Claves de la guerra entre los altos funcionarios por las ¡®oposiciones light¡¯

La bomba ha explotado. La reforma de la promoci¨®n interna en la Administraci¨®n General del Estado, que prev¨¦ menos pruebas y da m¨¢s peso a la experiencia, ha puesto en pie de guerra a los altos funcionarios y ha recrudecido la guerra entre los cuerpos superiores A1 (la categor¨ªa m¨¢s elevada) y los funcionarios del subgrupo inmediatamente inferior, A2. Los primeros est¨¢n indignados: denuncian que estas oposiciones light causar¨¢n una merma en ¡°las capacidades, conocimientos y m¨¦ritos¡± de los trabajadores. Los segundos, en cambio, consideran que el anterior sistema era discriminatorio y apoyan la reforma.

En esta lucha interna, la asociaci¨®n de Inspectores de Hacienda del Estado se ha hecho portavoz del malestar de los cuerpos de ¨¦lite. El mi¨¦rcoles se manifest¨® por primera vez en su historia en contra del nuevo sistema: unos 200 funcionarios se reunieron delante del ministerio y entregaron casi 1.500 firmas para pedir que se suspenda la reforma, plasmada en un acuerdo entre Funci¨®n P¨²blica y los sindicatos CSIF, CC OO y UGT el pasado 3 de noviembre, y que se basar¨¢ en procedimientos simplificados. Pero, ?en qu¨¦ consiste? ?Por qu¨¦ genera tanto revuelo? A continuaci¨®n, unas claves para entender el conflicto.

?A qui¨¦n afecta la reforma?

Los cuerpos de ¨¦lite est¨¢n bajo los focos por sus duras cr¨ªticas a la reforma. Pero el acuerdo firmado el pasado 3 de noviembre no solo se dirige a este grupo, sino que afecta a todos los empleados p¨²blicos de la Administraci¨®n General del Estado (AGE), sin importar la categor¨ªa, que quieran progresar internamente.

?En qu¨¦ consiste?

El nuevo sistema simplifica los procesos para que los funcionarios puedan ascender de forma m¨¢s ¨¢gil de categor¨ªa: habr¨¢ menos pruebas en la fase de oposici¨®n, un temario reducido para que no se vuelva a evaluar lo mismo, se puntuar¨¢ m¨¢s la experiencia y se introduce la novedad de los cursos selectivos para las categor¨ªas m¨¢s altas, que ser¨¢n eliminatorios. ¡°Se persigue dar m¨¢s herramientas a la persona que quiera promocionar. No se quiere bajar el nivel¡±, asegura Bego?a Gil, portavoz del sindicato Csif de la Administraci¨®n General del Estado.

La primera fase, la de oposici¨®n, pasa a realizarse mediante una prueba tipo test ¡ªlas pruebas de desarrollo se limitan, en su caso, para el acceso a grupos que exijan titulaci¨®n universitaria y cuando se considere ¡°imprescindible para las funciones¡± propias del cuerpo¡ª; se elimina la prueba oral, se prev¨¦ revisar y reducir los temarios para que no se vuelva a examinar sobre contenidos ya tratados en pruebas anteriores de acceso.

En la segunda fase, la de concurso, se da m¨¢s peso a la experiencia: el acuerdo prev¨¦ que los servicios prestados para la Administraci¨®n supongan un 60% de la puntuaci¨®n en esta fase. El tiempo trabajado y los cursos de formaci¨®n de al menos 15 horas representar¨¢n un 20% cada uno. Se introduce la novedad de los cursos selectivos, que se realizar¨¢n cuando ¡°resulte necesario¡± y para acceder a la categor¨ªa m¨¢s alta: ser¨¢n eliminatorios y los impartir¨¢ la Administraci¨®n. ¡°Se reduce la parte memor¨ªstica para que sea una prueba m¨¢s pr¨¢ctica; la diferencia es que la Administraci¨®n te forma, y no una academia externa¡±, resume Elisa Fern¨¢ndez, secretaria general de CC OO de la AGE. Las pruebas de idiomas, en cambio, se eliminan y se sustituyen con la presentaci¨®n de certificados oficiales.

El acuerdo, en realidad, es una reforma marco que modifica la estructura del proceso, y deja algo de margen a la hora de publicar las convocatorias. ¡°El marco es muy general, cada ministerio y organismo es soberano para poner sus propios criterios. En ning¨²n momento se ha hablado de un porcentaje m¨ªnimo de reducci¨®n del temario, y las pruebas tipo test tambi¨¦n pueden ser preguntas cortas a desarrollar¡±, ejemplifica Gil. ¡°Las categor¨ªas m¨¢s altas piensan que se va a rebajar el nivel, pero no es as¨ª. Se quiere que llegue m¨¢s gente al curso selectivo, ofrecer m¨¢s herramientas a quien quiera avanzar¡±.

?Por qu¨¦ se ha cambiado?

