendo que no aguantaban¡±, cuenta el trabajador albacete?o.
El estr¨¦s al que someten su cuerpo los trabajadores de la construcci¨®n a veces llega al l¨ªmite. ¡°He sufrido mareos por el calor y me he asustado. Una vez me tuve que meter en el coche y poner el aire acondicionado a tope porque notaba que me daba algo¡±, relata Francis Garc¨ªa, de 39 a?os, que trabaja en C¨¢ceres. ¡°Se ve en la cara de los compa?eros, que van decayendo con el paso de las horas. El otro d¨ªa estaba con el rastrillo a pleno sol y not¨¦ un dolor de cabeza tremendo. Tuve que parar¡±. Soriano cree que la mayor¨ªa de sus compa?eros no saben identificar los s¨ªntomas previos a un golpe de calor: ¡°Es algo que deber¨ªan explicar constantemente las empresas, pero no se hace¡±. Jes¨²s, un alba?il malague?o que prefiere no revelar su apellido, bebe seis litros de agua durante su jornada. ¡°Me los bebo porque los sudo¡±. Critica que en muchas obras no suministran agua fr¨ªa, ni hay lugares en los que mantenerla fresca y tampoco espacios en los que descansar a la sombra. ¡°Cuando hay fuentes a veces est¨¢n lej¨ªsimos de donde est¨¢s trabajando y algunos responsables te llaman la atenci¨®n si bajas cada cierto tiempo a beber agua. Tampoco hay suficiente rotaci¨®n de puestos, es decir, que se vayan turnando las tareas de mayor exposici¨®n al calor¡±, a?ade Soriano.
El calor bajo el que desempe?an su trabajo empeora por una condici¨®n irrenunciable, las medidas de seguridad. ¡°No es solo el casco. Son las botas, los pantalones largos... Es todo necesario y te acabas acostumbrado, pero te complica mucho el verano¡±, comenta Javier Delgado, de 40 a?os y de C¨®rdoba. Estas medidas no evitan la peligrosidad del oficio: es el sector m¨¢s arriesgado de entre los macrogrupos analizados por el Ministerio de Trabajo. En 2020 hubo 5.800 accidentes por cada 100.000 trabajadores, m¨¢s que en el sector agrario (4.166), en la industria (4.004) o en servicios (1.828). ¡°Cuando m¨¢s accidentes se producen es despu¨¦s de comer. El cuerpo se aplatana, entre que haces la digesti¨®n y te asas de calor¡±, a?ade Delgado. Vicente Moreno, albacete?o de 55 a?os, insiste en la misma idea: ¡°Con 40 grados despu¨¦s de almorzar te da un jamacuco¡±. Todos los trabajadores consultados creen que deber¨ªa haber m¨¢s inspecciones. En 2020 hubo 120 accidentes mortales en el sector de la construcci¨®n en Espa?a.
El miedo al efecto del calor es uno de los argumentos que esgrimen estos trabajadores para defender la jornada intensiva, es decir, terminar como tarde entre las dos y las tres de la tarde y empezar a primera hora de la ma?ana. En varias provincias espa?olas este derecho est¨¢ protegido en el convenio colectivo de la construcci¨®n. Pero hay algunas, como M¨¢laga, que no lo recogen. ¡°Mi horario es de 8.00 a 18.00 con una hora para comer. Entre las 13.00 y las 17.00 te quieres morir, en un llano sin ning¨²n sitio en el que resguardarte y una humedad que te asfixia. ?Los empresarios se creen que a esto lo llaman la Costa del Sol porque est¨¢ nublado? Las pasamos canutas¡±, critica Jes¨²s, el alba?il malague?o. ¡°Estamos luchando para que la jornada intensiva deje de ser una recomendaci¨®n y sea una obligaci¨®n, pero no s¨¦ si lo vamos a conseguir¡±, a?ade el cordob¨¦s Jaime Mora?o, de 37 a?os. Se dedica a instalar paneles fotovoltaicos, un sector al alza: ¡°En mi empresa paramos en las horas de calor, pero conozco a compa?eros que trabajan cuando el sol aprieta. El empresario te dice que c¨®mo va a parar, con todo el trabajo que hay. Al final va a haber alguna desgracia¡±. El madrile?o Holgu¨ªn denuncia que las Administraciones p¨²blicas tambi¨¦n ponen trabas a la jornada intensiva: ¡°Intentan aprovechar el verano, cuando se vac¨ªan muchas ciudades, para ejecutar muchas obras. Les entran las prisas y nosotros lo sufrimos¡±.
