La Bolsa de Estambul triplica su valor al convertirse en el refugio de los turcos ante la hiperinflaci¨®n
El ¨ªndice BIST-100 fue el m¨¢s rentable del mundo en 2022 como resultado de expansi¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, los precios desbocados y una pol¨ªtica monetaria heterodoxa que ha dejado el tipo de inter¨¦s real en territorio negativo
Cuando los precios crecen ante nuestros ojos de forma vertiginosa, el dinero quema en las manos. Del que lo tiene, claro. En Turqu¨ªa, con la inflaci¨®n desbocada, peque?os ahorradores y grandes inversores se han lanzado a poner sus liras en la Bolsa de Estambul. As¨ª que, durante 2022, mientras buena parte de los parqu¨¦s del mundo incurr¨ªan en p¨¦rdidas, el ¨ªndice BIST-100 de Estambul triplic¨® su valor (computado en d¨®lares creci¨® un 110%).
Se trata de un crecimiento empujado b¨¢sicamente por compradores locales, explica el columnista financiero Ugur G¨¹rses, mientras los extranjeros contin¨²an vendiendo. Los datos del Banco Central indican que, durante los ¨²ltimos doce meses, inversores extranjeros se deshicieron de sus posiciones en el mercado turco por valor de unos 4.000 millones de d¨®lares (3.765 millones de euros). Y especialmente se trata de inversores individuales y peque?os ahorradores, sostiene el economista Osman Cevdet Ak?ay, antiguo economista jefe del banco Yapi Kredi: ¡°Ahora mismo hay 3,3 millones de inversores en la Bolsa de Estambul, de los que 1,2 millones se unieron durante el pasado a?o. Es como la fiebre del oro en el Salvaje Oeste, todos corren a invertir, desesperados por proteger el valor de sus ahorros¡±.
¡°Durante 2022 no hab¨ªa muchos lugares donde los turcos pudieran invertir. La inflaci¨®n ha sido muy alta y el Banco Central ha mantenido los tipos de inter¨¦s muy por debajo de la tasa de inflaci¨®n, tratando de disuadir a quienes mantuvieses el dinero en el banco¡±, apunta el tambi¨¦n economista ?zan Sakar. Seg¨²n los datos del Instituto de Estad¨ªstica de Turqu¨ªa (T?IK), los precios crecieron un 64% durante 2022, si bien el c¨¢lculo del grupo independiente ENAG sit¨²a la inflaci¨®n en el 137%. Ambos datos suponen un considerable descenso respecto a los m¨¢ximos registrados durante los ¨²ltimos meses (85% y 186% respectivamente) en buena medida gracias al efecto base -los precios se empezaron a disparar en Turqu¨ªa en oto?o de 2021, mucho antes de la invasi¨®n rusa de Ucrania- y al descenso de los precios del combustible.
A pesar de esta alt¨ªsima inflaci¨®n y en contra de la tendencia del resto de instituciones monetarias, el Banco Central turco ha mantenido una pol¨ªtica de recorte de tipos de inter¨¦s (de un 12,5% a un 7,5% durante 2022) en consonancia con las directrices del presidente Recep Tayyip Erdogan, quien gusta de afirmar que los tipos de intereses altos provocan inflaci¨®n. As¨ª las cosas, nadie en su sano juicio ahorra en liras turcas. Pongamos un ejemplo pr¨¢ctico: si el 1 de enero de 2022 alguien abri¨® un dep¨®sito de 100.000 liras, un a?o despu¨¦s habr¨¢ retirado unas 120.000 gracias a los intereses acumulados. Sin embargo, debido a la inflaci¨®n, lo que hace un a?o pod¨ªa comprar por 100.000 liras, ahora cuesta 164.000 liras si hacemos caso a las cifras oficiales (en realidad, su precio probablemente haya superado las 200.000).
