Y en eso lleg¨® el Banco de Jap¨®n
La ¨²ltima autoridad monetaria que a¨²n manten¨ªa una pol¨ªtica ultraexpansiva ha lanzado una se?al inequ¨ªvoca que encarecer¨¢ los tipos
Las reuniones de la semana pasada de la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo trajeron dudas y escepticismo en forma de volatilidad y encarecimiento de los bonos. Ha sido un a?o duro para los bancos centrales, a los que la inflaci¨®n persistente les pill¨® con el paso cambiado. A los que no se ha logrado totalmente descifrar. La inflaci¨®n era una asignatura casi olvidada. Hab¨ªamos relegado el manual para hacer frente a ella hace d¨¦cadas. Este a?o que acaba, los inversores ¡ªen sentido amplio¡ª han tenido que acelerar el aprendizaje para acometer los cambios necesarios en sus carteras en un entorno inestable de crecimiento de precios, subidas de tipos de inter¨¦s y retirada de liquidez. Los acelerones y posterior moderaci¨®n en los incrementos del precio del dinero, con tanta incertidumbre global, no ayudan a dise?ar una hoja de ruta financiera.
Y en eso, tras mucho tiempo sin saber nada del Banco de Jap¨®n ¡ªla ¨²ltima autoridad monetaria que a¨²n manten¨ªa una pol¨ªtica ultraexpansiva¡ª, va y toma una inesperada decisi¨®n esta semana que genera temblores en los mercados. Los inversores en alerta. Aunque la autoridad nipona no modific¨® los tipos de inter¨¦s de referencia, ampli¨® el rango de cotizaci¨®n de los rendimientos de los bonos a diez a?os. Permite que suban o bajen hasta el 0,5%. Una se?al inequ¨ªvoca de menor flexibilidad. En la pr¨¢ctica y ahora, da lugar a un encarecimiento de tipos. El impacto en el coste (al alza) de la deuda del pa¨ªs asi¨¢tico, deprimiendo el yen y la renta variable, no se ha hecho esperar. Algo similar a las turbulencias que han tenido lugar en los mercados con las decisiones de la Fed y del BCE. Aunque existe divisi¨®n de opiniones sobre esta medida, muchos analistas la consideran sensata ante la incertidumbre e inflaci¨®n.
A pesar de las sacudidas en los mercados estos d¨ªas, han sido hasta ahora, en todo caso, mucho menores a los de la grave crisis de los gilts (deuda soberana brit¨¢nica) de octubre. Entonces huyeron los inversores, tras el anuncio del gobierno de la entonces primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, de una muy inoportuna bajada generalizada de impuestos que tuvo que retirar y caus¨® su dimisi¨®n. No hay deuda soberana que se libre de la huida de inversores cuando se toman decisiones que el mercado no logre descifrar, aunque sean pa¨ªses del primer mundo, como el Reino Unido o Jap¨®n.
Estos ¨²ltimos acontecimientos recuerdan la creciente vulnerabilidad de la deuda soberana europea. Lo ha reflejado la subida de las rentabilidades en la ¨²ltima semana. El BCE ha recordado que est¨¢ retirando liquidez del sistema ¡ªadem¨¢s de subir tipos¡ª con lo que los pr¨®ximos meses podemos continuar viendo tensiones en los mercados de deuda soberana. Por ahora, afectan en mayor medida a Italia, que acumula problemas econ¨®micos y pol¨ªticos. Para evitar situaciones del pasado, el resto de pa¨ªses potencialmente vulnerables, que incluye a Espa?a, deben reforzar su credibilidad en lo econ¨®mico ¡ªsiendo clave la sostenibilidad de las cuentas p¨²blicas¡ª y en lo pol¨ªtico, con consensos m¨ªnimos para el buen funcionamiento del pa¨ªs.
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