Administraci¨®n y sindicatos justifican la reforma por el elevado n¨²mero de vacantes en los actuales procesos de promoci¨®n interna, que dejan sin cubrir hasta el 70% de las plazas en algunos cuerpos. Entre ellos est¨¢n los t¨¦cnicos superiores de la Seguridad Social, ingenieros aeron¨¢uticos y agr¨®nomos, interventores y auditores del Estado, inspectores de Seguros, ingenieros de Caminos, t¨¦cnicos superiores de Vigilancia Aduanera, de Tr¨¢fico, t¨¦cnicos de Instituciones Penitenciarias, e inspectores de Hacienda, Trabajo o de la Seguridad Social.

Antonio Gonz¨¢lez, portavoz de UGT Servicios P¨²blicos en la Administraci¨®n General del Estado, a?ade que la lentitud del proceso actual tambi¨¦n genera distorsiones entre quien oposita desde dentro, que puede verse perjudicado con respecto a quien llega de fuera. ¡°Las pruebas tipo test son m¨¢s r¨¢pidas; la lectura presencial tambi¨¦n dilataba mucho los tiempos porque se hac¨ªa en Madrid¡±, explica.

?Por qu¨¦ los cuerpos de ¨¦lites se rebelan?

Las 43 asociaciones profesionales y sindicatos que forman parte de Fedeca (Federaci¨®n de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administraci¨®n General del Estado) y que representan a m¨¢s de 15.000 funcionarios A1 se han declarado en contra de la reforma, que no han podido negociar porque no son representativas en la AGE. Es decir, no son lo suficientemente numerosas como para negociar. Entre ellas, la asociaci¨®n de los inspectores de Hacienda es la m¨¢s aguerrida. Re¨²ne al 75% de los cerca de 2.000 funcionarios de este cuerpo y mantiene desde hace a?os una pugna con los t¨¦cnicos del ministerio del subgrupo A2.

Los inspectores denuncian que no se les ha informado ni consultado sobre la reforma, ni a ellos ni a los dem¨¢s A1, pese a ser los funcionarios con m¨¢s responsabilidad. Consideran que el nuevo sistema es lesivo, porque reduce las exigencias, lo que redundar¨¢ en una menor preparaci¨®n, y adem¨¢s introduce criterios subjetivos que pueden provocar politizaci¨®n y p¨¦rdida de independencia. ¡°No estamos en contra de la promoci¨®n interna, pero que no sea a base de rebajar los conocimientos, sino a base de formar a los funcionarios para que adquieran el nivel necesario y, a la postre, determinen servicios p¨²blicos como espera el ciudadano, con excelencia¡±, coment¨® el presidente de la asociaci¨®n de inspectores, Julio Rans¨¦s P¨¦rez Boga, durante la concentraci¨®n del mi¨¦rcoles. Fuentes de Hacienda, por su parte, afirman que siempre hay comunicaci¨®n con este colectivo y con el resto de empleados p¨²blicos.

?Qu¨¦ dicen los t¨¦cnicos?

Los t¨¦cnicos de Hacienda, reunidos en torno al sindicato Gestha, representan en este caso la otra cara de la moneda. Forman parte del subgrupo A2, son unos 7.000 empleados y apoyan la reforma. Argumentan que el sistema actual de promoci¨®n interna no logra cubrir las plazas y recuerdan que en los pr¨®ximos a?os habr¨¢ una ola de jubilaciones. A?aden que es discriminatorio, porque se les eval¨²a de la misma manera que la gente que viene desde fuera, con las mismas pruebas memor¨ªsticas pese a la experiencia y a haber ya opositado para acceder.

Tambi¨¦n critican que los inspectores de Hacienda acumulan privilegios y son los funcionarios de ¨¦lite con los sueldos m¨¢s elevados. Calculan que el 76,4% cobra m¨¢s que el presidente del Gobierno (86.542,08 euros), con salarios que llegan hasta los 140.000-160.000 euros, y creen que esta es una de las razones por las que se les han quitado tareas. Por ello reclaman m¨¢s responsabilidades, por ejemplo recuperando la posibilidad de firmar la autor¨ªa de los procedimientos.

?Cu¨¢ndo entrar¨¢ en vigor?

La reforma de la promoci¨®n no es una normativa, sino se cristalizar¨¢ en una instrucci¨®n de Funci¨®n P¨²blica dirigida a los ministerios y organismos. Su aplicaci¨®n, adem¨¢s, ser¨¢ progresiva y, de momento, no ha salido ninguna convocatoria. Solo hay un proyecto piloto para la Escala T¨¦cnica de Gesti¨®n de Organismos Aut¨®nomos para la promoci¨®n al subgrupo A1, cuya fecha a¨²n no est¨¢ decidida. ¡°Es a partir de enero cuando se empezar¨¢ a desarrollar m¨¢s el nuevo sistema¡±, subraya Fern¨¢ndez, de CC OO.