Tradicionalmente, los turcos han ahorrado invirtiendo en oro, d¨®lares o cualquier otra divisa fuerte, pero, durante el ¨²ltimo a?o, el Gobierno ha desalentado la venta de liras imponiendo tasas, obligando a los bancos a mantener alto el diferencial entre la compra y la venta de divisas y forzando a los exportadores a convertir sus ganancias en moneda local. Adem¨¢s, el Banco Central ha tratado de mantener estable el valor de la lira vendiendo divisas que obten¨ªa de intercambios o swaps con otros pa¨ªses amigos (Rusia, Qatar, Emiratos, Arabia Saud¨ª). As¨ª que la moneda turca solo ha perdido un 25% de su valor (en 2021 hab¨ªa perdido m¨¢s de un 40%).
¡°B¨¢sicamente, quedaban dos lugares donde invertir: el mercado inmobiliario y la Bolsa¡±, sintetiza Sakar. En 2020 y 2021, la venta de vivienda se dispar¨® en Turqu¨ªa y, durante 2022, el boom ha empezado a dar s¨ªntomas de tocar techo: los precios han alcanzado niveles astron¨®micos y la venta de unidades se ha reducido (aunque el Gobierno ha lanzado un programa de construcci¨®n y l¨ªneas de cr¨¦ditos para dinamizar el sector). ¡°En cambio, la gente se hab¨ªa mantenido lejos de la Bolsa y a inicios de 2022 las acciones estaban baratas¡±, contin¨²a Sakar: ¡°Con los intereses de los cr¨¦ditos tan bajos, incluso tiene sentido tomar prestado del banco e invertir en Bolsa¡±.
2022, adem¨¢s, ha sido un a?o de crecimiento para Turqu¨ªa: m¨¢s del 7,5% en los dos primeros trimestres, cerca del 4% en el tercero. Y especialmente provechoso para las firmas exportadoras (gracias a la depreciaci¨®n de la lira), industriales (por la relocalizaci¨®n de parte de la producci¨®n china) y financieras. El precio de las acciones de empresas de maquinaria y energ¨ªa como Girisim Elektrik, Kontrolmatik y ?an2Termik se ha multiplicado por diez. Incluso valores consolidados y con gran capitalizaci¨®n burs¨¢til como el holding Ko?, la refiner¨ªa Tupras o la empresa de tecnolog¨ªa militar Aselsan han ofrecido retornos del 200%. Turkish Airlines, incluso superiores al 500%.
¡°El mercado se ha vuelto loco y los precios de pr¨¢cticamente todos los activos financieros turcos son incorrectos, tanto de los bonos a 10 a?os, que ofrecen menos del 9 %, como de las acciones en en bolsa¡±, sostiene Ak?ay. No en vano, el consejero delegado de la qu¨ªmica SASA, Ibrahim Erdemoglu, reconoci¨® a finales de noviembre sentirse ¡°inc¨®modo¡± por el alto precio que hab¨ªan adquirido las acciones de su compa?¨ªa, que le han llevado a convertirse de repente en la empresa con mayor capitalizaci¨®n de la Bolsa de Estambul. Desde entonces, sus acciones han perdido en torno a un 40% de su valor. ¡°Estamos ante una burbuja y es casi inevitable que haya alg¨²n tipo de correcci¨®n¡±, a?ade el antiguo economista de Yapi Kredi.
Las fuentes consultadas coinciden en que el boom burs¨¢til turco a¨²n continuar¨¢ durante 2023 aunque sea a un menor ritmo. Al menos hasta las elecciones -previstas entre finales de abril e inicios de junio-, en las que Erdogan se jugar¨¢ el puesto tras dos d¨¦cadas en el poder. ¡°El Gobierno quiere que la Bolsa siga siendo muy rentable e incluso el ministro de Finanzas promueve que se invierta en ella en lugar de en los instrumentos del Estado. Pero tiene sus riesgos, especialmente para los peque?os inversores¡±, cree Ak?ay. ¡°Mientras los intereses sigan bajos, y no es probable que suban antes de las elecciones, habr¨¢ espacio para que contin¨²en entrando fondos en la Bolsa¡±, arguye, por su parte, el economista Sakar: ¡°El principal determinante ser¨¢ la tasa de inter¨¦s, porque mantenerla baja est¨¢ incrementando la inflaci¨®n y, en alg¨²n momento, el Banco Central deber¨¢ subirla. Eso s¨ª que impactar¨¢ en el mercado de valores al reducir la liquidez y aumentar los costes de operaci¨®n de las empresas que cotizan en Bolsa¡±.
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