Julio Rans¨¦s P¨¦rez Boga: ¡°En Espa?a tenemos un problema con el fraude fiscal¡±

¡°En Espa?a tenemos un problema con el fraude fiscal¡±, zanja Julio Rans¨¦s P¨¦rez Boga (A Coru?a, 53 a?os), elegido el pasado noviembre presidente de la Asociaci¨®n de Inspectores de Hacienda del Estado. Despu¨¦s de una jornada llena de compromisos en Madrid, donde ha viajado en contadas ocasiones desde el estallido de la pandemia, se re¨²ne con EL PA?S y ofrece una visi¨®n de 360 grados sobre su profesi¨®n y el sistema tributario de Espa?a. Considera que es urgente poner en marcha la nueva ley antifraude, pide una reforma del C¨®digo Penal para subsanar ¡°las vulnerabilidades que puso de manifiesto el caso del rey em¨¦rito¡± y afirma que la conciencia fiscal de los espa?oles es a¨²n limitada: ¡°Lo dicen las encuestas y los titulares de los peri¨®dicos: hay personas que se van de Espa?a exclusivamente para no pagar impuestos¡±.

¨D?Qu¨¦ opina de la reciente pol¨¦mica sobre los youtubers que se van a Andorra?

¨DAlguien que ha nacido y se ha educado en Espa?a, se ha hecho rico aqu¨ª y decide irse para pagar menos impuestos no quiere mucho a su pa¨ªs.

Cuenta que la vocaci¨®n por el servicio p¨²blico marc¨® su camino. Jefe de inspecci¨®n de la Delegaci¨®n Especial de Galicia y con 30 a?os de carrera a sus espaldas, ya hab¨ªa presidido la asociaci¨®n de inspectores entre 2012 y 2015. Ese a?o entr¨® en pol¨ªtica con el PSOE como concejal en el Ayuntamiento de Madrid, cargo que dej¨® en 2018. ¡°Tuve momentos muy buenos y muy malos, pero volver¨ªa a la pol¨ªtica porque me encant¨® la experiencia¡±.

Afirma que la presi¨®n fiscal en Espa?a es inferior a la media de la eurozona ¨Dunos siete puntos¨D por dos factores: la menor renta per c¨¢pita y el elevado fraude fiscal. ¡°El fraude est¨¢ entre el 11% y el 17% del PIB. Es una barbaridad de dinero que se est¨¢ perdiendo¡±. Asegura que puede reducirse, aunque no da una cifra objetivo. ¡°En Alemania o Francia no llega a los dos d¨ªgitos y son los pa¨ªses con los que nos debemos comparar¡±, sentencia. Cree que estos niveles tan altos se deben a una raz¨®n cultural ¨D¡°hasta hace poco la persona que en la barra del bar dec¨ªa que no pagaba impuestos no era criticada¡±, ejemplifica¨D y al gran peso del sector servicios, m¨¢s dif¨ªcil de controlar.

Sin embargo, reconoce que uno de los grandes agujeros en la recaudaci¨®n hoy en d¨ªa se debe a la elusi¨®n en el comercio internacional, sobre todo en los servicios digitales. ¡°Debido a las limitaciones del concepto de establecimiento permanente, que es el que determina la fijaci¨®n de la residencia fiscal, los servicios electr¨®nicos tributan en el pa¨ªs que decida la multinacional, que suelen elegir Irlanda, Holanda o Luxemburgo, donde apenas tributan. No es fraude, pero es un gran nicho de elusi¨®n que tenemos que computar porque son recursos que se van de Espa?a¡±, explica. ¡°Son pocos casos, pero la p¨¦rdida de recaudaci¨®n cuantitativamente es muy importante¡±.

Considera que a estas din¨¢micas, que involucran a pa¨ªses de baja tributaci¨®n que a la vez son socios europeos, solo se les puede poner coto con un cambio en el paradigma actual, redefiniendo el concepto de establecimiento permanente, impulsando la directiva europea para homogeneizar las bases imponibles del impuesto sobre sociedades y acelerando la soluci¨®n internacional que los Gobiernos llevan a?os negociando. ¡°Las multinacionales est¨¢n haciendo un da?o importante estableci¨¦ndose en territorios europeos como Irlanda, Luxemburgo u Holanda¡±, lamenta.

Luego est¨¢ el goteo constante de la econom¨ªa sumergida, los fraudes en el IVA o en el empleo aut¨®nomo. ¡°Se deber¨ªa eliminar el r¨¦gimen de m¨®dulos para aquellos que facturan a otros empresarios y dejarlo solo para los contribuyentes con poco volumen de operaciones que facturan a consumidores finales, como un bar¡±, reflexiona.

¨D?Echa algo en falta del proyecto de ley contra el fraude que acaba de aprobar el Congreso?