El derecho a no trabajar en las horas centrales del d¨ªa tampoco existe en el sector de la construcci¨®n en Albacete. ¡°Hay empresarios que prefieren tener al trabajador asado por ganar un poco m¨¢s, por mucho que sufra¡±, indica Javier P¨¦rez (47 a?os), dedicado al asfaltado en la provincia castellanomanchega. Aunque en Madrid s¨ª han conquistado la jornada intensiva, Holgu¨ªn incide en la misma queja: ¡°Si trabajas en una empresa grande con un comit¨¦ fuerte est¨¢s protegido, pero muchos empleados son de subcontratas que no respetan nada. Ni la jornada intensiva, ni el convenio, ni nada. Tengo compa?eros de subcontratas que cobran 5,6 euros la hora¡±. Con esa remuneraci¨®n se llega a duras penas al salario m¨ªnimo.
¡°Las subcontratas son la ruina de este sector¡±, abunda Holgu¨ªn. Soriano denuncia que habitualmente las obras de grandes constructoras apenas cuentan con personal propio: ¡°Casi todos son de subcontratas en condiciones muy precarias. Cobran unos 40 euros al d¨ªa, sin derecho a nada. Si te pones enfermo no cobras, si coges vacaciones tampoco. Hay sitios en los que te hacen firmar la liquidaci¨®n antes de empezar¡±. El cacere?o Jos¨¦ Antonio Merino, de 48 a?os, recuerda la ¨¦poca del boom inmobiliario, ¡°cuando algunos compa?eros llegaron a cobrar 4.000 euros al mes¡±. ¡°Eso fue un espejismo. Ahora es muy normal cobrar por horas, con condiciones bastante malas. Creo que las peores condiciones se dan en empresas peque?as, donde el trabajador tiene miedo de quejarse. En las grandes empresas se suelen respetar los convenios, que deber¨ªan ser mejores¡±, apostilla Merino. Por ejemplo, en el de su provincia las tablas salariales especifican un salario anual de entre 17.398 euros brutos para un pe¨®n (1.038 netos mensuales) y 21.080 para un titulado superior (1.209 netos al mes). Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, las ganancias medias anuales en el sector de la construcci¨®n eran en 2020 de 23.104 euros anuales (¨²ltimo dato disponible), 2.000 euros menos que la media nacional.
La exigencia f¨ªsica de algunas de las tareas de la construcci¨®n y la escasa remuneraci¨®n espanta a muchos aspirantes, seg¨²n Holgu¨ªn. ¡°?Para qu¨¦ va a matarse un chaval joven poniendo ladrillos a 40 grados si puedes estar fresquito reponiendo un supermercado y ganar lo mismo o m¨¢s?¡±, se pregunta. El 45% de las empresas del sector denuncian escasez de mano de obra, frente al 28% de la media nacional, seg¨²n un informe del Banco de Espa?a. ¡°No es que falten trabajadores, es que se van a sectores que compensan m¨¢s. Que paguen mejor y que cuiden m¨¢s al empleado y ver¨¢s como sobra mano de obra¡±, finaliza Garc¨ªa.
Este es el s¨¦ptimo cap¨ªtulo de la serie ¡®Verano precario¡¯, que ofrece testimonios de trabajadores en los sectores tensionados o especialmente duros durante julio y agosto. Si quieres compartir tu testimonio puedes hacerlo en el correo esanchezh@grupoprisa.com.
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