¨DEstoy convencido de que va a reducir el fraude. Las medidas son buenas, aunque alguna ha faltado. Por ejemplo, potenciar la conciencia fiscal. La famosa expresi¨®n ¡®con IVA o sin IVA¡¯ sigue siendo actual, y es un problema. Tambi¨¦n echamos de menos una reforma del C¨®digo Penal. El caso del rey em¨¦rito puso de manifiesto determinadas vulnerabilidades de la norma. Tampoco se han regulado la posibilidad de hacer actuaciones de inc¨®gnito, pagar a confidentes o crear la polic¨ªa fiscal, que tanto ayudar¨ªan a atajar los fraudes fiscales m¨¢s grandes.

A Hacienda se le ha cuestionado no haber iniciado una investigaci¨®n al rey em¨¦rito. P¨¦rez Boga defiende que los inspectores ten¨ªan las manos atadas. ¡°Si hay indicios de delito fiscal debemos abstenernos y ponerlo en conocimiento de la Fiscal¨ªa¡±, explica. ¡°En el caso del rey em¨¦rito la Agencia Tributaria ni ten¨ªa datos, porque toda la informaci¨®n viene del extranjero, llegan en sede judicial y la Fiscal¨ªa nos pide ayuda. El procedimiento habitual es que nos inhibamos ante la actuaci¨®n judicial. A lo mejor deber¨ªamos modificar el C¨®digo Penal para tener competencias investigadoras complementarias¡±.

Lo que s¨ª blindar¨¢ la nueva ley son las inspecciones por sorpresa en los domicilios, pese a que el Supremo haya fallado que es necesaria una notificaci¨®n previa al contribuyente. ¡±Siempre se han hecho y no generan problema alguno. Que nadie piense que vamos a pegar una patada en la puerta de su domicilio particular¡±, defiende P¨¦rez Boga. Asegura que la casi totalidad de las actuaciones se realiza en domicilios de empresas y que en el 90% de los casos no hay oposici¨®n del contribuyente.

Aplaude tambi¨¦n la prohibici¨®n de las amnist¨ªas incluida en la norma y apoya la reducci¨®n del umbral de un mill¨®n a 600.000 euros para ser incluidos en la lista de morosos con Hacienda. ¡°Muchos sin duda pagar¨¢n antes de verse ah¨ª retratados¡±. Se muestra menos satisfecho con el contenido relativo a los para¨ªsos fiscales, por la falta de medidas como la obtenci¨®n de informaci¨®n sobre clientes de bancos con filiales en esos territorios.

Reforma fiscal

Tambi¨¦n lamenta que los inspectores no participen en el comit¨¦ de expertos creado por el Gobierno para la reforma fiscal. Aboga por una revisi¨®n integral de los beneficios fiscales, incluidos los tipos reducidos del IVA, apuesta por ¡°incidir en la imposici¨®n medioambiental¡± y sugiere revisar la tributaci¨®n de la riqueza. ¡°Debemos reformar el impuesto sobre el patrimonio para que grave la riqueza. Ahora tiene escasa capacidad recaudatoria: quedan fuera los patrimonios empresariales y las personas jur¨ªdicas¡±, dice. ¡°Es muy f¨¢cil interponer una empresa para no tributar la riqueza¡±. Asimismo, defiende una armonizaci¨®n de este impuesto ¨D¡±ser¨ªa muy positivo para evitar la competencia fiscal entre comunidades¡±, explica¨D y el de sucesiones y donaciones, ambos cedidos a las autonom¨ªas: ¡°El contribuyente no entiende por qu¨¦ por lo mismo uno tiene que pagar tanto y otro nada. Hay que armonizar respetando la autonom¨ªa financiera de cada comunidad¡±.

P¨¦rez Boga habla con pasi¨®n de su trabajo, pero reconoce que la oposici¨®n para acceder al cuerpo es muy dura y que las cicatrices que dej¨® la crisis de 2008 a¨²n no se han cerrado. Los recortes dejaron una merma de unos 3.000 efectivos en la plantilla de la Agencia Tributaria, y la congelaci¨®n de sueldos y limitaci¨®n de plazas redujeron a m¨ªnimos la cantera de opositores. ¡°Afortunadamente, esta situaci¨®n va cambiando. Todav¨ªa no se cubren todas las plazas, pero en este ejercicio ya podr¨ªamos llegar¡±, asegura. Aun as¨ª, reconoce que habr¨ªa que buscar f¨®rmulas para que la oposici¨®n sea m¨¢s atractiva, bien aumentando los sueldos, debido al diferencial que existe con la empresa privada, bien ofreciendo una ¡°carrera administrativa m¨¢s amplia y variada¡±.

Considera que las previsiones de volver a la cota de los 28.000 empleados para 2023 contenidas en el plan de recuperaci¨®n que el Gobierno ha enviado a Bruselas ser¨¢n dif¨ªciles de cumplir por la escasez de opositores preparados en tan elevado n¨²mero. ¡°Debemos alcanzar los 28.000 empleados, pero sin precipitarse. Lo importante es la calidad de los funcionarios¡±.